La visita del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, fue un error con graves consecuencias y un agravio profundo a la dignidad de México como nación, coincidieron senadores del Grupo Parlamentario del PRD.
Al participar en el debate de la agenda política, el senador Zoé Robledo sostuvo que el encuentro entre el presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump es uno de los más profundos errores del cual aún no alcanzamos a ver las consecuencias que tendrá para la relación de dos países.
“No solamente para la decisión de una elección, las consecuencias que tendrá en la forma en que los ciudadanos se sienten representados por su gobierno”, agregó.
Robledo consideró que se trató de una decisión de un solo hombre que provocó ira y vergüenza, un error que se tomó con soberbia, sobreestimando las propias capacidades del señor presidente, y que revela una profunda falta de entendimiento con lo que están sintiendo los mexicanos.
“Error que va a llevar del discurso del odio, quizá, a las acciones de odio; error que va a llevar del discurso de la intolerancia, quizá, a crímenes de intolerancia; ¿quieren ser cómplices de eso? reconozcamos el error, es lo único que nos puede salvar en este momento”, manifestó.
Por su parte, el senador Luis Humberto Fernández Fuentes afirmó que el asunto es un error grave y costoso y lamentó que el Gobierno pudiera pensar que entrometerse en un proceso interno de una nación soberana era algo pertinente.
Sostuvo que es una mala idea suponer que la ciudadanía les aplaudiría o que Trump cambiaría de opinión cundo no había ningún escenario para que el Gobierno mexicano saliera airoso y sólo mostró vulnerabilidad y falta de autoridad.
“Se ha dicho que el Presidente fue valiente, pues no lo vimos, no en actitud y no en contenido, se le dio al señor Trump un trato y una atención no digna de alguien que agravia y ofende a México”, subrayó.
Fernández Fuentes condenó que después de la reunión, Donald Trump salió sólo para refrendar con más vehemencia y fuerza sus dichos, incentivado seguramente por la debilidad que vio.
“Este senado debe tener una respuesta institucional clara, contundente y trascendente, y sí coincidimos, pedimos la unidad pero la unidad en la dignidad nacional”, añadió.
En su turno, el senador Fidel Demédicis destacó que desde la primera declaración en contra del pueblo de México, el Gobierno de la República debió haber mandado sendas cartas pidiéndole, exigiéndole a Donald Trump que se disculpara, con el pueblo de México por las descalificaciones que estaba haciendo.
“Es importante que el Senado de la República reaccione como lo están haciendo algunos de sus senadores de manera digna, frente a una agresión cobarde que nos está haciendo un extranjero de un país que históricamente ha violentado nuestros derechos humanos, a nuestros connacionales y que históricamente han sido vividores de México”, dijo.
La senadora Angélica de la Peña Gómez llamó al pleno del Senado a asumir la responsabilidad y pedirle al Presidente de la República el reconocimiento de su equivocación.
“El problema es pedirle cuentas al Presidente de la República por tomar una decisión realmente equivocada, ése es el tema, no otro; no venir a hablarnos las relaciones de México ni hablar de la personalidad de Donald Trump”, mencionó la legisladora.
El senador Mario Delgado planteó un análisis respecto a la visita de Donald Trump a México; en un primer plano manifestó que la visita se volvió funcional en torno a sus condiciones de campaña.
El legislador apuntó que el presidente Enrique Peña Nieto pretendió disculpar a Trump ante las ofensas hacia el pueblo mexicano y aceptó de manera implícita la construcción del muro.
Además, dijo, Enrique Peña Nieto “acepta sin más la renegociación del Tratado de Libre Comercio a un personaje que no representa al pueblo, ni al gobierno norteamericano; y peor aún, a un personaje que ha declarado que el TLC sólo ha favorecido a México y que le ha robado los empleos a los estadounidenses”.
El senador Isidro Pedraza Chávez reiteró su posición en términos de rechazar las imputaciones de Donald Trump hacia los mexicanos y llamó a considerar la creación de un tratado de derechos humanos con Estados Unidos que permita resolver temas que están en la agenda bilateral en materia de migración.
“Si hoy, solamente como candidato declara y no se muerde la lengua para ponernos epítetos, habría que trabajar nosotros para que pudiéramos entonces prever la actitud agresiva y discriminatorio que usa contra los mexicanos”, dijo.
Enfatizó que tendría que tomarse en cuenta ese tratado de derechos humanos como medida preventiva pero también antes de que concluya el mandato de Barack Obama, quien ha expulsado el mayor número de mexicanos.
“Habría que establecer un documento y una serie de documentos que enderecen la acción para proteger los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos”, concluyó.
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