Chantaje como moneda de cambio / El Universal


Miguel Barbosa

México experimenta una circunstancia peculiar. Por un lado, la mayoría de la población sigue con atención los juegos de la Selección Nacional de Fútbol en las canchas brasileñas y, por el otro, el Congreso de la Unión se encuentra paralizado, por una suerte de chantaje que el PAN ejerce sobre el PRI.

La población está atenta y contenta con el desempeño de su Selección. Triunfó uno cero, contra Camerún; empate a cero frente al anfitrión Brasil, y el marcador contundente de tres a uno sobre los croatas, han permitido que México avance a la segunda fase de la justa mundialista y que en el territorio nacional crezca un ambiente social de apoyo a su Selección y de simpatía a su polémico técnico Miguel “El Piojo” Herrera. Lo henos dicho en otras ocasiones, la afición de la población mexicana por el fútbol no es un asunto frívolo.

Mientras la Selección va bien, el Congreso de la Unión está paralizado en el desahogo de dos grupos de reformas de gran relevancia para el desarrollo de nuestro país: el paquete de Energía y el paquete Telecom.

En materia de comunicaciones, hemos establecido una ruta de negociación legislativa para garantizar que este paquete de reformas se ajuste a lo dispuesto en la reforma constitucional en la materia y no, como lo pretendía la iniciativa del Ejecutivo, que protegía intereses particulares.

La reforma en materia energética que presentó el Ejecutivo representa un verdadero despojo para la Nación; por lo cual, el PRD ha expresado su enérgico rechazo a estos cambios que afectarían gravemente el patrimonio energético nacional y que provocaría la desaparición de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El PRI intentó dar tramite a las reformas legales en materia energética en diez días. En el acuerdo de procedimiento que impuso este partido, junto con el PAN y el PVEM, se pretendía discutir sin aprobar la totalidad de los dictámenes entre el 10 y el 23 de junio.

En estos días, hemos manifestado nuestra total inconformidad por un método de trabajo de las Comisiones de Energía y de Estudios Legislativos Primera, porque violentaba el reglamento del Senado con toda firmeza.

El viernes 14 de junio, abandonamos la sesión de comisiones unidas para que pudiera restablecerse la legalidad y regresamos cuando existió el compromiso de que, en su momento, en el Pleno del Senado, la discusión se desarrollaría conforme al Reglamento y estricto apego a la legalidad.

Un comportamiento diferente han tenido los grupos parlamentarios del PAN, en el Senado y en la Cámara de Diputados, que primero aparecen como colaboradores totales del gobierno y después, como un grupo de presión que condiciona su presencia y apoyo como moneda de cambio para negociar con el PRI y con el Gobierno Federal propuestas y reformas desde su particular punto de vista.

Esta estrategia del PAN no sorprende, pues desde antes de ser Gobierno, este partido demostró su inclinación por los acuerdos bilaterales.

Lo que resulta peculiar y desde un punto de vista novedoso, es la debilidad del Gobierno para ceder a los chantajes panistas.

Por la vía de los hechos, la reforma energética se resolverá después del Mundial de Fútbol. No por un tema de atención de la población a los temas del Congreso, sino tristemente porque el Gobierno ha cedido a los chantajes del PAN, como lo hizo el pasado 19 de junio cuando acordó terminar abruptamente con el periodo extraordinario, sin haber abordado la reforma al artículo 87 de la Ley de Partidos Políticos.

Sin importar chantajes, el Grupo Parlamentario del PRD seguirá firme en su estrategia para impedir el despojo de nuestro patrimonio energético.