Sostiene Miguel Barbosa que las tareas del Senado de la República se desarrollan bajo tres criterios: austeridad, transparencia y productividad


Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la presentación de la campaña #3de3.

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Gracias por permitirme dirigirme a este auditorio; felicitar por llevar a cabo este evento.

 

Felicitar a Transparencia Mexicana; felicitar al IMCO y desde luego reconocer la decisión de tres legisladores, dos senadores, Laura Rojas, Zoé Robledo, y un diputado, Fernando Belaunzarán, para poder exhibir públicamente sus declaraciones patrimoniales una Declaración de Intereses en el formato que ha sugerido Transparencia e IMCO y desde luego las declaraciones fiscales.

 

Las implicaciones serán muchas; habrá mucho qué hacer después de esta decisión que toman tres legisladores. Habrá que poner énfasis en lo que los servidores públicos deben llevar a cabo para poder tener la confianza y la credibilidad de la sociedad.

 

Sí, se ha deformado el ejercicio de la política, sí se ha deformado el ejercicio del poder en su conjunto. Hay una crisis de credibilidad, de desconfianza a todo lo que la autoridad realiza y sí debe haber una verdadera transformación, una transformación de fondo en el accionar, en la ética, en la moral que se desarrolla.

 

Y no en la moralina, no, no en aquellos que se dan golpes de pecho o aquellos que exhiben un comportamiento populista para poder generar una percepción social inadecuada, lo real, hay que actuar sobre lo real y en ese caso hay mucho qué hacer.

 

Tres son los parámetros con que en este año legislativo se desarrollan las tareas del Senado de la República y lo decimos y lo publicitamos: austeridad, transparencia y productividad.

 

Austeridad ya tenemos desde el primer mes, en el mes de septiembre, con diferentes medidas de austeridad, que adelgazan el gasto, que adelgazan el gasto.

 

Transparencia: tenemos ya listo el Reglamento de Transparencia, que va a hacer que las acciones individuales, si bien son los propósitos que mueven las cosas, ya no sean absolutamente necesarios.

 

Estamos preparando una página web de Transparencia del Senado, en la reforma de todo el portal del Senado y las páginas web, que llevan ese ingrediente de transparencia para que cada persona, cada ciudadano consulte cada peso que el Senado gasta en el manejo, en el desempeño de sus tareas.

 

Así lo estamos haciendo.

 

¿Qué nos ha parado?

 

Nos ha parado el proyecto de ley, de la ley general y de la ley federal y por cierto hoy salen algunos exhortos de que no se pare la ley general, no, que no la pare el gobierno federal.

 

Porque nosotros concluimos nuestro proyecto y fue recogido por el grupo parlamentario del PRI para ponerlo a consideración del gobierno federal.

 

Hay que dirigirlos directamente donde está el atorón; el control del proceso legislativo. Así hay que decirlo.

 

Y por eso como hoy salen publicaciones yo lo digo de manera muy clara: no podemos tener reglamento en el Senado si no hay ley; no podemos tenerlo, pero las tenemos concluidas.

 

Hay un grupo de trabajo que está nuevamente reuniéndose y de 82 observaciones están resueltas la mayoría.

 

Y va a haber una reunión de coordinadores para ir resolviendo cada caso, cada caso y poder tener en las primeras semanas de este periodo el dictamen correspondiente y la ley correspondiente. Estamos haciendo, estamos haciendo eso.

 

Pero el asunto de cómo involucras al conjunto de lo que es el ejercicio del poder, porque yo ahí involucro a los tres poderes de la unión y a los tres órdenes de gobierno; a los tres órdenes de gobierno.

 

La transparencia debe estar vista a nivel federal, a nivel estatal y a nivel municipal. Así debe ser vista.

 

Pero estamos tan lejanos de poder tener una verdadera transparencia y acceso a la información pública en el ejercicio del poder en México, estamos muy lejanos. -No se me olvida, Ríos Piter-.

 

Estamos tan lejanos que hace solamente 12 años se empezó a legislar en esta materia, en el 2002.

 

Sí, una ley sobre protección de datos personales; sí una ley sobre archivos; sin comisiones estatales de Derechos Humanos, y sin una regulación en el 116 de la Constitución para que se viera reflejado lo que en las leyes estatales, los contenidos de una ley federal.

 

En los estados se generaron verdaderas comisiones estatales de derechos humanos inútiles, controladas por los gobiernos estatales, por los gobiernos estatales.

 

A nivel federal, no se pudo alcanzar entonces un órgano constitucional autónomo, sino solamente un órgano desconcentrado, nombrado por el titular del Poder Ejecutivo, sectorizado a la Secretaría de Gobernación.

 

Eso es lo que se logró en ese tiempo. Ya evolucionó, ya hicimos una reforma constitucional.

 

Tenemos más de un año que fue aprobado en el Senado, pero no hay ley secundaria porque en Cámara de Diputados también no ha podido tener una cuerdo junto con nosotros; no ha habido voluntad. Detenida por el control legislativo del Poder Ejecutivo Federal.

 

Y déjenme ampliarles un poquito, muy poco:

 

La Secretaría de la Función Pública. En el mes de octubre del año 2012, iniciativa de senadores y senadoras del PRI, promovía o promovió la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción -¿lo recuerdan?-. La aprobamos en Cámara de Senadores, se envió a Cámara de Diputados y se (inaudible)…

 

…gobierno federal y Partido Acción Nacional acordaron que el Partido Acción Nacional sería el autor de la propuesta del Sistema Nacional Anticorrupción. Eso en un acuerdo político, olvidándose de la Comisión Nacional Anticorrupción, que investigaría casos de corrupción a nivel federal, estatal y municipal de los tres órdenes de gobierno, diferente a la Fiscalía contra Delitos de Combate a la Corrupción; diferente.

 

El pleito era dónde quedaba la Fiscalía, si como órgano constitucional, o si quedaba adscrita a la Fiscalía General de la República.

 

Se hizo a un lado todo ese proyecto; se rehízo el nuevo modelo donde nuevamente aparece la Secretaría de la Función Pública, que desaparecía en el proyecto de reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

 

Reaparece hoy con más facultades, más facultades a la Auditoría Superior de la Federación, más facultades; con una Fiscalía contra Delitos cometidos por funcionarios o delitos contra la corrupción que, así como viene contenida o diseñada en la Ley General o la Ley de la Fiscalía General de la República, no tiene dientes, así no tiene dientes, así no puede hacer nada el fiscal, pues vean las deformaciones.

 

Lo correcto, después de haberlo analizado nosotros, era: Comisión Nacional Anticorrupción con autonomía constitucional, como la enviamos a Cámara de Diputados, no la Secretaría de la Función Pública, donde sigue siendo parte de la Administración Pública Federal y donde el designado es un subalterno del titular del Poder Ejecutivo.

 

Un fiscal efectivamente, capaz de perseguir delitos y todo un conjunto de leyes en las cuales, sin duda, parte muy importante sería la desaparición del fuero. El fuero tiene dos efectos: la inmunidad procesal y no ser controvertido en las opiniones vertidas en el ejercicio de las funciones.

 

Lo primero es fundamental que se tenga, para que no se acuse de lo que se diga en el ejercicio de las funciones. Pero el fuero procesal ya no tiene razón de existir, ya vino una iniciativa de Cámara de Diputados, de la Legislatura pasada, proviene de la iniciativa es de antes de la iniciativa actual; lo resuelve esta Legislatura, pero el proyecto va de senadores a diputados, en donde el que pierde el fuero es el Presidente de la República, y esta Legislatura nos la devuelve con fuero para el Presidente de la República.

 

Es así, ¿verdad? Es el control en la Cámara de Diputados. Entonces, ¿qué ocurre?

 

Que es una deformación en el proceso legislativo y ahora lo que hay que eliminar es el fuero para todo servidor público, para todo servidor público, incluyendo al Presidente de la República, y no el razonamiento de que es un Jefe un Estado y los jefes de Estado deben tener fuero de toda índole.

 

Así es que estamos en eso, no somos ajenos a toda la idea general de lo que tiene que ser un Sistema Nacional contra la Corrupción o una legislación que sea global, integral para este asunto. No somos ajenos. Hay iniciativas, se ha debatido, se ha debatido en las cámaras este tema, estamos listos para que Cámara de Diputados envíe el Sistema Nacional Anticorrupción. Lo hemos fijado como prioridad en nuestras agendas.

 

Ahora surge otro asunto: el tema del conflicto de interés, el tema del conflicto no regulado, no regulado de manera expresa; pero sí sancionado por diversas figuras delictivas. El hecho de que no esté regulado para determinar un conflicto de interés de manera puntual, como hoy ocurre, claro que sí tiene una descripción general en diversas leyes.

 

Un servidor público que influye para favorecer intereses personales, familiares o de dependientes a cambio de torcer o de determinar acciones públicas específicas, está en conflicto de interés. Hay tres formas de conflicto de interés: el real, el potencial y todos tenemos perfectamente claro de qué se trata.

 

He comentado con el senador Armando Ríos Piter y me ha propuesto, y me ha parecido una acción pertinente, que el Senado forme una comisión espejo, aquella que va a desarrollar los trabajos de investigación de conflicto de intereses de los casos que ayer se anunciaron de la adquisición de inmuebles.

 

¿Por qué no hacemos eso?

 

Aquí tengo tres integrantes idóneos para esa Comisión. La ínsula de transparencia que aquí está integrada, puede ser parte de esa Comisión.

 

Entonces, desde luego yo quise también dejar claro que en el Senado sí tenemos claro el tema, tenemos insumos legislativos y estamos listos para los productos legislativos. Estamos listos, no somos ajenos ni estamos ausentes a cada uno de estos temas.

 

Les agradezco su presencia. Felicito a IMCO, felicito a Transparencia, felicito a Zoé Robledo a Laura Rojas y a Fernando Belaunzarán, y felicito a quienes tienen interés en estos temas.

 

Y desde luego, observatorios ciudadanos, opinión pública, la transparencia a la política mexicana ya la alcanzó, no tiene regreso. Y quien piense, como hoy muchos gobernadores, que están gobernando salvajemente en sus estados, violando todas formas de honestidad, se equivocan, porque les va a llegar pronto este ambiente de transparencia y no van a saber cómo ocultar las cosas que hicieron.