Día Nacional de la Oratoria contribuirá a debatir las ideas y no la imagen de un candidato: Alejandro Encinas


Intervención del senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse, a nombre de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, al dictamen con proyecto de decreto por el que se declara el Día Nacional de la Oratoria.

 

Alejandro Encinas Rodríguez, (AER): Compañeras y compañeros senadores.

 

Don Francisco Ealy Ortiz, bienvenido al Senado de la República.

 

Como se ha señalado, el dictamen que sometemos hoy a discusión propone declarar el primer viernes del mes de marzo de cada año como el Día Nacional de la Oratoria y con ello rescatar una de las mejores tradiciones de la cultura mexicana que tiene que ver con el arte de hablar, con el arte de comunicarnos, con el arte de debatir y de confrontar nuestras ideas.

 

Por eso, la oratoria no se reduce al arte de hablar con elocuencia y a ser sólo un género literario formado por el discurso, la disertación, el sermón u otro tipo de características, sino que la oratoria puede ser un instrumento fundamental de información, de persuasión y de motivación para el desarrollo de una sociedad.

 

Conocemos distintos tipos de oratoria: la oratoria social; por supuesto la tribuna, la de los tribunos y la oratoria parlamentaria; la oratoria pedagógica, la oratoria religiosa; incluso al oratoria militar.

 

Y éste puede ser un instrumento que coadyuve a la formación de nuevos liderazgos que urgen en nuestro país. Por eso, dentro de los fines que nos hemos planteado con este dictamen, busca hacer que la oratoria señale (inaudible) las tareas de persuadir, de enseñar, de conmover y de comunicar.

 

Y ello implica el cumplimiento de distintas pautas, pautas elementales y básicas que tienen que ver con las cualidades intelectuales relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; tiene que ver con las cualidades éticas relacionadas con las costumbres y con las normas de conducta de nuestra sociedad; y tiene que ver también con el debate abierto y plural de las ideas, ya sea en el parlamento, ya sea en la asamblea estudiantil, la asamblea sindical, la empresa privada o cualquier sector de nuestra sociedad.

 

Son muchos los grandes oradores que hemos conocido en la historia de nuestro país, e incluso algunos de los cuales participaron y ganaron los concursos de oratoria promovidos por el periódico El Universal.

 

Ahí están los testimonios del maestro Muñoz Cota, de Christlieb Ibarrola, de Gómez Morín, de Lombardo Toledano, de Alejandro Gascón Mercado, de Porfirio Muñoz Ledo, Diego Fernández de Cevallos, Juan de Dios Castro.

 

Y algunos que no necesariamente se formaron en la tradición de la oratoria, sino en la asamblea estudiantil y muchos de ellos emergidos de los movimientos sociales estudiantiles como el del 68’ y yo recuerdo aquí, traigo a la memoria a Eduardo Valle, “El Búho”, y, a algunos, aunque no les gusta como buen tribuno, a Pablo Gómez.

 

Pero la verdad es que el mayor aporte que podemos hacer con esta declaratoria del Día Nacional de la Oratoria es hacer un replanteamiento sobre el sistema educativo de nuestro país que ha abandonado este tipo de prácticas de formación cívica, de convivencia y  de comunicación.

 

Urge que en el sistema educativo de nuestro país no solamente se asuma la oratoria como parte de la formación educativa de nuestras niñas, nuestros niños y nuestros jóvenes, la oratoria no la formación de jilgueros, sino gente que vaya y debata y confronte ideas, como hace falta también rescatar la formación en materia de civismo, de ética, de lectura de comprensión que hoy están fuera de los planes y programas de estudio en la educación básica y en  la educación media superior.

 

Y más aún, urge ese tipo de replanteamientos en momentos en que el debate de las ideas ha sido sustituido por la mercadotecnia, por el manejo de la imagen, no de las ideas de los candidatos y al mismo tiempo por las nuevas tecnologías que además de distorsionar el lenguaje, reducen la posibilidad de comunicación a 140 caracteres donde no necesariamente se expresa una idea.

 

Creo que retomar esta propuesta de crear el Día Nacional de la Oratoria debe llevarnos a recuperar esto de los valores culturales y tradicionales fundamentales en nuestro país que es el de debatir las ideas y no la imagen de un candidato, que puede transmitir una buena percepción a la comunidad pero que en el fondo no es más que un producto vacío en cuanto  a su pensamiento y sus formas de actuar.

 

Mis felicitaciones por esa iniciativa y esperemos que ese sea un paso para recuperar nuestra cultura en el debate y exposición de las ideas.

 

Muchas gracias