Urgente, legislar sobre la regulación del uso de la marihuana: Mario Delgado


Intervención en tribuna del senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD,  donde presenta una iniciativa por la que se reforman diversas disposiciones de la Ley General de Salud.

 

Mario Delgado Carrillo, (MDC): Muchas gracias, Presidente.

 

Compañeros, compañeras, senadores, senadoras.

 

El día de ayer ocurrió un hecho histórico para nuestro país, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a esa muralla infranqueable del prohibicionismo que durante años ha regulado la política de drogas en este país y en muchos otros con costos tremendos en materia de derechos humanos y un fracaso absoluto en el objetivo que perseguía de reducir el consumo de drogas, esa enorme muralla ya tiene una grieta.

 

Y por esa grieta, entra una luz, una luz de esperanza de que podamos pensar diferente y podamos empezar a tener una política de drogas basada en los derechos humanos y en la reducción de riesgos y daños.

 

Es un evento muy importante con mucho significado para nuestro país, aunque evidentemente y todos lo sabemos, desde el punto de vista jurídico tiene restricciones muy importantes.

 

Este amparo que da la Suprema Corte para sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer y transportar estupefaciente denominado cannabis y el psicotrópico THC para su uso lúdico y recreativo al colectivo Smart.

 

Sin embargo, tiene lecciones muy importantes lo que nos deja la Corte, qué nos dice la Corte; que la prohibición absoluta del uso de la marihuana viola el derecho humano a la determinación de la personalidad, el Estado tiene la obligación de proteger la salud, pero las medidas, la legislación y la política pública deben ser adecuadas, idóneas y proporcionales.

 

Es decir, no se puede caer como lo hace la Ley General de Salud en una cuestión totalmente desproporcionada donde lo único que se ofrece para detener o para controlar las drogas ilícitas es la cárcel.

 

Cuando puede haber en el medio muchos otros instrumentos como campañas de prevención y de más.

 

Dice la Corte también que está droga, la  marihuana, es menos dañina que el alcohol y el tabaco, también que tiene un bajo grado de probabilidad de generar dependencia de al menos de apenas el nueve o 10 por ciento de los consumidores generan dependencia según los estudios.

 

También nos dice la Corte que el uso de la marihuana no te lleva, según los estudios, a consumir otras drogas, es decir, hay un nivel de incidencia muy bajo en el consumo de otras drogas más riesgosas, no es la puerta como dicen muchos hacia otras drogas.

 

También según la evidencia, la marihuana no es un factor determinante para la comisión de delitos, es otro de los actos que le cargan a esta droga, apenas el 10 por ciento en México de quienes han cometido un delito lo hicieron bajo el influjo de alguna droga.

 

Qué lecciones nos quedan, el derecho a la libre personalidad es fundamental y permite este derecho proteger a los quejosos, reconocer que el Estado no puede meterse en la decisión de las personas de cómo quieran ser, de qué quieran, qué acciones quieran hacer, que quieran consumir, es la persona humana quien decide el sentido de su propia existencia.

 

La prohibición que implica la actual política de drogas es, como ya lo dijimos, innecesaria y absolutamente desproporcionada.

 

Innecesaria porque es un fracaso, no han logrado los objetivos que perseguían y es desproporcional porque hay otras medidas que pudieran llevarnos alcanzar las metas de salud sin violar de manera sistemática los derechos humanos.

 

No puede ser la única respuesta del Estado en este tema la cárcel, prevenir es primero y obligatorio, mientras que sancionar es secundario y opcional, y sancionar con una pena corporal es absolutamente desproporcionado para el tema que estamos hablando.

 

Dice la Suprema Corte que en realidad el debate debería estar entre el binomio derecho a la libre personalidad y salud, es decir respecto absoluto a las decisiones de los individuos, respeto a sus derechos humanos y no el que puesto la política prohibicionista, que es seguridad pública y prohibición.

 

El amparo, que ayer se otorgó permite el uso personal de marihuana con fines recreativos pero no autoriza el comercio.

 

Ahora, sabiendo las limitaciones de la Corte pero conociendo los criterios que ha desarrollado para resolver este caso, nos toca a nosotros los legisladores empezar a cambiar nuestra legislación, para alcanzar una regulación que no sea desproporcionada y que no imponga violaciones masivas de los derechos humanos, que proteja a la persona.

 

Pensemos por un momento, por qué es urgente legislar, por qué no es algo que como ahora se ha dicho, antes se decía: vamos a debatir este tema, que se debata, que se debata, ahora el nuevo término es profundicemos el debate.

 

Mientras nosotros profundizamos el debate y no tomamos decisiones, se comete una gran inequidad, una gran injusticia, es urgente legislar en esta materia porque hay miles de personas actualmente en la cárcel por una situación idéntica a la que ayer la corte decidió proteger con un amparo a un grupo de personas para que decidiendo que no cometen un delito al cultivar, posee y consumir marihuana con fines recreativos.

 

Es decir, hay cuatro mexicanos que lo pueden hacer y hay miles de personas en la cárcel por una situación idéntica pero que no tuvieron un amparo, y si hay personas en la cárcel también debemos preocuparnos por todas aquellas que potencialmente pudieran terminar en la cárcel por una situación idéntica a la que ayer la Corte decidió otorgar un amparo.

 

Por eso no podemos esperar, porque hay miles de personas en todo el país que por consumir marihuana corren el riesgo de ser detenidos.

 

Entonces, nos toca como legisladores cambiar las leyes para incorporar estos criterios y empezar un nuevo capítulo en nuestro país; una regulación basada en los derechos humanos y en proteger la salud de las personas.

 

Qué iniciativa se presenta, y es complementaria a lo que se presentó en marzo del 2014, es decir, lo que hoy un grupo de senadores: Luz María Beristain, Alejandro Encinas, Angélica de la Peña, Armando Ríos Piter, Benjamín Robles, Isidro Pedraza, Zoé Robledo y Raúl Morón presentamos, es complementario a lo que presentamos en marzo pasado.

 

Qué dijimos en marzo pasado, que necesitamos establecer un sistema de control sanitario en todo nuestro país, donde podamos distribuir las competencias entre gobiernos locales y Gobierno federal para ejercer control sanitario sobre la marihuana, desde el cultivo, procesamiento, prescripción médica y portación para que haya control sanitario.

 

Consistía esa iniciativa en modificar la Ley General de Salud y el Código Penal Federal. Qué proponíamos, permitir el uso terapéutico de la cannabis, despenalizar la prescripción médica y aumentar el gramaje, la cantidad de marihuana, que pueden tener las personas  para consumo personal de cinco a 30 gramos y que esto no se convierta en delito y que dejemos de llenar las cárceles de personas que traen un gramaje pues muy, muy bajo.

 

Esta es una segunda etapa, aquí se incorpora la perspectiva de derechos humanos, y la propuesta es muy sencilla atendiendo a lo que ayer hizo la Corte.

 

Elimina la política prohibicionista absoluta impuesta a través de la Ley General de Salud sobre el uso de la cannabis, THC y los cannabinoides, es decir, eliminar esta desproporcionalidad que ayer marca la Corte en materia de drogas.

 

Qué proponemos, tres cosas con esta iniciativa que presentamos: uno, permitir el uso de medicamentos basados en cannabis y cannabinoides, inclusive los que estén en fase de investigación para pacientes que han agotado las opciones médicas disponibles en México. Recordemos el caso de la niña Grace, que fue felizmente resuelto.

 

Número dos, permitir la expedición de autorizaciones para uso recreativo de la marihuana a personas en lo individual o grupos organizados que exclusivamente, claro, mayores de edad, para que puedan cultivar, cosechar, preparar, poseer, portar y consumir cannabis y THC marihuana sin obviamente ejercer actos de comercio, que es algo que no resuelve la Corte, evidentemente nos toca, pero es un segundo paso, tendríamos que modificar otras leyes, hasta el momento, tenemos que limitarlo y no permitir actos de comercio.

 

Repito, permitir la expedición la expedición de autorizaciones para uso recreativo de la marihuana a personas en lo individual o grupos organizados para que puedan cultivar, cosechar, preparar, poseer, portar y consumir marihuana con fines lúdicos.

 

Un tercer punto que deberíamos avanzar es: las reformas abrirían la puerta para que se desarrolle la investigación científica con la marihuana, es decir, en resumen qué estamos proponiendo: no despenalizar el uso de la marihuana, sino regular el uso de la marihuana.

 

Tenemos entonces que empezar a cambiar nuestra legislación, necesitamos una legislación centrada en la persona y en su esfera de derechos. Dice la Corte que le toca al Legislativo establecer, diseñar una política integral en materia de drogas, una política multidisciplinaria, transversal, nacional y con base en lo más importante, con base en los derechos humanos.

 

Terminemos con la política prohibicionista que ha significado  una violación masiva y sistemática de los derechos humanos.

 

No hay vuelta atrás, el prohibicionismo absoluto ayer quedó enterrado por más limitaciones que tenga el amparo que dio la Corte.

 

Este paso, nos toca a nosotros amplificarlo y reflejar los criterios de la Corte en nuestra legislación. Tenemos como Senado la obligación de atender esto a la brevedad, la palabra clave aquí es regular, no tenemos que olvidarlo, y podemos actuar a la brevedad, este es el primer paso como consecuencia de la Corte, esto es lo que nos toca, esto es la primera consecuencia en materia legislativa que podríamos abordar, es una opción, puede haber otras muchas.

 

Pero qué significa, que demos un empujón más para derrumbar la muralla del prohibicionismo y abrir la luz hacia una nueva política de drogas basada en los derechos humanos y en la reducción de riesgos y daños de las personas.

 

Muchísimas gracias.

 

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