Debemos asumir que el espectro radioeléctrico es un bien de la nación: Alejandro Encinas


Alejandro Encinas Rodríguez, (AER): Muchas gracias, Senador Roberto Gil.

 

Compañeras y compañeros Senadores.

 

Sinceramente lamento el precedente que estamos sentando en la discusión de este dictamen.

 

La semana pasada tuvimos una muy áspera y acre discusión en la Comisión de Comunicaciones y Transportes, discutiendo no solamente un asunto de procedimiento, no solamente un asunto de forma, sino en los términos y las reglas para la convivencia y el desarrollo parlamentario que nosotros nos estamos dando y desahogar el trabajo legislativo que nos corresponde.

 

En esa sesión yo insistí en que la iniciativa no siguió el procedimiento legislativo que establece nuestro Reglamento, y que esa iniciativa, en tanto no haya sido autorizada en su incorporación al orden del día y al debate legislativo, no debió haberse entrado en su discusión y en dictamen.

 

Después de distintas versiones de los hechos se planteó el analizar, el ampliar el turno de esta iniciativa, que no cubrió el procedimiento adecuado a la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, pero no se restableció, no se repuso todo el procedimiento legislativo, y creo que ese es un precedente desafortunado sobre el cual me van a decir que toda vez de que el Pleno lo está discutiendo hoy, tiene ya garantizada su fuente de legitimidad.

 

Yo espero, sinceramente, que esta no sea una práctica recurrente, porque eso no solamente demerita nuestro trabajo, sino demerita y fundamenta los términos de la relación de convivencia entre nosotros, y el apego a las normas que nosotros mismos nos dimos para el desempeño de nuestra función legislativa.

 

En segundo lugar, yo sí creo que hace falta ubicar con mayor precisión la Litis, el tema de fondo de esta discusión, porque en ningún momento he escuchado, por ejemplo, el asumir que el espectro radioeléctrico es un bien de la nación, y que este espectro se concesiona a particulares o a sectores de la sociedad, o a instituciones de carácter público, para que cumplan con una función de carácter público y de acuerdo con el interés social, y quien recibe una concesión está obligado a cumplir puntualmente los términos de la misma, y en ningún momento entrar a replantear o revisar los términos de su concesión como recurrentemente sucede en este país cada vez que se establecen términos para la inversión y el desarrollo de nuevas tecnologías o programas para el mejoramiento de las telecomunicaciones y la radiodifusión en el país.

 

Porque los concesionarios son eso, son los concesionarios de un bien de la nación, no son los propietarios de ese espacio o ese espectro radioeléctrico, y quizá son propietarios son de los fierros, pero están obligados a cumplir puntualmente su compromiso, los compromisos que suscribieron al recibir la concesión.

 

Y el prorrogar un año más las inversiones que se requieren para garantizar no solamente el apagón analógico, sino que la televisión digital y todos los instrumentos de la información y la comunicación lleguen a todo el país, va a dar un cheque en blanco para continuar profundizando la desigualdad en el desarrollo de nuestro país, porque hay que asumir que el hecho de que en las zonas de mayor marginación y pobreza en el país no existan las condiciones para acceder a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se ha convertido en un factor más de desigualdad.

 

Y lo que estamos hoy autorizando, lo que pretenden autorizar ustedes el día de hoy, la mayoría, es profundizar esa brecha de desigualdad al autorizar a los concesionarios privados, a las concesiones de carácter comercial, prorrogar sus inversiones, yo digo, no solamente por un año, sino quizá de manera indefinida, toda vez de que no les ha resultado rentable las inversiones en aquellas regiones del país que viven lamentablemente también en mayor rezago y desigualdad social.

 

Por eso hay que ser estricto en el cumplimiento de nuestras normas y en los términos de las concesiones, porque se llegó, como lo hicimos en la Reforma Constitucional, a establecer la obligación del Estado para garantizar el acceso de la población a través de un programa de la televisión digital, y se ha hecho una inversión pública para poder distribuir cerca de diez millones de pantallas de televisión, que si bien en su parte positiva  atienden pues a la necesidad de muchas familias mexicanas que no tienen los recursos para adquirir la nueva tecnología, también se convierte en  un subsidio a las televisoras para mantenerles o ampliar el mercado de comercialización que desarrollan a través de la comercialización de esta concesión.

 

Y por eso creo que es un error gravísimo, porque además de proteger intereses de particulares se seguirá profundizando la brecha de desigualdad en nuestro país.

 

Evidentemente hay avances en esta propuesta en el párrafo sexto del dictamen que nos presentan, aunque de acuerdo a la Reforma Constitucional que aquí aprobamos  se eliminó de la Constitución el términos de permisionarios, yo no sé por qué permanece, quizás por la premura con que se hace, establecer el concepto permisionario, cuando ya se habla de concesiones únicas desde la Reforma Constitucional, por lo menos corrijan eso, en el párrafo sexto.

 

Pero, en los siguientes  párrafos, en el séptimo, y particularmente en el séptimo  pues evidentemente la modificación del concepto de operadores por estaciones no modifica el cuestionamiento sustancial que hicimos desde un principio respecto a las estaciones complementarias donde la inmensa mayoría está en  manos de los concesionarios particulares.

 

Se han dado ya aquí los datos de número que representan, y cómo éstas están particularmente en  manos de las dos principales televisoras.

 

De acuerdo al Instituto Federal de Telecomunicaciones existen 717 señales principales de televisión, y 907 señales complementarias.

 

De estas 907,846 son concesiones, el 93.2 por ciento; y 61estaban registradas hasta ahora como permiso, por lo cual, 9 de cada 10 estaciones complementarias pertenecen a las dos grandes empresas del duopolio televisivo.

 

Yo creo que por eso es mi voto en contra, qué bueno que por lo menos se avanzó en  mejorar los aspectos vinculados con las concesiones públicas, sociales, comunitarias e indígenas, pero sigue siendo laxo, y no solamente laxo, sino profundamente complaciente con los concesionarios  privados a quienes les interesa el mercado, es  lógico, el lucro, y no enfrentar los problemas de desigualdad o el acceso a nuevas tecnologías a todos los mexicanos.

 

Muchas gracias.

0-0-0