La Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos debilita la competitividad de Pemex y establece una estrategia de comercialización del crudo que beneficiará a coyotes y contratistas, sostuvo el senador del PRD, Luis Sánchez Jiménez.
Al expresar su voto particular en contra de la primera minuta fiscal en materia energética, el legislador mexiquense advirtió que se trata de una de las decisiones más absurdas en materia económica, ya que se puede perder el posicionamiento estratégico de Pemex y los valiosos ingresos que genera.
Ello, dijo, solamente es para “beneficiar a los comercializadores privados que tienen un marco jurídico de licencias y contratos opaco y que abre las puertas a la especulación y la corrupción”.
Sánchez Jiménez aseveró que el principal problema del modelo de desarrollo de México es el capital financiero especulativo y parasitario que predomina sobre el capital productivo y agregó que “con esta reforma legalizarán el coyotaje en la comercialización del petróleo crudo”.
Explicó que el debilitamiento del capital productivo se demuestra en la aportación al PIB, tanto del sector primario como del secundario, acompañada de unas muy precarias políticas de infraestructura productiva, investigación científica, desarrollo tecnológico, ambiental y de recursos naturales, así como una fuerte inseguridad pública.
Señaló que en esencia, la reforma propone que el presidente sea dueño y gerente de las empresas del Estado, que se pase del valor monopólico público al monopolio privado, que se fortalezca el imperio del capital financiero y que Pemex se convierta en una empresa administradora de contratos.
Además, Luis Sánchez dijo que se permitirá que las empresas privadas se apropien de rentas enormes sin que se garantice que bajen los precios de la gasolina y la electricidad.
“Bajo esta lógica de rapaz extracción es probable que en 10 años México no sea energéticamente sostenible”, concluyó el senador.
