El panorama en el mercado laboral del país exige diseñar, integrar y conciliar la normatividad y las acciones para la conformación de una política nacional que garantice la generación de empleo digno y de calidad.
Sabemos que en el mundo más de 197.1 millones de personas estaban desempleadas en 2015 y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proyecta que, tan solo en México, en 2016 y 2017, habrá 2.4 millones de desempleados.
Sin ir más lejos, hoy en nuestro querido Tabasco la caída del petróleo y la situación financiera nacional y mundial, han tenido un importante impacto negativo en las posibilidades de empleo de nuestros paisanos, a pesar de los esfuerzos del gobierno estatal para instrumentar nuevos programas que sin duda ayudan a paliar la situación.
Este panorama, requiere medidas urgentes, entre ellas, legislativas, por ello, en el Senado presenté un proyecto de decreto para modificar las leyes e impulsar el incremento sostenido de la productividad y la competitividad de la economía nacional.
Estas acciones permitirán establecer y conducir la política nacional de empleo digno y decente mediante la coordinación de las secretarías de Trabajo y Previsión Social, Economía, Ganadería, entre otras instituciones; la adopción de una cultura del trabajo digno, el respeto a los derechos laborales y de seguridad social para las personas en la economía formal e informal, la erradicación del trabajo infantil, el salario mínimo remunerador, entre otras cosas.
Urge a México y, en especial, a Tabasco, que desde todos los frentes posibles: leyes, instituciones, empresas, gobiernos de todos los niveles, se impulsen e instrumenten acciones concretas para abrir oportunidades de empleo digno y decente para todos.
Cumplamos cada quien con su parte, nuestro querido pueblo merece lo mejor.
