Transitar verdaderamente hacia una sociedad de igualdad sustantiva requiere voluntad política: Angélica de la Peña


Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez en la mesa de análisis “10x la Igualdad”.

 

 

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG):

 

Muchas gracias, senadora.

 

Quiero agradecer tu gentil invitación. Y por supuesto, ustedes saben muy bien, la senadora Lucero Saldaña hace diez años era también senadora y desde la Cámara de Diputados, nosotras, Diva HadamiraGastélum y yo, junto con otras compañeras colegas, tuvimos un trabajo en conferencia ambas Cámaras.

 

La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, y la Ley General para el Acceso a las Mujeres para una Vida Libre de Violencia, son dos leyes que están hermanadas, por decirlo de alguna manera; hermanadas, no solamente por el proceso conjunto que se dio prácticamente al mismo tiempo, los dos temas estaban siendo discutidos en las dos Cámaras, tuvimos minutas de la Cámara de Senadores, y nosotros a su vez también teníamos un proceso muy importante en la Cámara de Diputados.

 

¿Qué fue lo que conciliamos entonces? La minuta que tomamos de la Ley de Igualdad, la revisamos en la Cámara de Diputados, nos pusimos de acuerdo con el Senado para enviar nuestra minuta en materia de violencia contra las mujeres; ahí concebimos el concepto de acceso a una vida libre de violencia contra las mujeres, no violencia contra las mujeres y además armonizamos a la Convención Belem Do Para y dimos un paso trascendental porque configuramos la ley desde el ámbito público y el ámbito privado, toda la dinámica de leyes en el país hasta ese entonces estaban inscritas en la violencia intrafamiliar, violencia doméstica, solamente el ámbito doméstico y privado.

 

Y entonces, dimos un gran avance, un gran acuerdo, de tal manera que están hermanadas por el proceso conjunto, pero también están hermanadas por el enfoque de las dos leyes; las dos leyes, me parece que el proceso tendría que verse en conjunto, ¿cuál es la característica que define a la ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia también, que va también al parejo en este enfoque que tiene la Ley de Igualdad respecto de preceptos importantes como los principios rectores de los derechos de las mujeres que es el principio de no discriminación, el principio de la igualdad sustantiva, la perspectiva de género, su transversalidad, los mismos principios que tiene la ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

 

¿Cuál es la característica, entonces, de igualdad? Que no puede haber ningún espacio donde estén las mujeres que pueda estar impidiendo su presencia igualitaria, como dice la ley, las mismas oportunidades y los mismos tratos, así dice el primero de la Ley de Igualdad, si hay alguna forma de violencia, o en el caso de la Ley de Acceso ninguna mujer puede estar libre de ninguna forma, ningún tipo de violencia o como decimos en la ley, ningún tipo o modalidad de violencia si están en condiciones de desigualdad.

 

Entonces, por eso conceptualmente son dos leyes muy hermanadas y han tenido procesos muy importantes en el país porque han permitido, nos permitieron que desde entonces, ustedes que están acá (inaudible) y quienes estamos acá, pues empecemos a hablar de algo que no hablábamos de manera tan determinante.

 

Insisto, el enfoque de la violencia también de otras modalidades no solamente de la que tiene que ver con el ámbito privado; y eso me recuerda además, todo esto que recuerdo, lo inscribo en una reflexión, cuando llegué y me senté, respecto de lo que se estaba hablando aquí en este foro, respecto de si las mujeres estamos incursionando en el mundo de hombres, pues claro que sí, claro que sí, por supuesto que sí.

 

Ese es exactamente la litis que resuelven estas dos leyes, exactamente, que están determinadas en la Convención Belem Do Para y en la CEDAW, es decir, las mujeres que toda la vida han estado circunscritas en el ámbito privado y doméstico incursionan en el mundo del poder público, el espacio público que ha estado devengado por los siglos y los siglos solamente por los hombres.

 

Cuando las mujeres empiezan a incursionar en la educación, en las universidades, en algún tipo de trabajo, las guerras pues tienen que usar, y así lo digo sin comillas, a las mujeres para trabajos que antes realizaban los hombres en la industria, porque los hombres estaban en la guerra; entonces, las mujeres empiezan a incursionar en el espacio público por muchos factores, que no es el momento de analizar, pero tienen que ver con los procesos evolutivos de las propias sociedades, la propia historia en diversas parte del mundo que determinan que hay que salir a trabajar o a estudiar, pero también a la disputa de los espacios de decisión, es exactamente lo que nos mencionó la senadora Pilar Ortega, la disputa de los espacios de decisión y de los espacios de poder, no solamente salir a estudiar, salir a trabajar, sino además de salir a trabajar también aspirar a trabajos que están considerados única y exclusivamente de los hombres.

 

No solamente ser enfermera, ser trabajadora social, ser secretaria, ser maestra, no, ser doctora, ser arquitecta, ser astronauta, es decir, ¿si me entiende?, física, matemática, es decir, también ser gobernadora ¿por qué no?, ser senadora, ser diputada, ser presidenta municipal, etcétera, etcétera, es decir, empezar a incursionar en la toma de decisiones en los espacios de poder y en los espacios de decisión que están en el ámbito público, y la característica de la violencia contra las mujeres y, por supuesto, la aspiración legítima, legítima porque está ya en el precepto de la ley, de como un derecho tener todas las condiciones para el acceso a una vida libre de violencia, pues está determinada precisamente con resolución de todas las desigualdades que padecen las mujeres por su condición de género.

 

Por eso insisto que es importante destacar que la ley, las dos leyes, pero particularmente que hoy nos ocupa en el décimo aniversario, es destacar dos principios importantes que es la perspectiva de género, que es el mecanismo diseñado por el ECOSOC de Naciones Unidas, desde el 97, no es verdad que estuviera en la Conferencia de Beijing, sino dos años del ECOSOC ni siquiera el Consejo de Derechos Humanos sino el ECOSOC de Naciones Unidas, define con puntualidad el mecanismo de la perspectiva de género, va a la resolución de la desigualdad entre mujeres y hombres.

 

Esta tontera, burrada, que anda circulando sobre ideología de género, eso no existe, tienen una confusión terrible francamente, evidencia una gran distorsión, de lo que tiene que ser, y sabemos todo que todo lo que está detrás también, es que regresemos a las mujeres al espacio privado, tengamos mucho cuidado con eso, porque eso es lo que está intrínseco en todo lo que están haciendo, no solamente ir contra el matrimonio igualitario; no solamente ir en contra de los derechos que se reconocen a todas las personas sin ningún tipo de discriminación, también van contra lo que siempre han estado en contra, el divorcio, que la mujer salga porque nos señalan que nosotras somos las mujeres porque salimos a trabajar somos responsables de la disfunción familiar, ¿no?, el abandono dicen ellos.

 

Por eso es muy importante que destaquen en esta reunión los dos convenios de la OIT que hace falta que aprobemos en el país, para lograr que así como nosotros incursionamos en el ámbito público que siempre era de hombres, también los hombres se ocupen como debe de ser de los asuntos domésticos y privados, porque la igualdad sustantiva está sustentada precisamente en eso, a diferencia de la igualdad del siglo V, la igualdad sustantiva tiene esta característica, o como la llamen en otros países, igualdad real, abstracta.

Aquí, nosotros en México la llamamos concebimos como la igualdad sustantiva que tiene que ver con la resolución de todas las formas de discriminación que mantienen en una situación de desventaja y desequilibrio a las mujeres respecto a los hombres, ¿dónde?, fundamentalmente en el espacio público, no nos equivoquemos es ahí donde está el meollo del asunto.

 

De tal manera que lo que está detrás es simple y sencillamente que como personas humanas, las mujeres igual que los hombres, los hombres toda la vida la han tenido, el problema que tenemos que resolver es que crear las condiciones para que las mujeres podamos concretar nuestra aspiración a ser lo que queremos ser, nuestro proyecto de vida, eso está intrínseco en estas dos leyes.

 

De tal manera que hoy a diez años de que está en el marco jurídico de nuestro país la ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, tenemos sí que entrar a la otra etapa de ver qué es lo que nos hace falta seguir trabajando y que esta ley pueda ser totalmente aplicable.

 

Hay dos cuestiones, y con eso termino, que siempre hemos señalado que no pudimos dejar desde que revisamos la minuta del Senado, lo sentimos mucho, si ustedes mete el Diario de los Debates de hace diez años en la Cámara de Diputados, y nosotros decíamos y hablábamos con nuestras compañeras, qué bueno pero necesitamos poner cuotas decíamos y ahí no pudimos, hemos tenido que entrar a otro espacio, entonces, la Ley de Igualdad es emblemática porque mete a todo el país en una discusión que no se quería abordar, que sigue enfrenando todavía a diez años muchas reacciones, muchas.

 

Y la otra cuestión tiene que ver con que aunque es una Ley General sigue siendo una ley marco y necesitamos incidir en el funcionamiento efectivo del Sistema Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, no solamente (inaudible), sino un Sistema como dice la Ley que articule a la Federación, a los ámbitos estatales y a los ámbitos municipales, con la coadyuvancia de las organizaciones de la sociedad civil y la academia, para que podamos dar pasos verdaderamente trascendentales y efectivos para garantizar la igualdad sustantiva, ese es el terreno al que nos hace falta llegar.

 

Y evidentemente, eso quiere decir que requerimos que haya voluntad política de quienes tienen que tomar estas decisiones para no solamente convocar, poner en funcionamiento del Sistema Nacional, sino sobre todo acordar y perseguir la aplicación de esos acuerdos que garanticen la perspectiva de género de manera transversal, y quiere decir todas las instituciones así, Federación, entidades, municipios, esa es la transversalidad, el mismo enfoque, perspectiva de género, pero así, y eso es lo que nos hace falta para que nuestra ley, la suya, de todas las mujeres y también de los hombres, esta Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, pueda realmente impactar y cambiar  nuestra sociedad, hacer una sociedad más equilibrada.

 

Los hombres también se van a beneficiar de que haya igualdad sustantiva, porque tendremos relaciones más equivalentes y más plenas entre mujeres y hombres, peor bueno, ese es otro tema.

 

Muchas gracias por su atención.

 

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