Reforma Energética y gasolinazo son causa y consecuencia: Luis Humberto Fernández


Intervención en tribuna del senador Luis Humberto Fernández Fuentes, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la comparecencia de funcionarios federales para explicar el alza en los precios de la gasolina.

 

Luis Humberto Fernández Fuentes, (LHFF): Buenas tardes; con su venia, sus señorías, señor presidente.

 

Como primer punto, me veo obligado a señalar lo triste  de esta reunión de trabajo ya que la Comisión Permanente renunció a tratar de abonar a la distensión nacional, y en el deber de una respuesta que llamara a la acción y a la solución, nos quedamos en explicaciones, como si éstas hicieran falta, o como si con explicaciones pudiéramos llenar el tanque.

 

Además de eso, la hora y la fecha pues hacen una direccionalidad que se diluya aún más. Pero más allá de eso saludo la disposición al diálogo y bienvenidos.

 

Hay varias cosas que creo que son importantes aclarar. La primera es que el gasolinazo y Reforma Energética son uno y lo mismo, son causa y consecuencia. En el mismo texto de la Reforma, en diferentes textos de la Presidencia, siempre se ha manejado como parte integral.

 

Más allá de eso, el Dr. Carstens lo afirmaba ayer, hoy oímos hace unos minutos al secretario y la final del día se podrían decir muchos argumentos, el hecho factual es que la liberalización, como se realizó, ha generado inestabilidad social y económica.

 

¿Y qué sentido tiene negar esta identidad sobre todo si la Reforma Energética ya fracasó?

 

La evidencia está a la vista: Pemex está, para efectos prácticos, “quebrado”; no ha mejorado la competitividad ni del país ni de la empresa, la corrupción sigue igual, los intereses siguen igual, el robo de combustible crece y crecerá más, no hay un indicador que nos muestre que esta Reforma ha sido conveniente ni para la empresa ni para México.

 

 

El otro tema que creo que vale la pena abonar es este dilema –que a mí en lo personal me parece tramposo, ustedes podrán acreditarlo- entre subsidio y programas sociales y subsidio, como si se tratara de escoger.

 

O sea, como si fuera uno o el otro. Primero, habría que considerar que en el balance de subsidio e impuesto, porque siempre es una sumatoria, siempre acaba ganando el impuesto.

 

Además de que es tramposo porque nos muestra a un gobierno más dispuesto a recortar el gasto social que su gasto en comunicación y publicidad.

 

Para dar una idea, se habla de 200 mil millones, el dato es del Presidente, investigaciones periodísticas y resultados de diversas auditorías –le pediría la misma consideración, señor presidente, ser respetuoso del tiempo y me disculpo con mis compañeros- las investigaciones nos muestran que el desfalco de Duarte -Duarte el de Veracruz,  hay que aclarar- es cercano a los 180 mil millones de pesos.

 

Por mencionar a uno de los 10 – y aquí hablo de todos los signos, no es un problema partidista, es un tema de problemas nacionales-. ¿Por qué escoger entre programas sociales y subsidio y no mejor evitar esta generación de gobernadores corruptos?

 

Sí, sí hay mucho por hacer y que se podía hacer: invertir en gasolineras, en refinerías; modernizar, actualizar y potenciar las existentes; revisar los ingresos de las concesiones mineras y salineras, hay mucho que hacer.

 

Yo lo que veo como problema de fondo es un gobierno se queda en la explicación y en la abnegación, que pide la comprensión, sin darla.

 

El dilema de fondo –y esto es lo que hay que hablar- usted, secretario, hablaba de los componentes, pero nos falta un componente que es muy importante, que es la utilidad en el engocio.

 

El dilema de fondo es ¿qué es la prioridad para el gobierno, la utilidad de los gasolineros o la economía popular?

 

Frente a esto, un gobierno que a veces pareciera que confunde el libre mercado con ser funcional a la codicia de los mismos intereses de siempre, con una obsesión por encontrar las pequeñas cosas que dicen que cuentan mucho pero que no se ven los intereses nacionales y que al final pide unidad, pero la unidad la entiende sobre su persona, no sobre un proyecto nacional incluyente.

 

No puede pedir unidad si no propone una solución de fondo. Y concluyo con las preguntas específicas.

 

La primera es si ustedes refutan o confirman las aseveraciones hechas por su servidor.

 

La segunda es cuál es la utilidad promedio en la cadena de gasolina y si es posible reducirla. Hay un caso muy específico, los gasolineros de Colima redujeron 50 centavos, a ellos sí les alcanzó.

 

La siguiente es por qué adelantar si no había condiciones de competencia, qué le abonamos si no había estas condiciones, para qué hacerlo antes, con los resultados que ya conocemos.

 

Y el otro tema es el tema de la repuesta. ¿Es acaso este pequeño acuerdo todo lo que hará el gobierno frente a la delicada situación nacional, económica y de gobernabilidad, y en particular frente a los próximos gasolinazos?, ¿es para lo que alcanzó?, ¿realmente consideran que ésta es una medida proporcional y útil para el tamaño del problema?

 

La mayor infamia de un gobierno es renunciar a la conducción para la solución de los problemas, y no a los privilegios. Tengo la confianza y esperanza que éste no sea el caso.

 

Quiero acotar por último y agradeciendo su paciencia y tolerancia, que el contenido de mis aseveraciones y preguntas no intentan hacer un juicio o una recriminación, ni siquiera aspiro a generar alguna incomodidad o agravio. Si fuera el caso, les ofrezco las disculpas, tienen un sentido práctico y de urgencia nacional y es que reconozcamos la situación y sus peligros, que lo que hemos hecho no es suficiente y no va en la dirección correcta.

 

El punto es que si no somos capaces de reconocer los problemas, no vamos a tener la posibilidad de solución.  Reconozcamos con honestidad que si algo no sale como se planeó y, a partir de ahí, iniciemos una ruta para fortalecer la gobernabilidad y la estabilidad. Así, así sí podríamos estar unidos.

 

Muchas gracias.

 

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