Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente del Senado de la República, durante la firma del Acuerdo de la Mesa Directiva para crear la Unidad de Género.
Miguel Barbosa Huerta (MBH): En el Senado de la República todos los días ocurren cosas importantes, sin duda que sí. Es una caja de resonancia; es un lugar donde se provocan reuniones, eventos relacionados con la cultura, con las actividades legislativas, con la coyuntura nacional, con la agenda política, con todo lo relacionado con lo que le ocurre a la sociedad mexicana.
Pero hoy es especialmente importante. Esta mañana en este evento sencillo, protocolario, se trata de un asunto especialmente importante, es la firma de un convenio para constituir, para instalar, para poner a funcionar la Unidad de Género en el Senado de la República.
Se va a sentir el antes de la instalación de esta Unidad de Género y el después. Se va a sentir. ¿Por qué razón?
Porque desde el Senado se provoca mucha influencia social y política, y que en el Senado se tenga una Unidad de Género es especialmente importante. Hay una obligación del Estado mexicano, dada desde el artículo 1º y 4º constitucional, para difundir una cultura de igualdad entre la mujer y el hombre. Y en ese contexto, todos los órdenes de gobierno, la sociedad en su conjunto tiene que promover esa cultura.
Aquí ya estamos llegando, no tarde, estamos llegando a tiempo. Había una omisión de haberlo hecho, pero cuando en la Mesa Directiva tuvimos conocimiento de esa omisión, inmediatamente entramos en contacto con las senadoras de todos los grupos parlamentarios, y especialmente con la senadora Diva Gastélum Bajo, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, para que se pusiera en marcha esta instalación de esta Unidad de Género en el Senado.
Instruimos a la Secretaría Técnica de la Mesa Directiva para que, en coordinación con el equipo de la Comisión de Equidad y Género, construyeran el acuerdo. Instruimos a la Secretaría de Administración para que resolviera los temas relacionados con el funcionamiento y dotarlas de la partida presupuestal, etiquetada en nuestro Presupuesto 2014.
Ya está resuelto el lugar donde va a funcionar. Se va a dotar de todo el mobiliario, la infraestructura necesaria para que se provoque las áreas administrativas, es decir, van a recibir de la Mesa Directiva todo el impulso para su buen funcionamiento.
Yo le preguntaba a Diva, ella experta, como muchas de ustedes, a quienes felicito, a las senadoras, que por cierto nos las veo nunca marginadas, ¡eh!, las veo cada vez más empujando siempre, son determinantes en todas las decisiones.
La igualdad de género es una cultura que hay que difundir, pero en México, y le preguntaba yo por eso a Diva, ¿cuál es el nivel de desarrollo de la igualdad de género en México? Y dice: “Es de connotaciones diferentes, pero es muy pujante frente al mundo”.
Y yo así lo veo, eh, se siente cada vez más este asunto de cómo se está desarrollando esta cultura de la igualdad de género en México. Y muchas de ustedes son guerreras o todas son guerreras de este tema, todas, guerreras pacifistas, a veces no tan pacifistas, pero sin duda que toman esta posición con una convicción muy real que todos respetamos.
Pronto veremos la igualdad de los géneros mucho más presente que hoy. En el Senado, a partir de este momento, será labor de la Unidad provocarla en todos los sentidos.
Me estoy enterando del alcance de la evolución, de la conceptualización de la igualdad de género, al llevarlo al nivel de derecho humano. Y con esa nueva perspectiva de los derechos humanos en México, a partir de la reforma constitucional de 2011, cuando se establece en la nueva redacción y contenido del artículo primero constitucional, se genera toda transformación en este asunto.
No las quiero provocar, porque comienzan a pedir la palabra y nos empiezan a explicar de qué se trata. Así es que quiero felicitarlas a todas ustedes, felicitar al Senado y decirles que institucionalizar la perspectiva de género dentro del Senado con el fin de avanzar hacia la igualdad sustantiva, es el propósito de esta Unidad de Género y es el propósito de todos nosotros.
El Senado, en su conjunto, apoyará el buen funcionamiento de esta Unidad; las y los senadores estamos comprometidos con esto, no nos vean como adversarios, somos parte de este esfuerzo y los órganos del Senado se comprometen a que esto funcione.
Que se sienta a partir de hoy, Diva, Angélica, todas; Ivonne, Itzel, Martha, todas; María Elena, Rocío, Margarita, Hilda, que se sienta que ya hay Unidad de Género con estos propósitos en el Senado de la República.
Gracias por la invitación y, de verdad, felicito a todas ustedes.
