Sin un salario digno, se vulneran los derechos humanos de las y los mexicanos: Angélica de la Peña


Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez durante la discusión del dictamen con proyecto de decreto por el que se reforman diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de desindexación del salario mínimo.

 

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG): 

 

Gracias, Presidente.

 

Buenas tarde señoras senadoras, señores senadores.

 

El asunto que nos ocupa el día de hoy es finalmente ponernos de acuerdo, después de una larga discusión, de detener una Minuta de la Cámara de Diputados, relacionada con un tema que pudimos haber resuelto en el Senado de la República pero que finalmente tuvo como Cámara de origen la Cámara de Diputados.

 

Si tenemos que dar contexto a la discusión que aquí han dado quienes me han antecedido en el uso de la palabra, ciertamente todos los datos, las cifras, las tendencias, desde un aspecto más real demuestran que efectivamente el salario mínimo en México no solamente está muy lejos del nivel que mandata la Constitución sino además se encuentra por debajo de lo que está inscrito como el mínimo para estar un poco arriba de la línea de la pobreza alimentaria.

 

Es decir, este salario que se unificó ya en todo el país simplemente sigue perpetuando la pobreza alimentaria.

 

Comparativamente es necesario decirlo con mucha puntualidad, que el nivel del salario mexicano, que son datos además de la OCDE están prácticamente al mismo nivel queHaití y son los más bajos en América Latina; la situación es grave porque hablamos de ingresos que, como sabemos, no alcanzan para cubrir las necesidades mínimas de alimentación de las familias y, por supuesto, eso con una repercusión y una afectación grave a derechos elementales, particularmente de quienes están en un proceso de desarrollo físico y mental, como son las personas menores de 18 años.

 

Dicho de otra manera, con este nivel del salario mínimo el mercado laboral formal mexicano, pues es un factor de reproducción de la pobreza, no un circuito para salir de ella.

 

Por eso, la discusión que estamos dando pareciera estar inscrita en que lo que estamos modificando de la Constitución va  vindicar propiamente lo ingresos de las familias trabajadoras para salir de la pobreza y no es así, de eso no trata esta reforma; la reforma constitucional modifica tres artículos de las Constitución, el 24, 41, el 123 y, desde mi muy modesto punto de vista, el mérito está en el 123 en su fracción sexta del apartado A, que refiere que el salario mínimo no podrá ser utilizado como índice, unidad, base, medida o referencia para fine ajenos a su naturaleza.

 

Para mí ese es el mérito; más mérito tenía, por cierto, la iniciativa que se inscribió por parte del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, que él si planteaba con mucho más bondad el que partiésemos de una cifra más objetiva, no deja de ser muy pequeña de todas maneras, de 85 pesos diarios, pero para que fuese la base para que en los próximos años se fuese incrementando gradualmente hacia lograr un objetivo de permitir que las familias mexicanos efectivamente pudieran salir de estas cifras que conocemos de extrema pobreza y de pobreza que cada año nos la reflejan los estudios de CONEVAL.

 

De tal manera que es necesario insistir que si bien tenemos algunos méritos de que finalmente logramos sacar adelante esta reforma constitucional, que la estamos regresando modificando algunos transitorios, también es verdad que esta reforma, perdónenme, no es cierto, no es verdad que se resuelve el grave problema de no tener salarios dinos y decentes, que puedan servirle a las trabajadoras y a los trabajadores resolver las necesidades más elementales de sobrevivencia de sus hijas y de sus hijos; sí permite, ese sí es un mérito, avanzar ahora sin este prejuicio del salario mínimo a que tengamos menos resistencias para lograr que este salario sea más real y más objetivo a lo que se tiene que enfrentar por parte de las y los mexicanos.

 

El mérito tendrá en todo caso que al dotarnos de esta vacatiolegis para hacer la ley secundaria de esta reforma, nos permita entonces sí, señoras y señores, entrar en serio al problema del salario que tiene que ser el mínimo en todo el país para que de manera real y objetiva le pueda servir a México, a su sociedad, para que pueda salir de la pobreza.

 

Es todo. Muchas gracias a todos ustedes por su atención.

 

 

 

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