Ciudad de México, 31 de mayo de 2021.
Con su permiso presidente. Compañeras legisladoras y compañeros legisladores. Tal como se ha reiterado en otras ocasiones, este proceso electoral es histórico. Histórico en sus cifras de posible participación ciudadana, por el número de cargos a renovar, por el número de casillas a instalar o el número de funcionarios de casilla, pero es histórico también el grado de violencia que ha dejado consigo.
Con lo anterior, no solo me refiero a las acusaciones y descalificaciones que se han dado tanto en los medios, en los eventos de campaña o aquí mismo en este Salón de la Comisión Permanente. Me refiero a la pérdida de vidas, de candidatas y candidatos, de las cuales, desafortunadamente ningún partido político es ajeno. Hoy, todas las expresiones políticas han sufrido amenazas, agresiones, privaciones ilegales de la libertad, robos, intimidaciones, y en casos graves, asesinatos de sus militantes o candidatos.
Desde el 7 de septiembre, cuando inició el proceso electoral y hasta el pasado 20 de marzo, se contabilizaban 61 homicidios, sin embargo, entre el 21 de marzo y el 30 de mayo se cometieron 27 más, es decir, un incremento de 39 por ciento en solo dos meses. Es decir 88 candidatos y políticos asesinados.
Por ello, queremos hacer un llamado primeramente a todas y todos ustedes a que disminúyannos la estridencia de nuestros pronunciamientos, no por reconvenir o coartar la libertad de expresión de todas y todos ustedes, sino para disminuir el grado de polarización de estas elecciones.
Prueba de lo anterior, es la sesión de la Comisión Permanente del pasado 19 de mayo, en la que el nivel de confrontación verbal y descalificación solo es superado por la furia las balas en otras partes del país. Este conjunto de descalificaciones, estoy convencido, no abona a la confianza ciudadana, menos aún, a la idea de que los procesos electorales son medios pacíficos para la decisión de quien debe representar a las y los ciudadanos.
Por ello, desde el Grupo Parlamentario del PRD y del mío propio, hacemos un llamado muy respetuoso a una tregua en las descalificaciones y en la desconfianza a las Instituciones electorales. Hoy creo, y debo decirlo fuerte y claro, debemos unirnos, levantar la voz, no para la descalificación, sino para decir: basta a las agresiones.
Levantar la voz, pero para exigir a las autoridades de cada entidad y al gobierno federal que redoblen sus esfuerzos para proteger a las y los candidatos. Todas y todos ellos, quienes desgraciadamente han perdido la vida, representaban a ciudadanas y ciudadanos convencidos, desde sus convicciones, de que un mejor México sí es posible.
Levantemos la voz para reafirmar que los procesos electorales, con autoridades autónomas e independientes, llegaron para quedarse, que no son una concesión de los gobernantes, sino son parte de las conquistas que las y los ciudadanos han ganado en la lucha democrática de nuestro país.
El PRD es parte y seguirá siendo parte de esta lucha, desafortunadamente es de los pocos partidos que han perdido a tantos miembros en ella. Por ello, hacemos este llamado respetuoso a todas y todos, que no seamos parte de quienes asedian a la democracia, queremos vivir en ella y ser parte de ella, de su construcción y su fortalecimiento. Que no, por ningún motivo, nos despreocupemos, que la violencia, en todas sus expresiones, solo deslava y debilita al Estado democrático.
No permitamos que esta elección pase a la historia por las cifras de terror. No podemos estarnos acostumbrando día con día, cada tres o cada seis años con este tipo de situaciones, no podemos, no podemos acostumbrarnos, por eso los invito a que podamos contribuir a un proceso electoral en paz y tranquilidad. Por su atención, muchas gracias.
