Con reforma energética peligran ecosistemas, diversidad biológica y patrimonio cultural: Zoé Robledo


Zoé Robledo

Intervención del Senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar a favor de las reservas presentadas por la Senadora Dolores Padierna al dictamen por el que se expide la Ley de Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética y se reforman diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y por el que se expide la Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos.

Benjamín Robles Montoya, (BRM). Con permiso de la Presidencia de las Comisiones Unidas.

Un tema que es transversal a las principales leyes de toda esta Reforma y que se habla ahora que se está hablando y describiendo el modelo de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente, es propio y creo que este es un buen momento de hablar de qué es lo que pasa con las áreas naturales protegidas de nuestro país respecto a lo que dice este Dictamen.

Ésta ha sido, desde hace mucho tiempo, una muy legítima preocupación de los senadores del PRD y además muy señaladamente de grupos ambientalistas, particularmente Greenpeace.

Y es que con esta disposición que pernea a lo largo de distintos ordenamientos de la Reforma Energética, que denomina como interés social y que establece que las actividades de exploración y extracción, o las de la industria eléctrica para el tema de los tendidos, tendrán preferencia sobre cualquier otra; cualquier otra que implique el aprovechamiento de la superficie o del subsuelo de los terrenos, no solamente está vulnerando los derechos humanos de los legítimos propietarios de estas tierras.

No solamente vulnera también los derechos humanos de sus usufructuarios, asunto de lo que muchos de nuestros compañeros van a exponer en unos momentos más y que de verdad a mí me preocupa que nadie del PAN o del PRI haya subido a Tribuna a intentar explicar esto que es una muy legítima preocupación, sino que también, bueno, pues está ante el riesgo de que el patrimonio valiosísimo de los mexicanos, es decir, sus ecosistemas, su riqueza y su diversidad biológica, bueno, incluso su patrimonio cultural y arqueológica que ya cuentan con mecanismos de protección con las diferentes modalidades de área natural protegida, se pongan en riesgo con esta redacción.

Permítanme explicarlo para atenerme al tiempo y después plantear qué es lo que se propuso a nombre del Grupo Parlamentario, en voz de la senadora Dolores Padierna:

Al establecer preferencia de las actividades de exploración y de explotación sobre cualquier otra, así nada más como de tajo y sin excepciones, se deja abierta la puerta para que los ecosistemas más valiosos de nuestro país sean afectados en el mejor de los casos porque en otros van a ser de plano devastados.

Imaginemos solamente por un momento que áreas naturales como las de la Mariposa Monarca, en Michoacán, o Calakmul, allá en Campeche, o Los Tuxtlas, en Veracruz, o los Pantanos de Centla, en Tabasco, o el Parque Nacional de Tula, o la Reserva de la Biósfera de Montes Azules, en Chiapas, o cualquiera otra de las 176 áreas naturales protegidas del país, pudieran ser susceptibles de perder su protección porque ahí hubiera posibilidad de encontrar petróleo.

Esto es una preocupación que existe actualmente en el pueblo Lacandón, en la Reserva de Montes Azules, en la Selva Lacandona; o pongamos que no hay petróleo pero sí la necesidad de construir un tendido eléctrico, o como lo dice el dictamen, cualquier otra construcción relacionada con las actividades energéticas.

Creo que en ese momento muchos de nosotros seríamos llamados a cuentas, para explicar qué es lo que aprobamos. Yo como senador por Chiapas, me parece que es un tema de altísima prioridad y sobre el cual no se han tomado las previsiones adecuadas.

Me parece que es inaceptable que se ponga en riesgo este patrimonio, no sólo de mi estado, sino de todo el país e incluso del mundo, con un cuento que los chiapanecos nos sabemos muy bien, que es este que van y nos dicen que tenemos que sacrificar por el bien del país, por el bien del desarrollo y de la modernidad; y que después ahí van a venir los beneficios: que ahora sí habrá inversiones, que llegará el progreso, que llegarán las fuentes de empleo y que se instalará la modernidad por decreto.

Yo sólo quiero concluir, recordando esa triste historia, muy similar a lo que se está planteando el día de hoy, que fue hace 40 años cuando inició la construcción de la presa de Chicoasen, en Chiapas, que duró más de seis años, perdón, duró hasta 1980 para su inauguración; como ustedes saben, en la parte final del río Grijalva, por donde pasa el Cañón del Sumidero, y el día que el Presidente de la República de aquel entonces fue a inaugurar la presa de Chicoasen, el pueblo de Chicoasen que había sido desplazado e inundado, no tenía luz.

Ese es el cuento de siempre. Ahora, esto es una historia todavía peor, toda vez que pudiera dañar áreas naturales protegidas. En ese sentido es que se presenta esta propuesta, para simplemente añadir un párrafo que pudiera decir en el artículo 33 que cuando se trate de alguna área natural protegida, de alguna zona arqueológica o cualquier zona urbana o rural que pueda conllevar un impacto directo a la población local, la declaración de utilidad pública no surtirá efecto.

Me parece que querer modificar esta disposición es una preocupación legítima.

Ojalá mis compañeros de Acción Nacional la incluyan dentro de sus reservas; porque es necesario quitar el absolutismo y hacerlo compatible con otros valores de la nación, que no solamente tienen que ver con el asunto energético: es prioritario, pero hay temas que tienen que ver con horizontes muchísimo más amplios de los que queremos entender a esta, como una nación con futuro.

Muchas gracias.