Congreso debe ser vigilante de políticas públicas encaminadas a eliminar el trabajo infantil: De la Peña Gómez


Angélica de la Peña

Intervención de la Senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse a la declaratoria constitucional de la reforma al artículo 123 que eleva la edad mínima para trabajar, de 14 a 15 años de edad.

 

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG).- Gracias, señor presidente, con su venia.

Señoras senadoras, señores senadores.

 

Es muy importante esta declaratoria que reforma la Constitución para elevar un año más la admisión al trabajo de adolescentes, de 14 a 15 años; va en congruencia con los compromisos que México ha signado, de manera muy particular, el que tiene que ver con la Convención sobre  los Derechos de la Niñez.

 

Falta también que desde el Senado de la República sigamos insistiendo al Ejecutivo para que nos mande el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que plantea exactamente elevar la edad un año más, de 14 a 15 años de edad.

 

¿Por qué quiero hacer énfasis en este Convenio de la OIT? en primer lugar porque plantea el propio Convenio cuáles son las acciones que los Estado parte deben impulsar para que en la realidad, gradualmente se vaya garantizando que las niñas y los niños no realicen ningún tipo de trabajo, se dediquen a estudiar, a jugar, a la cultural, al deporte, al ocio, al juego; es decir, gocen de los derechos que tienen reconocidos en esos tratados internacionales y también en nuestra Constitución en su artículo 4º, que reconoce a niñas y niños como sujetos de derechos, estos es, a todas las personas menores de 18 años de edad les reconoce como sujetos de derechos plenos.

 

Y por supuesto, el que las entidades gubernamentales y la sociedad trabajen en corresponsabilidad y coadyuvancia , con esas acciones gubernamentales en los tres órdenes de gobierno par a ir realmente garantizando que las niñas y los niños no trabajen, no realicen no solamente las peores formas de trabajo infantil -que también está especificadas en la Convención que les he mencionado sino que también en el Convenio de la OIT 162- sino que logremos elevar en la realidad que solamente a partir de los 15 años, siempre que no abandonen su educación, por el menor tiempo posible y  claramente definidas las actividades que no pueden realizar.

La gradualidad que mandata la OIT se concreta de manera clara a partir de que -me estoy imaginando- los gobiernos en sus tres órdenes puedan ir determinando año con año que no haya una sola niña, un sólo niño que trabaje siendo menor de edad, y constatar de manera diagnóstica, con resultados precisos y concretos, que reflejen que efectivamente este precepto constitucional se convierta en una realidad para niñas y niños, a favor de los derechos humanos de niñas y niños.

 

El señor legislador que me antecedió en la palabra mencionaba con mucha puntualidad su preocupación que esta reforma constitucional, que dictamina varias iniciativas, tanto inscritas en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República, que concreta una iniciativa enviada por el Presidente de la República, por supuesto nos debe llamar la atención a que efectivamente cuidemos de no estar haciendo algo que no corresponde a lo que viven en su cotidianidad las niñas y los niños más marginados, más pobres, más excluidos de este país.

 

Hoy, hacer esta declaratoria de este artículo de nuestra Constitución es un mensaje -yo así lo veo- como un mensaje del Congreso de la Unión, del Congreso Permanente, sobre todo a esas niñas y niños que está sufriendo una gran marginalidad, a ellos va dirigida esta reforma; no a nuestras hijas, a nuestros hijos, que pueden viviendo con ciertas comodidades; no  a aquellas niñas y niños que van a la escuela todos los días; no a quienes tienen asegurado su derecho a la salud, a la vivienda, al juego, a ser amados; va dirigido a las niñas y a los niños menores 15 de años que están en las esquinas, que están siendo violentados, que no estudian, que forman parte de esos grupos identificados por el Rector de la UNAM como ni-nis.

 

Y de manera muy particular, revisar que efectivamente como sujetos de derechos, como lo dice el 4º constitucional, gocen de manera integral de todas y cada uno de sus derechos humanos, ese es el mensaje que debemos dar y tenemos que ser desde el Congreso, como uno de los poderes de la Unión, vigilantes de que las políticas públicas en los tres órdenes de gobierno sean congruentes con el precepto que hoy va a ser inscrito en la Constitución, para que ciertamente entones sí podamos decir hemos cumplido, que hemos asumido nuestra responsabilidad de proteger los derechos de las niñas, de los niños y adolescentes menores de 15 años de edad.

 

Es cuanto.

 

Muchas gracias por su atención.