Recuperar el auditorio Justo Sierra / Milenio


El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, tiene todo el respaldo de la comunidad universitaria y de la sociedad para recuperar el Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras.

 

Las autoridades deben aprovechar este momento para que, después de 16 años, este espacio sea devuelto a la comunidad universitaria.

 

¿Por qué se toleró esta situación por tanto tiempo? ¿Por qué se permitió llegar a este nivel de deterioro? Podríamos perdernos en un mar de especulaciones y conjeturas. Lo importante será lograr la recuperación de este espacio.

 

Sería una excelente noticia que el Auditorio Justo Sierra termine su largo secuestro. Exigimos que este grupo de activistas entregue las instalaciones que ilegalmente ha utilizado para su beneficio personal. Todos los que algún día fuimos estudiantes en la Universidad apoyamos al rector en este tema.

 

La larga huelga de Consejo General del Huelga (CGH), 1999-2000, lastimó profundamente a la UNAM. Una de sus secuelas fue la toma del auditorio Justo Sierra por parte de varios de los llamados “colectivos”. De manera impune comenzó el saqueo de equipo y mobiliario, poco a poco, y de manera lamentable, las paredes se llenaron de mugre, grafitis y pintas.

 

No sólo se dejaron de realizar actividades universitarias, sino que en torno a este auditorio la comunidad universitaria y los medios de comunicación han reportado diversos hechos de violencia, venta de drogas y otros ilícitos.

 

Lo que reavivó en la opinión pública la ocupación del auditorio Justo Sierra, fueron los hechos de violencia y la detención de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, conocido como el Yorch, al cual se le acusa de narcomenudeo.

 

En 1963, la UNESCO declaró este auditorio Patrimonio Cultural de la Humanidad como parte del conjunto arquitectónico de Ciudad Universitaria. Más allá de su belleza, el Justo Sierra, hasta antes de su ocupación, fue la sede de las reuniones estudiantiles más importantes de la UNAM. Allí sesionaron en múltiples ocasiones los representantes de escuelas y facultades del Movimiento de 1968; el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) en 1986 y 1987. En este auditorio se realizaron los primeros diálogos públicos transmitidos por Radio Universidad, entre representantes de las autoridades y de los estudiantes.

 

El Justo Sierra ha albergado múltiples conciertos de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, fue sede del histórico cine club de Filosofía, fue el lugar para la presentación de obras de teatro, presentaciones de libros y múltiples actividades relacionadas con las funciones  sustantivas de la UNAM.

 

En este auditorio impartieron conferencias magistrales Julio Cortázar, Mario Benedetti, Octavio Paz, Susan Sontag, Pablo Neruda, José Revueltas, Pablo González Casanova, Adolfo Sánchez Vázquez y José Saramago. Ahora es un espacio deteriorado, con paredes y vidrios grafiteados y sucios.

 

No podemos tolerar que un espacio de esta naturaleza permanezca ocupado. Nadie habla aquí de represión o de violentar la autonomía universitaria, sí de aplicar el reglamento, el estatuto de la UNAM y las leyes de la Ciudad de México para que haya justicia. Este espacio pertenece a la UNAM, a su comunidad y a toda la sociedad, no a un grupo particular. XXX TWITTER: @MBarbosaMX

 

ENTRESACADO: Sería una excelente noticia que el Auditorio Justo Sierra termine su largo secuestro. Exigimos que este grupo de activistas entregue las instalaciones que ilegalmente ha utilizado para su beneficio personal.