Que sea la gente, los ciudadanos y las ciudadanas que han sufrido esa violencia, quienes puedan representar a las víctimas


Intervención del Senador Armando Ríos Piter, para manifestarse en contra del dictamen de Ley de Víctimas

 

·         Una vez que he reconocido esto, no puedo votar a favor de un dictamen que mantiene la discusión de hace cinco años. 

·         Cada uno de los puntos del país, donde el Movimiento por la Paz, con Justicia y Dignidad, iba levantando una voz que era la voz del sufrimiento de las víctimas de la violencia. 

·         Si no entendemos de dónde venimos difícilmente vamos a entender de qué se trata esta ley, de qué se trata haber construido una comisión de atención a víctimas por los hechos de la violencia. 

·         Cuando dejan en este dictamen una Junta de Gobierno, dejamos de escuchar a esos padres, a esas madres de familias, a esos hermanos, a esas hermanas. 

·         Que sea la gente, los ciudadanos y las ciudadanas que han sufrido esa violencia, quienes puedan representar a las víctimas. 

·         Yo no puedo acompañar un dictamen que falla en lo fundamental, que se acerca en muchas cosas, pero que falla en lo fundamental. 

·         Podemos ponernos de acuerdo en un dictamen de esta naturaleza, pero si esa gente, no logra encontrar oídos, escucha, sentimiento, y emoción, que comparta ese dolor, de ninguna manera vamos a reconciliar este país. 

·         Yo no puedo votar a favor de esto, porque mucha gente de Guerrero, y mucha gente del país, quisiera tener una comisión diferente. 

 

Armando Ríos Piter: Con su permiso señor presidente, compañeras y compañeros senadores.

Vengo a plantear mi posición en contra del presente dictamen, toda vez que considero que por más esfuerzos que se han hecho, y que los reconozco de parte de los presidentes, las presidentas también, de las comisiones unidas que lo están presentando el día de hoy, en favor de buscar, aproximarse y acercarse en muchos de los cuestionamientos que se han venido haciendo a este tema, como poder tener una mayor accesibilidad al fondo por parte de las víctimas -que es una de las principales críticas de la gente en todo el país- que dice: hoy que la comisión no está funcionando, porque sufrimos un hecho de violencia en algún lugar de la República, y a final de cuentas el dinero se sigue acumulando ahí, en un fondo, con muchos cientos de millones de pesos, pero a nosotros, a las víctimas no nos sirve, no nos funciona, no nos da atención.

Eso -y lo he celebrado desde que dictaminamos esto en comisiones- es un avance ¡Que bueno! que bueno que estemos buscando acercarnos y buscar que estos instrumentos sean benéficos para la gente que ha sufrido estos hechos de violencia en el país.

Ahí yo he destacado el trabajo de mi compañera Angélica de la Peña, que sin duda alguna en su carácter de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, pues ha tenido una gran sensibilidad para acercarnos en ese tema.

Pero una vez que he reconocido esto, no puedo votar a favor de un dictamen que mantiene la discusión de hace cinco años; hace cinco, seis años –ustedes recordarán- porque lo vimos, y muchos lo sentimos en lo más profundo, a cientos de hombres y mujeres que fueron a lo largo y ancho de toda la República, pasando por Morelos, pasando por Nayarit, estacionándose en Querétaro, llegando hasta Chihuahua, yendo a Guerrero, a cada uno de los puntos del país, donde el Movimiento por la Paz, con Justicia y Dignidad, iba levantando una voz que era la voz del sufrimiento de las víctimas de la violencia.

Hombres y mujeres, y muchos de ellos de Guerrero, que habían perdido una hija, que habían perdido a una esposa, que no encontraban después de cuatro años a un hijo, y que no había ninguna autoridad que les diera señales de dónde estaba.

Y trayendo aquí a esta tribuna, la voz de padres de familia que me decían: yo cómo voy a confiar en la autoridad, diputado –porque yo era diputado en aquel entonces- si a mí me consta en videos, que fue la policía de Veracruz, la que levantó a mi hijo, y después no supimos nada más de él.

O que fue la policía de Tamaulipas, o que los últimos que los vieron fueron policías en alguno de estos rincones del territorio, bañado por la sangre y el dolor.

Entonces si no entendemos de dónde venimos, compañeros y compañeras, difícilmente vamos a entender de qué se trata esta ley, de qué se trata haber construido una comisión de atención a víctimas por los hechos de la violencia.

Y ese precisamente es el punto más importante compañeros y compañeras, con el que yo difiero profundamente de lo que hoy está a punto de aprobarse.

Cuando dejan en este dictamen una Junta de Gobierno, dejamos de escuchar a esos padres, a esas madres de familias, a esos hermanos, a esas hermanas, que dicen: cómo vamos a aceptar en una Comisión de Atención a Víctimas, a miembros del Estado mexicano, cuando es el Estado mexicano mismo, el que está involucrado en la violencia que nos está quitando a nuestros familiares.

Ése es el meollo del tema y por eso Calderón vetó esta ley, y por eso se recibió con gran agrado por parte de esas víctimas, cuando el presidente Peña Nieto quitó ese veto. Ese debate sigue instalado compañeros y compañeras, porque siguen siendo decenas de miles de víctimas en el país, y es un hecho que no se quedó aislado en el sexenio anterior.

Y hoy, tendríamos que entender que los principios de país que dieron origen a ese planteamiento, que sea la gente, los ciudadanos y las ciudadanas que han sufrido esa violencia, quienes puedan representar a las víctimas, el punto nodal de reencuentro, con esa gente a la que el Estado mexicano les ha fallado en lo más básico y fundamental, que es el respeto a la vida, a garantizarles que vivan, en Morelos, en Querétaro, en Guerrero, en Chihuahua. Es eso en lo que ha fallado en Estado mexicano.

De tal manera que yo no puedo acompañar un dictamen que falla en lo fundamental, que se acerca en muchas cosas –y con eso termino presidente- pero que falla en lo fundamental.

Ahí, donde hay un hombre desaparecido, ahí donde hay una fosa clandestina, ahí donde hay una ausencia que se recuerda con dolor día con día, por un padre, por una madre, por un hermano, por una hermana, es donde el Estado mexicano ha estado colapsado.

Y eso, podemos ponernos de acuerdo en un dictamen de esta naturaleza, pero si esa gente, no logra encontrar oídos, escucha, sentimiento, y emoción, que comparta ese dolor, de ninguna manera vamos a reconciliar este país.

Ésta era una oportunidad, o es –espero persuadirlos en ello- yo no puedo votar a favor de esto, porque mucha gente de Guerrero, y mucha gente del país, quisiera tener una comisión diferente.

Es cuanto señor presidente.

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