Destaca Alejandro Encinas doble moral en modificaciones que diputados hicieron a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niñas y Adolescentes


Intervención en tribuna del senador Alejandro Encinas Rodríguez, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse a la minuta enviada por la Cámara de Diputados con la que remite proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y se reforman diversas disposiciones de la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil, devuelto para los efectos de la fracción e) del artículo 72 constitucional.

 

Alejandro Encinas Rodríguez, (AER): …y en estos momentos nos encontramos seis, siete, y la verdad es una lástima que este tema tan importante pues no cuente con la atención de mis compañeras y compañeros senadores.

 

Yo quisiera hacer una primera referencia a esta minuta que nos envía la Cámara de Diputados porque considero que representa una verdadera regresión a la ley que por unanimidad aprobamos en este Senado de la República.

 

Como lo señalábamos en la sesión el día que se aprobó, esta ley no solamente concitó el mayor de los consensos, sino que además abrió una discusión que rebasó por mucho los linderos del Senado de la República y representó uno de los avances más significativos en el desarrollo del trabajo parlamentario.

 

Fue una iniciativa preferente que envió el Ejecutivo federal en la cual, en la discusión que se realizó en diversas audiencias públicas y entere los grupos parlamentarios, llevó a un ejercicio legislativo sin precedentes ya que ha sido a lo largo de la historia la iniciativa del Ejecutivo que mayor número de reformas sufrió, incluso hasta el título de la propia ley que originalmente era una visión de carácter tutelar y paternalista para permitir avanzar a un modelo garantista.

 

Y lamentablemente yo creo que de nueva cuenta se impone en la Cámara de Diputados los intereses más retardatarios de los poderes fácticos en el país.

 

Yo digo que la minuta que nos envía la Cámara de Diputados no es sino el mejor ejemplo del triunfo de Torquemada y de las (inaudible), lo que son las corrientes más conservadoras de la ultra derecha del país, acompañados por supuesto de los poderes fácticos que representan las televisoras.

 

Y se hicieron modificaciones sustantivas particularmente al artículo 50 y al artículo 58 de la ley, donde en lugar de reconocer el derecho de las niñas, los niños y los jóvenes, y los adolescentes, perdón, a poder accederé a alguna educación sexual integral que contribuya al desarrollo de sus competencias y que les permita ejercer de manera informada y responsable sus derechos reproductivos, a establecer restricciones en materia de salud y de educación a partir de haberse constituido una verdadera mentira a través de redes sociales, a través de algunos medios de comunicación, donde se llegó al extremo de señalar que esta ley iba a permitir, y no estoy inventado nada, que cualquier niño a los ocho o nueve años de edad pudiera decidir cambiar su sexo; o que se iba a permitir que cualquier niña, niño o adolescente pudiera establecer relaciones con adultos, lo cual es absolutamente falso porque en algunos casos pues en primer lugar no es una decisión que puedan tomar de acuerdo con la ley los niños y en otros casos están tipificados como delitos tanto el estupro como la violación.

 

Y la verdad es que esto da cuenta de una doble moral porque quien ha promovido estas reformas en aras de una visión bastante moralista del asunto pues lo único que va a favorecer es que continúen lamentablemente los abusos sexuales de niñas, niños y adolescentes, los embarazos muy tempranos de jóvenes adolescentes que ya en este país alcanzan cifras alarmantes.

 

Hoy el 19.6 por ciento del total de los embarazos de mujeres en México corresponde a mujeres mejores de 18 años de edad y hoy en nuestro país existen 500 mil niños que son hijos de mujeres que tienen menos de 18 años de edad.

 

Y al eliminar este tipo de medidas que habíamos impulsado para defenderé los derechos sexuales y reproductivos de los niños, las niñas y adolescentes, pues lo único que van a alentar es a, en esa doble moral es doble cara, es que sigan existiendo abusos sexuales sobre niñas, que en el caso de nuestro país se han registrado ya embarazos de niñas de hasta nueve años de edad, cuando ya se ha registrado el promedio, son de 14 años en el caso de niñas cuando se están presentado estos embarazos tempranos.

 

Lo mismo sucede en el artículo 77 cuando se hacen modificaciones a un artículo ene l que nosotros habíamos planteado el respeto pleno al derecho a la privacidad y la intimidad de los niños, en donde se buscaba evitar que se atentara contra la (inaudible) reputación de los niños a través de los medios de comunicación y se obligaba a que quien ejerciera al patria protestad sobre los mismos tendría que dar su consentimiento para poder hacer uso de las imágenes o de los testimonios de niñas, niños y adolescentes.

 

No en el ánimo de burlar la libertad, el derecho a la libertad de expresión, sino el de garantizar el derecho a la privacidad y la intimidad de los niños que hoy en muchos casos son exhibidos, el mejor ejemplo es el caso del “Mochis” , en Morelos, un niño sicario que lamentablemente fue manipulada su imagen de forma abusiva.

 

Aquí sí, no señalaron como lo establecieron en las reformas a los derechos sexuales y reproductivos de niñas, niños y adolescentes que esto tiene que ser de conformidad con su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y grado de madurez.

 

Yo lamento mucho que Torquemada se haya impuesto en la Cámara de Diputados, que de nuevo las televisoras saquen adelante estas regresiones en cuanto a la garantía que debe otorgarse a la privacidad e intimidad de los niños, niñas y adolescentes, lo que viene a evidenciar una vez más que en la Cámara de Diputados todo tiene precio, lo cual es una verdadera vergüenza para el poder Legislativo, en este caso, que representa la Cámara de Diputados.

 

Muchas gracias, ya somos 12 en la sesión.

 

Muchas gracias por su atención.