Ciudad de México, 19 de agosto de 2020.
Compañeras legisladoras, compañeros legisladores. La pandemia de COVID 19 está modificando a diario nuestras actividades, nuestro entorno, una de las actividades con mayores cambios es precisamente la del trabajo, a la que se refería ya mi amiga Verónica, nosotros mismos en este momento estamos en una sesión con adaptaciones y por supuesto, con uso de tecnología, en la Comisión Permanente; la pandemia está provocando una evolución y como dicen algunos expertos, también una revolución y esa revolución también está tocando el campo de los trabajadores y viene en parte a ser complemento de lo que ha platicado ya aquí Verónica, lo que hoy el Grupo Parlamentario del PRD propone.
Es una iniciativa para incorporar la posibilidad del teletrabajo desde el asidero de la propia Constitución, no estamos hablando ya de las leyes, sabemos que hay ya varias iniciativas y que se tendrán en su momento que homologar porque yo no tengo duda que esto va a ser una realidad, si no estamos hablando del asidero constitucional que desde mi punto de vista es necesario, en el Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por ello, proponemos la modificación legal tanto en el Apartado A, así como en el Apartado B, es decir, establecer este soporte constitucional tanto para los trabajadores que realizan su actividad de manera privada como para los trabajadores al servicio del Estado.
Aprovechamos esta iniciativa y esta revisión al Artículo 123 para componer también algo que siempre defiende mi compañera Malú Micher, que es el lenguaje inclusivo y estamos sustituyendo algunas palabras, por ejemplo la de “trabajadores” por personas trabajadoras, la de “empleados domésticos o empleadas domésticas” por trabajadoras y trabajadores del hogar y la de “patrón” por persona empleadora, es decir, estamos haciendo una revisión integral en cuando a ese uso del lenguaje inclusivo y haciendo esta propuesta, que conforme lo que se ha podido analizar tiene ya un avance sustancial en varias naciones, en otros países, así en Suecia, Finlandia, Estados Unidos, en donde se está cada vez haciendo más frecuente el trabajo en casa, el trabajo a distancia y por supuesto, dar la garantía a las trabajadoras y a los trabajadores, de que todos sus derechos también están soportados y cuentan con un respaldo jurídico.
En América Latina también ya se está viviendo esta experiencia, en América Latina ya tenemos naciones como Costa Rica, Perú, Argentina, Colombia, Chile, que tienen modificaciones en sus leyes del trabajo, a sus marcos jurídicos, para cumplir con esta preocupación, que es una preocupación por supuesto que ha externado la OIT, de tener un teletrabajo pero claramente regulado y claramente con un soporte jurídico, bastante y suficiente.
De las experiencias que se han tenido, también tenemos ya algunas mediciones en donde se dice que cuando menos el 51 por ciento de participantes han considerado que su productividad pueda incrementarse con el teletrabajo; el 75 por ciento por supuesto también habla de ahorro en algunos gastos como pudiera ser el transporte público, el uso del automóvil, las repercusiones en la convivencia y el efecto hacia el medio ambiente también son una realidad, pero no debemos de perder de vista la parte de los derechos de las trabajadoras, de los trabajadores y por supuesto también, de la parte de las personas empleadoras.
Entonces, esto es lo que estamos proponiendo el día de hoy y es precisamente lo que vamos a poner en su momento para debatir, en este caso concreto la inclusión desde el soporte mismo constitucional en el 123, tanto Apartado A como Apartado B, de la posibilidad del teletrabajo para poder cubrir tanto a los trabajadores que realizan su labor de manera privada como los propios trabajadores al servicio del Estado. Es cuanto presidenta, muchas gracias.
