Informar en la violencia / El Universal


Hace una semana el periodista Javier Valdez Cárdenas fue asesinado. Javier, además de sus libros, publicaba en RíoDoce, uno de los pocos medios independientes en el país que ha abordado de manera valiente el grave problema que representa la violencia y el narcotráfico en nuestro país. El homicidio de Javier Valdez, aunque intenten negarlo, es consecuencia de la impunidad y de la complicidad de los tres órdenes de gobierno porque, tan solo en lo que va del año, 6 periodistas han sido asesinados; porque desde el año 2000, han perdido la vida 122 periodistas y, hasta hoy, no hay una sola pista o evidencia que nos hagan creer que cualquiera de estos homicidios puede ser resuelto.

Detrás del asesinato de Javier no solo hay una vida arrebatada, también están los sueños y la vida de familias enteras que ven cómo la justicia ha perdido poco a poco su significado y que ven cómo el crimen organizado se apodera de nuestras vidas. Pero detrás del asesinato de Javier hay un mensaje que algunos quieren mandar: ser periodista e informar en la violencia cuesta; que decidir no guardar silencio, que decidir no ser cómplice es motivo suficiente para perder la vida y esto, en un país que se dice democrático, no se puede permitir.

Es por eso que hoy más que nunca, quienes a través de los partidos políticos formamos parte de la vida pública del país, tenemos que admitir que hemos fallado, que no hemos estado a la altura de las exigencias que demanda el país y debemos actuar en consecuencia.

En el PRD estamos conscientes que esto y, ante el momento de definiciones, demostraremos nuestra voluntad para transformar la difícil situación que hoy nos toca vivir. Por eso, como presidenta del Partido de la Revolución Democrática y como mexicana, hago un llamado para que el Congreso abra un amplio debate sobre cómo mejorar y ampliar las facultades de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) y del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

En este debate deben participar especialistas en el tema y debe servir, sobre todo, para que las voces de los periodistas de nuestro país sean escuchadas y sus exigencias encuentren un cauce. Uno de los primeros puntos de partida de este debate debe ser, sin duda, cómo revertir la mala decisión del gobierno federal de no otorgar un solo peso para este año 2017 al Mecanismo de Protección.

Otro de los puntos que debemos abordar, por ejemplo, es la de cómo generar una política integral para proteger a los periodistas y esta pasa por mejorar el Sistema Nacional Anticorrupción, por hacer más eficiente y menos costoso el Poder Judicial, por discutir las implicaciones que tiene la política internacional de prohibición de las drogas y sus consecuencias en la seguridad nacional y, sobre todo, el combate a la impunidad que ha permeado en todos los ámbitos posibles de nuestro país.

“Que nos maten a todos, si es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio”; “no tengo miedo, estoy dando la cara, no tengo miedo”, fueron las palabras de Javier Valdez y de Maximino Rodríguez, dos periodistas asesinados en este año. Hoy nos toca dar la cara por ellos, hoy nos toca demostrar que en los momentos más oscuros el periodismo es una pequeña luz al final del túnel.

 

Presidenta nacional del PRD.

@Ale_BarralesM

FB: AlejandraBarrales