Versión del senador del Grupo Parlamentario del PRD, Juan Manuel Fócil Pérez, para referirse al análisis del Segundo Informe de Gobierno del presidente de la República, en materia de Política Social.


Ciudad de México, 14 de septiembre de 2020.

 

Buenos días compañeras senadoras y senadores, con su permiso presidente. Hace más de 100 años que nuestra Constitución Política recogió las aspiraciones revolucionarias para forjar un nuevo proyecto de nación, fundado en la justicia y el bienestar social, donde estos elementos se vuelven prioridades en las agendas de los gobiernos y que deben materializarse con políticas públicas en diferentes áreas como la salud, vivienda, trabajo, seguridad social y educación. En este sentido será nuestro posicionamiento como representantes del pueblo de México, por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En el sector salud, antes de la llegada del COVID-19, el sector se encontraba inmerso en la incertidumbre, en una lucha del gobierno contra empresarios de la salud; en una lucha entre instituciones de Salud con Hacienda, con Cofepris, para decidir qué medicinas comprar para acabar con la corrupción y la mala atención de la salud que existía, y así se llevaron casi un año entre estos conflictos externos e internos dejando el estado de atención a la salud en peores condiciones. Ahora aseguran que son más eficientes y menos corruptos, pero han acabado con el presupuesto anual en la salud y además le metieron mano a 40 mil millones de pesos del Fondo de Protección para Gastos Catastróficos, para crear el Insabi, un Instituto que hoy en día opera de manera irregular, pues carece de reglas de operación y que llegó para reemplazar una política pública como el Seguro Popular, que aun con sus deficiencias funcionaba para miles de mexicanos.

De dicho Fondo de Gastos Catastróficos, institutos nacionales de salud, hospitales de alta especialidad y fundaciones financiaban la atención de distintas enfermedades como cáncer, sida; trasplantes de médula ósea, córneas, trasplantes renales de hígado, corazón y pulmón, dicho recorte de recursos dejó en el desamparo a quienes son víctimas de estos padecimientos. Queda como ejemplo los pacientes de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), donde más de ocho mil mujeres quedaron sin atención durante mucho tiempo, por falta de presupuesto para sus tratamientos, a esta lista se le suman las quejas de los padres de niños con cáncer, quienes desde finales del año pasado han señalado en múltiples ocasiones la fata de medicamentos e insumos para continuar con sus tratamientos.

La tragedia no para aquí, en plena crisis sanitaria, con forme al Informe de Avance Físico y Financiero de los Programas Presupuestarios, de enero-mayo de 2020, indican un recorte al sector de la salud del 1.5 por ciento del presupuesto; en este mismo periodo, nuestro país alcanzó el primer lugar a nivel mundial en muertes de personal médico por COVID-19 con mil 320 decesos, por encima de Estados Unidos y Reino Unido.

Y ahora este Insabi que no tiene reglas, nos sorprende porque entre sus actividades también está comprar billetes para la rifa del avión presidencial, para lo cual sí tuvo dinero y destinó 500 millones de pesos en la compra de un millón de billetes de esa lotería, los cuales están repartiéndose, según se sabe, en los hospitales públicos. Todavía no atienden los problemas propios de la salud, para lo que fue creado el Insabi, porque les falta dinero y ahora compra billetes de lotería. ¡Que alguien nos explique qué está pasando! Pero es más difícil entender los siguiente: el gobierno de la 4T sumándose a la indignación del pueblo de México porque se haya invertido tanto dinero en un avión tan lujoso, deciden venderlo, “porque no puede haber gobierno rico con lujos, siendo México un pueblo tan pobre”, pero resulta que en esta rifa, es el mismo gobierno con el dinero del pueblo que está comprando los boletos de la rifa del avión y además, al final el gobierno se quedará con el avión lujoso.

Entonces yo me pregunto: ¿no es esto un insulto que se queden con un avión tan lujoso? y ¿qué clase de negocios están haciendo donde el mismo gobierno, con el mismo dinero del pueblo está comprando los mismos boletos de la rifa del avión?, en verdad es algo increíble. La salud pública no es algo que deba tomarse a la ligera, no bastan sorteos o buenas intenciones, debemos ver resultados y a dos años no hay mejor atención a la salud, la política social de salud está reprobada, antes con los hospitales semidestruidos y con tanta corrupción había mejor atención que ahora que dicen que son mejores.

En programas sociales el PRD votó junto con los demás partidos que se estableciera en la Constitución apoyo a adultos mayores, lo que se llama Pensión de Adultos Mayores y apoyos económicos a personas con discapacidad hasta los 18 años -fue la propuesta que hizo el gobierno de Morena- y becas para estudiantes en todos los niveles, de estos programas es obvio que es algo muy positivo para nuestro pueblo, qué bueno que se esté destinando el recurso, pero me queda claro y lo expuse cuando me tocó hablar sobre este tema, que no estoy de acuerdo que a los discapacitados sólo se les apoye hasta los 18 años, porque de más edad es cuando más se sufren los padecimientos de discapacidad, así que el que estemos abandonando a estas personas después de los 18 años, pues es verdaderamente lamentable y un crimen para estas personas, y cuando hablamos de pensiones, no estoy de acuerdo que se le esté dando Pensión de Adultos Mayores a gente que tiene pensiones o jubilaciones porque trabajaron en Pemex, en el IMSS, en el ISSSTE, hasta ellos están alcanzando esta Pensión de Adultos Mayores cuando reciben pensiones de 40, 50, 60 mil pesos mensuales, este dinero es el que se debe destinar a los discapacitados mayores de 19 años, hasta la edad que tengan.

Entonces, ese voto del PRD ha hecho que sea una obligación constitucional del gobierno que este en funciones, sea el partido que sea, atender a los adultos mayores, discapacitados y las becas a universitarios, las cuales, por cierto, la queja de muchos universitarios es que son muy escasas y que no se vale que con otro tipo de programas como Construyendo el Futuro, estén apoyando a personas que ni trabajan ni estudian. Aunado a lo anterior, las acciones de la administración en turno pueden resultar paradójicas en cuanto a bienestar social se refiere, pues distintos programas sociales, con evaluaciones favorables y que habían demostrado ser efectivos, como el Prospera que se les daba a las mamas, fue eliminado; el Programa de Coinversión Social para apoyar deficiencias en nuestra sociedad, fue eliminado y las estancias Infantiles fueron canceladas. Mi apreciación es que debieron corregir lo que estuviera mal y que las instituciones siguieran fortaleciéndose.

Se modificó la denominación y reglas de operación de algunos programas y se implementaron otros nuevos como Jóvenes Construyendo el Futuro, muy mal administrados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que ha generado una corrupción terrible y resultados verdaderamente decepcionantes. El primer año se dilapidaron casi 44 mil millones de pesos con una efectividad del 20 por ciento, o sea, tiramos a la basura, del pueblo de México, 32 mil millones de pesos. Hay falta de metodología, hay falta de directrices, reglas claras en este Construyendo el Futuro, ya lo he comentado también en otras intervenciones de hace un año, cómo hay tanta corrupción que todo el mundo se reparte el dinero y los muchachos no llegan a trabajar.

Aunado a lo anterior, la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción señala que el padrón de beneficiarios es incompleto e inverificable, pues la información ofrecida por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social es parcial, omitiendo datos relevantes como Registro Federal de Causantes, razón o denominación social o dirección de los centros de trabajo, haciendo imposible la comprobación de los datos, lo cual obstaculiza la rendición de cuentas y transparencia del manejo de los recursos públicos. Esta tendencia impera en la mayoría de los programas sociales pues desde la implementación, la polémica ha estado presente, la falta de reglas de operación fomenta la corrupción y el mal desempeño, genera incertidumbre respecto a sus funcionamientos y una presunción de discrecionalidad en todos los programas sociales, y es que aquí debe haber mucha claridad porque se está manejando el dinero del pueblo, no es dinero del bolsillo de ningún funcionario público.

El programa Sembrando Vidas, que es otro de los programas donde actualmente hay alrededor de 320 mil personas, es un programa que también le falta mucho en sus reglas de operación, no hay reglas claras, no hay capacitación, no hay acompañamiento técnico, la verdad es que los resultados también son muy pobres y la cantidad invertida también es muy grande, cerca de 28 mil millones de pesos. Y yo quisiera que estos programas como Sembrando Vidas, que se han cacaraqueado tanto y que dicen que son un ejemplo y que nos están copiando otros países, sin que sepamos cuales son los países que están copiando estos programas, que desde mi apreciación no han funcionado correctamente, saber cuánto más estamos produciendo y ojalá que esto no sea un programa electorero que solo sirva para cachar votos para la Cuarta Transformación. Muchas gracias, buenos días.