El Estado Mexicano tiene que dar respuesta a su sociedad y esclarecer los hechos ocurridos en Iguala, señala Miguel Barbosa


Versión estenográfica del discurso del senador Miguel Barbosa Huerta, durante la inauguración del X Foro Parlamentario Iberoamericano

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Buenos días a todas, a todos, parlamentarios de los países de Iberoamérica; bienvenidos a México, esta es su casa.

 

Señoras, señores integrantes del presídium, también bienvenidos. Nos sentimos honrados con la presencia de todos, de verdad honrados con el Presidente del Senado de Bolivia; el Presidente del Congreso del Reino de España, bienvenido señor, el Presidente del Senado del Reino de España.

 

El diputado Silvano Aureoles, Presidente de la Cámara de los Diputados de México, gracias por tu presencia, diputado; la maestra Vanesa Rubio Márquez, Subsecretaria de Asuntos de esta naturaleza de nuestra Cancillería; al entusiasta senador Luis Sánchez y digo entusiasta, porque es quien cargó con la organización de este evento en nombre del Senado de la República.

 

Al senador Manuel Bartlett Díaz, Coordinador de los senadores del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo; al doctor Juan Ramón de la Fuente, que dará el día de hoy, al término de este acto inaugural, una conferencia magistral.

 

A la doctora Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana, doctora, qué bueno que está con nosotros, y a todas y a todos ustedes.

 

México los recibe de luto; estamos de luto. Tenemos una condición complicada que involucra el homicidio de hasta hoy seis personas y la desaparición de 43 estudiantes pobres de una normal rural del estado de Guerrero.

 

Las instituciones de nuestro país están a prueba.

 

El Estado Mexicano tiene que dar respuesta a su sociedad; tiene que dar respuesta a las víctimas; tiene que esclarecer los hechos ocurridos en Iguala, un municipio del estado de Guerrero en México, que se han vuelto la atención del mundo hacia México.

 

México no está representado por lo que ocurrió en Iguala, pero sin duda que hoy como nunca, quienes integramos los órganos del Estado Mexicano debemos dar una respuesta a la sociedad, al pueblo de México y a la comunidad internacional.

 

No tengo duda que ustedes están aquí en nuestro país con esa preocupación y esperan encontrar de nosotros, los parlamentarios de México, una posición clara; una posición aliada de la verdad, aliada de las investigaciones, aliada de las víctimas, aliada de la hermandad sobre la promoción y sobre la defensa de los derechos humanos.

 

Sabemos que tenemos de ustedes la solidaridad con el Estado Mexicano, pero sabemos que ustedes nos exigen una respuesta para la defensa de nuestra propia sociedad y de nuestro propio pueblo.

 

Así lo asumimos; así lo asumimos en el Senado de la República; así lo asume la Cámara de Diputados; así lo asumen los parlamentarios de México.

 

Mis palabras representan el sentir de senadoras, senadores, diputadas, diputados de México, y ante ustedes, nuestros hermanos parlamentarios, así lo expresamos de manera sencilla, con el reconocimiento que los recibimos de luto en nuestro país.

 

Bienvenidos; bienvenidos todas y todos ustedes.

 

La cultura iberoamericana surge del encuentro de dos mundos: el genovés italiano, enviado por el reino español, se encuentra con México, primero con Cuba, hoy Cuba y después con hoy México.

 

Es el primer encuentro de dos mundos. Pedro Álvarez Cabral, el portugués llega a Brasil y con eso se constituye el encuentro de Iberoeuropa con América hoy, para surgir la cultura iberoamericana.

 

El mestizaje salvaje, el mestizaje duro que se dio como resultado de este encuentro, tuvo un fruto extraordinario: las lenguas. El español o castellano y el portugués.

 

Han sido productos afortunados de ese mestizaje; ha sido instrumento de divulgación de nuestra cultura ante el mundo. Hemos hecho literatura, poesía; hemos explorado las artes; hemos generado una condición de enorme influencia ante el mundo.

 

Somos orgullosos de nuestra cultura iberoamericana y los parlamentarios que hoy nos reunimos y que vamos a debatir sobre temas concretos en este X Foro Parlamentario Iberoamericano, debemos de constituir una familia. Yo ofrezco la mano de las y los senadores para hacer una amistad, para construir una relación cercana.

 

Ya la tenemos con algunos, ya la tenemos con el presidente del Congreso del Reino de España; ya la tenemos con el presidente del Senado del Reino de España; nos hemos encontrado en otros foros. Así queremos extenderle la mano a todas y a todos ustedes.

 

Pronto dejaremos de ser parlamentarios. La política no es el destino manifiesto de nadie. La política es una actividad muy honrosa, que la encontramos en la vida y que la debemos de desarrollar con responsabilidad; pero la política en un país, la política con políticos, políticas de otros países es la construcción de relaciones personales. Habremos de construir una relación entre hombres y mujeres, que les interese el destino de su país y les interese el destino del mundo.

 

Así los recibimos aquí en nuestro México. Esta sede ese una sede que para nosotros significa mucho: es el recinto antiguo del Senado de México, solamente la utilizamos para eventos protocolarios, solamente la utilizamos para actos muy especiales, y este es un acto muy especial para nosotros.

 

Reunirnos con todas y todos ustedes, hablar ante la efigie: dirán “¿quién es quien nos vigila?” Es el senador de siempre para los mexicanos, es Belisario Domínguez, senador chiapaneco asesinado a principios del siglo pasado por una dictadura que interrumpió por un tiempo la transición democrática en este tiempo en México.

 

Fue asesinado por defender su verdad, por decir la verdad, y él es el testigo de los trabajos y de este momento de reunión de los parlamentarios.

 

Vamos a ir a desarrollar las mesas en la nueva sede, la nueva sede del Senado de la República. Una sede que estamos casi inaugurando, casi empezando a utilizar y que estamos inscribiendo la historia del nuevo Parlamento Mexicano allá.

 

Los edificios se construyen por hombres, después los edificios determinan a los hombres; y eso es lo que significa para nosotros esta sede y eso es lo que significa para nosotros nuestra nueva sede.

 

Como decimos en México: Están en su casa. Están en su casa y queremos hacer gala de la hospitalidad que las mexicanas y los mexicanos sabemos brindar. Bienvenidas, bienvenidos.

 

Y les pido que se pongan de pie para que llevemos a cabo la inauguración formal de este acto.

 

Siendo las 10:05 horas de este día jueves 6 de noviembre del año 2014, como Presidente del Senado Mexicano declaro formalmente inaugurado el X Foro Parlamentario Iberoamericano, que va a desarrollar y es un preámbulo de la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica.

 

Estoy seguro que los trabajos de este Foro serán exitosos, que los lazos de amistad entre ustedes y nosotros, entre todos nosotros se estrecharán.

Felicidades, felicidades por estar aquí y felicidades por esta convivencia internacional. Felicidades por Iberoamérica.

 

¡Que sea para bien!

 

Gracias.

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