Ciudad de México, 01 de marzo de 2022.
Con su permiso presidenta y demás integrantes de la misma. Queridas senadoras y senadores, amigos, amigas todas, todos; compañeras, compañeros. Si me lo permite la presidencia, quiero hacer en una sola intervención el posicionamiento del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática respecto a los dos embajadores que estoy seguro van a ser ratificados por esta soberanía.
Ante la realidad internacional que estamos viviendo, las relaciones diplomáticas asumen una importancia mayor. Por ello, las personas designadas deben cumplir con el perfil profesional y la experiencia que requiere el cargo, ya que representan al Estado Mexicano, y no una ideología o posicionamiento político, ni pago de favores electorales.
Hoy, como ayer, las relaciones diplomáticas forman, junto con el comercio, la comunicación y la paz, el fundamento esencial de una sociedad internacional cuyo entramado de relaciones y actores ha experimentado una constante y creciente complejidad en evolución, y a la cual nos debemos adaptar.
En consecuencia, la ratificación que haremos de los ciudadanos: Daniel Alberto Cámara Ávalos, como embajador extraordinario y plenipotenciario de México en la República de Haití y el ciudadano Pablo Monroy Conesa, como embajador extraordinario y Plenipotenciario de México en la República del Perú, dan muestra de la necesidad de designar a personas que cuentan con un amplio conocimiento sobre los países a los cuales fueron designados o propuestas. Naciones con ideologías político-religiosas, usos y costumbres distintos, pero unidos con la finalidad de lograr la hermandad entre los países de América.
A través de la designación de Daniel Alberto Cámara Ávalos, ante la República de Haití. Se buscará reforzar, sin duda, el diálogo franco y respetuoso que se refleja en los encuentros del más alto nivel y cuya relación ha cumplido ya 92 años.
Seguiremos siendo un apoyo a este país que ha sufrido en los últimos años, diversas catástrofes naturales y también políticas, por lo que debemos ampliar las acciones de cooperación técnica-científica, educativa-cultural, así como de los sectores económico, comercial y turístico.
Como embajada en un país que sufre de una inestabilidad política y social, se debe garantizar la seguridad de las inversiones incipientes que tiene nuestro país, como en el caso de la empresa Cemex, primer y único inversionista mexicano significativo en Haití, a través del diálogo y la cooperación bilateral, respetuosa.
En el caso de la designación del ciudadano Pablo Monroy Conesa, ante la República del Perú, la embajada tiene una gran responsabilidad en conducir el dialogo político de tal manera que las declaraciones u opiniones de nuestro Ejecutivo Federal, sobre los asuntos internos de ese país, no repercutan en las buenas relaciones que se tiene con esta nación.
La cooperación con nuestro quinto socio comercial en América Latina; debe motivarnos a ampliar los lazos que nos unen desde 1823, es decir, 199 años, los cuales se caracterizan por su carácter multicultural y pluriétnico, como naciones herederas de las civilizaciones prehispánicas más antiguas y diversas de América.
Además de que ambos países comparten similitudes históricas, culturales, naturales y artísticas, razón por la cual, el turismo es y debe ser, un motor de hermandad y nuevas relaciones con Perú.
Maestro Monroy Conesa, tiene en sus manos, además de las múltiples tareas, la de promocionar nuestra riqueza turística, por ello cuente conmigo con un servidor y con el Grupo Parlamentario, para hacer de esta noble industria, un medio para impulsar del desarrollo de nuestro país.
Finalmente, el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática votará a favor de la ratificación de ambos embajadores, pues son excelentes profesionales que estoy seguro representarán al Estado Mexicano en su conjunto con profesionalismo y capacidad. Muchas gracias por su atención.
