Desataca Raúl Morón importancia de fortalecer relaciones entre México y Cuba


Intervención en tribuna del senador Raúl Morón Orozco, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al dictamen con proyecto de decreto por el que se aprueba el Acuerdo que modifica el Convenio sobre Transporte Aéreo entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Cuba.

 

Raúl Morón Orozco. (RMO): Con su permiso, senador presidente.

 

Compañeras senadoras, compañeros senadores:

 

Nuestro país guarda una relación histórica y entrañable con Cuba. Nuestros pueblos siempre se han mantenido leales a los principios de solidaridad y cooperación mutua, incluso por encima de los desencuentros entre sus gobiernos o ante situaciones indignas. La sociedad mexicana ha respetado siempre los caminos que el pueblo cubano ha elegido para enfrentar las múltiples amenazas a las cuales se han enfrentado desde el triunfo de la revolución cubana.

 

Cuba fue víctima de un largo y destructivo bloqueo económico por parte de los Estados Unidos y que coartó las libertades económicas de la Isla, que intentó someter al pueblo cubano para arrebatarle su soberanía.

 

Este embargo comercial, económico y financiero contra el pueblo cubano causó un efecto contrario: fortaleció su vocación soberana.

 

Cuba es el ejemplo de cómo un pueblo puede revertir el castigo económico de la máxima potencia a nivel mundial.

 

Cuba enfrentó con dignidad las largas décadas de bloqueo económico y el pueblo mexicano cumplió siempre con un papel solidario; muchos de sus gobiernos fueron mediadores internacionales que ponderaron la soberanía cubana en la elección de su forma de gobierno.

 

Ya el prócer de la Independencia cubana, José Martí, advertía que sólo la solidaridad entre los pueblos de nuestra América nos ayudaría a enfrentar las amenazas de nuestro temible vecino: los Estados Unidos de América.

 

Martí afirmaba, a finales del siglo XIX, que los pueblos latinoamericanos tendrían que iniciar su Segunda Independencia: el neocolonialismo de la gran potencia del norte exigía de nosotros, los latinoamericanos, un nuevo momento de independencia económica, mientras que Cuba se independizaba tardíamente de España.

 

Ahora, ese mapa internacional se ha modificado sin que se terminen las amenazas contra nuestros pueblos. Estados Unidos y Cuba han iniciado una etapa de descongelamiento en sus relaciones, la cual hay que aplaudir sin perder de vista la complejidad de este proceso y los nuevos peligros que entraña.

 

¿Qué ha hecho nuestro país para colaborar en este nuevo clima internacional? Quizá todavía poco. Este dictamen que hoy aprobamos, aprobaremos, aprecio yo, modifica un Convenio de Transporte Aéreo entre México y Cuba que data de 1991. Esta modificación simplemente pone al día la designación y autorización de aerolíneas: de dos, pasa a permitir cualquier número.

 

Es una contribución al proceso que está iniciando el pueblo y el gobierno cubanos: abrirse con dignidad a una nueva relación con los Estados Unidos y el mundo.

 

Como menciona el dictamen, esta modificación busca “fortalecer el marco jurídico que regula las operaciones aéreas entre México y Cuba, de conformidad con las necesidades actuales de conectividad aérea, a fin de coadyuvar en el fortalecimiento de la relación bilateral y el desarrollo de otros sectores de la economía nacional”.

 

Por todo lo anterior, compañeras y compañeros, nos parece un paso importante aunque modesto ante el nuevo ciclo que se abre para el pueblo cubano, y fortalece indudablemente sus relaciones con nuestro país.

 

Por eso los llamo también, de la misma manera que mis compañeras que me han antecedido en la palabra, a aprobar este punto de acuerdo.

 

Por su atención, muchas gracias.

 

0-0-0