Prohibir el uso simultáneo de los 3 colores de la Bandera a cualquier partido o agrupación política propone Alejandra Roldán


Intervención en tribuna de la senadora Alejandra Roldán Benítez, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa con proyecto de decreto que reforma la Ley sobre el Escudo, la Bandera, Himno Nacionales y la Ley General de Partidos Políticos.

 

Alejandra Roldán Benítez, (ARB): Con su permiso Presidente.

 

Compañeras, compañeros Senadores: Comparezco por primera vez ante este Pleno, con el compromiso y la responsabilidad de servir a nuestra patria.

 

Los tiempos en que vivimos son de barbarie y de desunión, y por eso hace necesario y urgente que cuidemos de manera muy especial  lo que tenemos en común.

 

La gran importancia que tienen así los llamados símbolos patrios, radica en que denotan y que compartimos todos los mexicanos, sin importar nuestro credo religioso, estrato socioeconómico, origen geográfico y, sobre todo, sin importar nuestra ideología política.  Ésa es una razón suficiente para cuidarlos con todos los medios que estén a nuestro alcance, ése debería de ser nuestro compromiso como legisladores.

 

En el caso particular, nuestra bandera, que es lo que se refiere a la iniciativa que hoy someto a su consideración, cuidarla quiere decir, por una parte, cuidar las características, y por otra, cuidar sus usos.

 

La característica principal de nuestra bandera, una es en su combinación de colores, desde el nacimiento del México independiente, ha llevado el lienzo patrio una franja verde, una blanca y una roja, en diferente orden y disposición, pues incluso se puso en diagonal en su tiempo.

 

Es la combinación tricolor a la que ha significado la unidad de los mexicanos, según Enrique Florescano, la bandera nacional surgió simbolizando la pureza, con el color blanco; insurgencia independiente, con el color verde; la confluencia con los españoles adheridos a la gesta liberaría con el rojo.

 

Desde el temprano Siglo XIX estos colores han permanecido y permanecerán por larga vida que le espera a nuestra patria, y esa permanencia hace que la bandera identifique la unión de todos los mexicanos, la seguridad que hay en algo que nos hará converger a través del tiempo.

 

Esa permanencia y estabilidad son las que hacen que la bandera sea orgullosamente un símbolo de todos los mexicanos y todas las mexicanas.

 

Compañeras Senadoras y compañeros Senadores: A pesar de lo antes dicho, hay factores que impiden que los símbolos patrios sean sólo una causa de unidad entre los mexicanos, uno de los factores es la identificación de la bandera, por esos colores y con un partido político, lo que sin duda es uno de los pendientes de nuestra transición a la democracia, a eso obedece la iniciativa que hoy presento.

 

El espíritu de la bandera es incompatible con el espíritu partidista por definición.  Uno significa la unidad y por lo que tenemos en común, los otros significan la diversidad, la pluralidad, lo que tenemos de diferentes, simplemente es así.

 

Los símbolos patrios no deben retirarse de un partido y viceversa, porque eso trae muchos problemas. De hecho, la identificación entre la nación y el partido, el gobierno sólo sucede suceder en los regímenes autoritarios.  En México lo tuvimos, pero ya no lo tenemos, y por lo tanto tenemos que poner nuestra ley a tono a los tiempos de la pluralidad.

 

Un ejemplo recurrente es el del antropólogo David Redondo, registró en Oaxaca un libro que apenas fue editado en el 2007, donde se da cuenta que al preguntar a un líder de la comunidad, porqué instruía a que se votara por el PRI, éste contestó, que era por ser fieles a la bandera nacional, como hicieran sus padres y sus ancestros.   La identificación entre la nación y el partido se hereda de autoritarismo, no puede ser más claro.

 

No podemos seguir cargando con las consecuencias negativas de la identificación entre el PRI y la bandera, una de ellas es la gran actualidad, es la confusión en el programa electoral partidista y programas de gobierno.

 

Recientemente varios partidos y el Presidente de este Senado,  Roberto Gil, denunciaron el uso del propagandismo, de la entrega de televisores que hacía el gobierno federal, pero no pudo hacerse nada al respecto, porque entre otros varios argumentos, el Tribunal Electoral estableció que la propaganda no tenía los colores del PRI, sino los de la bandera, aunque el logotipo con el que se entregaban los televisores no tenía el rectángulo tricolor.

 

Este problema con los programas de  gobierno, principalmente los sociales vienen de tiempo atrás.

 

Se tuvo, por ejemplo, en el programa de insignia, la política social del país, y la llamaron “Solidaridad”, luego “Progresa”, y siempre se difunden los colores a que a su vez identifican a la nación y al PRI, lo que es inaceptable.

 

Después, con el PAN, el gobierno decidió retirar los 3 colores de la bandera de la difusión de los programas sociales. Poco les faltó para pedirles disculpas al PRI por usar los colores de nuestra bandera.

 

Actualmente ha vuelto el mal uso del principal programa social de transferencias e identificación de los colores de la bandera mexicana.

 

Durante este sexenio, y entre otros, puede ser el de “Oportunidades”. El programa pasó a llamarse “Prospera”. Ahora promocionan de nuevo los colores de la bandera, por casualidad, desde luego, la plataforma electoral que presentó el PRI en el 2015 al 2018, se llamó “Prosperidad para Todos”, y se presentó con los mismos colores. Creo que el problema es evidente para resolverlo cuanto antes.

 

Estoy convencida que el PAN acompañará esta propuesta, pues desde su surgimiento, una de las batallas ha sido la bandera, sea de todos los mexicanos y no sólo del PRI.

 

En el artículo 7º de los estatutos registra un distintivo tricolor, que se les prohibió usar desde 1940, porque el PRI ya usufructuaba los colores de la bandera.

 

Apenas en el 2001, el PAN se impuso una Iniciativa que firmaron, entre otros, los Diputados Arturo Escobar y Vega, Germán Arturo Pellegrini, Enrique Villa Preciado y Félix Castellanos.

 

La demanda ha venido también de las izquierdas, de hecho, nuestro Sol Azteca es negro, en protesta porque no nos permitieron registrando usando los colores de nuestra bandera.

 

Actualmente ya no es posible que todos los partidos compartamos las identidades de nuestros sistemas partidarios, están forjados e instalados.

 

La historia no puede echarse para atrás, en vez de 1989, ni la de 1939, cuando se impidió que el PRD y el PAN usar los colores patrios, en razón de ello, lo procede en prohibir a cualquier partido que utilice los colores patrios en su conjunto.

 

Mi propuesta es adicionar el artículo 51 bis de la Ley Sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, que establezca a la letra:

 

El artículo 51 bis. Se prohíbe el uso simultáneo de los 3 colores de la bandera en cualquier combinación y composición en los emblemas distintivos y en símbolos generales de cualquier partido o agrupación política.

 

Asimismo, de aprobarse mi propuesta, se reformará el artículo 25 de la Ley General de Partidos Políticos para que incluya en el inciso h) de su primer numeral el siguiente texto:

 

Artículo 25. Son obligaciones de los partidos políticos, inciso h), ostentar la denominación, emblema, color o colores que tengan registrados, los cuales no podrán ser iguales o semejantes utilizados por los partidos políticos ya existentes, ni contestar a los colores de la bandera mexicana en términos de lo dispuesto por los artículo 51 bis de la Ley Sobre el Escudo, la Bandera e Himnos Nacionales.

 

El castigo por incluir la disposición que se incluirá en el artículo 94 de la misma ley, será la pérdida de su registro.

 

Compañeros y compañeras: Apelo, no sólo a las luchas históricas y a su sentido común para finiquitar los pendientes que tenemos con la democracia y la deuda con nuestros símbolos patrios.

 

Apelo también a su responsabilidad y al mismo PRI para dar un paso histórico mirando hacia la unidad, a la cuestión social de todos los mexicanos.

 

Senador Roberto Gil,

Presidente de la Mesa Directiva del

Senado de la República:

P r e s e n t e.

 

La suscrita Senadora Alejandra Roldán Benítez, integrante del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en el Senado de la República, de la Sexagésima Tercera Legislatura del H. Congreso de la Unión, en ejercicio de la facultad que me confieren los artículos 71, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 8, numeral I, fracción I, 164, numeral I; 169, 216, demás aplicables al Reglamento del Senado de la República, someto a la consideración de la soberanía la presente Iniciativa con proyecto de decreto que reforma la Ley sobre el Escudo, la Bandera, Himno Nacionales y la Ley General de Partidos Políticos, fundamentada en la siguiente exposición de motivos

 

En nuestra ley correspondiente, además de la bandera, se consideran símbolos patrios el Escudo y el Himno Nacionales, no se hace distinción alguna entre rango de los 3. Es decir, los 3 representan, como suelen hacer los símbolos patrios en otros países: la unidad, la independencia, los valores nacionales y más estimados.

 

La importancia de los símbolos patrios radica en que denotan que todos los miembros de la comunidad nacional compartimos, es una razón de ello, que deben preservarse, cuidarse activamente. Esto se hace más importante, incluso urgente.

 

En las  actuales condiciones en la crisis social y violencia generalizadas. Ahora más que nunca es imperativo que se maximicen las acciones en busca de preservar la unidad de los mexicanos.

 

El cuidado de los símbolos patrios puede referirse a, por un lado, cuidar las características, sus colores, en el caso de la Bandera; su iconografía, su composición, en el caso del Escudo; y su letra y música, en el caso del Himno.

Por otro lado, este cuidado se refiere también a que debe vigilarse el correcto uso de ellos que se hace.  Esta iniciativa sostiene que un buen uso de los símbolos patrios, en particular de la Bandera, implica que se prohíba que cualquier partido político utilice su emblema, símbolos o distintivos y la combinación de colores que le es propia.

 

Esa es la razón de mi propuesta.

 

Como Símbolo Patrio, la Bandera de México se distingue por combinar los colores verde, blanco y rojo. Esta combinación ha permanecido constante desde la Bandera Trigarante, con que, según Enrique Florescano, estudioso de los símbolos nacionales de la Bandera nacional surgió simbolizando la pureza, la independencia, la confluencia con el grupo español adherido a la gesta libertaria. Es decir, la combinación de los colores forma parte esencial del mismo simbolismo, pese a los cambios que ha tenido en su forma y disposición.

 

Para los fundadores y, después, para los dirigentes de la nación que dieron continuidad y sustancia a los Símbolos Patrios, los valores que simboliza la Bandera y una vez que han evolucionado, por ejemplo, la pureza a que se refiere el color blanco que se identifica con la unicidad y la religión católica que identifican todos los mexicanos. En ese sentido son fundamentales para pensar a México como nación y dar una identificación fundamental a los mexicanos. Es decir, no se trata de construcciones estéticas anodinas y casuales. Por eso son fundamentales para la cohesión social.

 

Por eso, resulta incompatible la idea de la afirmación nacional que pretende la Bandera con la idea de afirmación partidista propia de un emblema, pues los partidos destacan la diversidad de pensamientos y puntos de vista presentes en la pluralidad de gente que compone una nación. La función de estos últimos es de una naturaleza distinta a la de los Símbolos Patrios.

 

Esta identificación problemática tuvo, en el pasado, implicaciones por lo menos hasta la formulación del programa Solidaridad, que después Progresa, Oportunidades y ahora es Prospera, porque se solía identificar a la política social insignia del gobierno mexicano con un distintivo que conjuntaba los colores de la Bandera, con eso también del PRI. La solución panista consistió en quitar los colores patrios de los programas sociales en vez de promover que ningún partido pudiera hacer uso de dichos colores a la vez. Es decir, quitaron los colores del PRI en los programas del gobierno mexicano.

 

En el presente, los problemas antes dichos regresan. Hay dos ejemplos recientes inaceptables que identifican que entre el gobierno y el partido, el partido es el siguiente: la plataforma electoral de 2015 al 2018 que presentó el PRI ante el INE durante el pasado proceso electoral federal tiene el lema “Prosperidad para todos”, y se promociona con la combinación de colores verde, blanco y rojo, lo que no tendría nada de malo si esto estuviera haciendo una alusión nada velada al programa de transferencias directas más importante del gobierno mexicano, que lleva por nombre “Prospera” que ser un programa de gobierno para todos los mexicanos.

 

El clientelismo electoral se facilita con la identificación del PRI con el gobierno y con la nación mediante el uso de los colores de la Bandera. Esto fue lo que llevó a Carlos Monsiváis a ironizar el agradeciendo y la generosidad del PRI en permitirnos usar sus colores en nuestra Bandera. Sin embargo, es una experiencia de la que sólo dé cuenta la cultura popular, que hay pruebas y tiempos recientes de identidad.

 

Una de las asignaturas pendientes de nuestra transición democrática, como se ve, es romper esa identificación y herencia del antiguo régimen autoritario. En últimos tiempos, esa demanda desapareció de la escena política, pero no así sus razones.

 

Durante buena parte del siglo pasado, la lucha por la democracia implicó la demanda de una separación clara entre partido y gobierno.

 

Más tarde, en la campaña de 2000, Acción Nacional impugnó que el PRI conservara como patrimonio suyo los colores de la Bandera, impugnación que resolvió en su momento el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación negativamente con el siguiente argumento: la legislación no prohíbe el uso de los colores verde, blanco y rojo en los emblemas de los partidos. Además, dichos colores deberían considerarse sólo como tales y no como propios de la Bandera nacional.

 

Estas resistencias quisieron vencerse por medio de iniciativas de reforma provenientes del Congreso del estado de Jalisco y de la Cámara de diputados en 2004 y 2001, respectivamente.

 

Las izquierdas, partidistas y no partidistas, libraron una lucha equivalente para que la Bandera fuera de todos cuando intentaron que el PRD tuviera los colores verde, blanco y rojo, emblema a la que se negó la Comisión Federal Electoral.

 

Esta confusión debe terminar si se aspira a avanzar en nuestra transición democrática, a cuidar el uso de nuestros Símbolos Patrios, a fortalecer la cohesión social  plasmada en ellos, que tanta falta hace en los tiempos presentes, y evitar prácticas de clientelismo político.

 

Las consecuencias a que se derivan las decisiones antes citadas en el Tribunal Electoral, son las que…

 

Intervención del Presidente de la Mesa Directiva

 

ARB: Permítame, ya voy a terminar.

 

La única manera de hacer que los colores de la bandera sean considerados tales como se presentan juntos al emblema de algún partido, se estableció en la ley que corresponde.

 

La segunda es que debe romperse la ambigüedad entre la que corresponde a los colores de la bandera, los del gobierno y cualquier partido político, para disminuir el margen de discrecionalidad en cuanto se juzguen las intenciones de protagonismo y programas gubernamentales.

 

Someto a la consideración de esta soberanía el proyecto de decreto que reforma la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, y la Ley General de Partidos Políticos.

 

Artículo 1. Se adiciona el artículo 51 Bis de la Ley sobre el Escudo y la Bandera, Himno Nacional, para quedar como sigue:

 

Artículo 51 Bis. Se prohíbe el uso simultáneo de los tres colores de la Bandera en cualquier combinación y composición de los emblemas distintivos y símbolos generales de cualquier partido y agrupación política.

 

Artículo 2. Se reforma el inciso d) del numeral 1, del artículo 25, y se adiciona un inciso h), numeral 1, del artículo 94 de la Ley de Partidos Políticos, para quedar como sigue:

 

Es obligación de los partidos políticos ostentar la denominación, emblema, color y colores que se tengan registrados, los cuales no podrán ser iguales o semejantes utilizados en los partidos políticos ya existentes, ni contener los colores de la Bandera Mexicana en términos de lo dispuesto por el artículo 51 Bis de la Ley sobre el Escudo y Bandera del Himno Nacional.

 

Artículo 94. Son causa de pérdida de registro de un partido político:

 

  1. h) El uso simultáneo de los tres colores de la Bandera en sus emblemas distintivos, símbolos y términos en lo dispuesto por el artículo 52 bis…

 

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