Ciudad de México, 10 de febrero de 2022.
Gracias presidente. Compañeras senadoras y compañeros senadores. Para el Grupo Parlamentario del PRD, el dictamen que se pone a nuestra consideración por las Comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos Primera, es por supuesto un motivo de satisfacción, porque se trata de un homenaje, un recuerdo a la grandeza de la gente de nuestro país y por supuesto, de la Ciudad de México.
El profesor Miguel León Portilla ha referido que la Ciudad de México junto con Roma y Jerusalén, son urbes que tienen una profecía sobre su destino, así podemos ver en sus notas, así lo dejó plasmado, de ello dan cuenta los códices que consignan: “En tanto que dure el mundo, no acabará, no perecerá la gloria, la fama de México Tenochtitlán”. Así está referido en la primera Constitución de esta ciudad.
Por eso la fecha del 19 de septiembre es una ocasión propicia para recordar esa grandeza y por supuesto, la de su gente. La inclusión de esta efeméride en la lista de fechas en las que nuestro lábaro patrio se iza a media asta es un múltiple homenaje, un recordatorio público del dolor y de la tristeza que causaron los desastres naturales, que pusieron a prueba los más altos valores de la ciudadanía, de la ciudad, de su gente.
La bandera a media asta también nos recuerda a las víctimas fatales de esta tragedia, quienes sin duda nos inspiran para seguir trabajando en las próximas generaciones, pero también es un homenaje propicio para el heroísmo, la valentía y por supuesto, la solidaridad de todos y todas quienes en los dos eventos salieron a las calles.
Miles de hombres y mujeres que, sin entrenamientos, sin herramientas encabezaron maniobras de rescate con arrojo, con valentía, quienes dieron una nueva dimensión a la palabra solidaridad, ya que no basta la valentía ni el patriotismo, sino estas tienen el sentido de ayuda, de servicio a los demás.
Es también un homenaje propicio para el Heroico Cuerpo de Bomberos, para todos y cada uno de los hombres y mujeres de los diferentes cuerpos de rescate, una dura lección para la ciudad, pero por supuesto también un reforzamiento en su resiliencia.
Hoy la capital cuenta con el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), que desde 1989 creó la primera alerta sísmica del país, hoy también más de ocho mil altavoces dan cuenta de este señalamiento.
Todavía tenemos algunos pendientes, aquí mismo en el Senado se ha platicado la necesidad de impulsar el alertamiento para las personas ciegas, pero por supuesto que es de reconocer este homenaje, por eso nosotros estaremos votando a favor.
Quiero finalizar recordando a Juan Villoro quien expresó sobre estos dos sismos: “Si dos rayos caen sobre el mismo sitio… seguiremos con el puño en alto.” Enhorabuena. Muchas gracias por las comisiones, y las compañeras y compañeros que trabajaron en ello.
