La Secretaría de Relaciones Exteriores y la representación del gobierno mexicano ante los Estados Unidos de América han actuado de manera reactiva, con lentitud y tibieza, para proteger los derechos humanos de las niñas y los niños mexicanos migrantes que se encuentran en centros de detención o en instalaciones habilitados para tal fin en territorio estadounidense, consideró la senadora Angélica de la Peña.
Destacó que la información difundida por medios de comunicación nacionales y norteamericanos permite tener un panorama de las condiciones inhumanas, degradantes y crueles que deben soportar las y los menores de edad al ser detenidos y tratados como criminales por personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Para la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado resulta extremadamente preocupante que la Secretaría de Relaciones Exteriores, específicamente, la Dirección General de Protección de Mexicanos en el Exterior, no haya implementado medidas extraordinarias ante el exorbitante crecimiento de detenciones de personas menores de edad mexicanas que se internan de manera ilegal en territorio norteamericano, a fin de garantizar sus derechos, vida e integridad.
De acuerdo a las estadísticas de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) del DHS, en lo que va del año fiscal 2014, en la frontera con México las autoridades migratorias han detenido a 47 mil 17 menores de edad.
La legisladora del PRD subrayó que el gobierno mexicano debe modificar su actitud pasiva ante la problemática, aún más cuando el Departamento de Seguridad Interior (DHS) ha informado que acelerará el proceso de repatriación de inmigrantes indocumentados, menores de edad, tomando en cuenta que los arrestos de esta categoría de inmigrantes se incrementó en un 92 por ciento, respecto del periodo anterior.
Las estadísticas del gobierno estadounidense señalan que, durante el actual año fiscal, han sido detenidos 11 mil 577 niñas, niños y adolescentes mexicanos.
Lamentablemente, agregó la senadora de la Peña, es previsible que al no disminuir los índices de violencia y pobreza en México -causa principal de que niñas y niños decidan migrar sin el acompañamiento de un adulto- el incremento del número de personas menores de edad que buscan ingresar a los Estados Unidos de América de manera ilegal crecerá y podría convertirse en una auténtica catástrofe humanitaria en ambos lados de la frontera.
«Ya lo estamos viendo con las autoridades estadounidenses, que al ser rebasadas han debido habilitar instalaciones militares como centros de detención, duplicar los turnos del personal migratorio, emplear personal no capacitado y acelerar el proceso de deportación, lo cual derivará en peores tratos y condiciones para las y los detenidos».
La también presidenta de la Segunda Comisión de la Comisión Permanente indicó que el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y su Embajada en los Estados Unidos de América, debe exigir y constatar el respeto a cada uno de los derechos humanos de las y los menores de edad mexicanos que por su situación migratoria se encuentren en centros de detención, desde el mismo momento de su aprehensión hasta su deportación.
El gobierno federal debe fortalecer los programas destinados a brindar atención a las y los niños y adolescentes repatriados, a fin de que una vez en territorio mexicano se garantice la reunificación de todos ellos con sus familias y no sean presas de la delincuencia organizada, narcotraficantes ni por tratantes de personas, finalizó la senadora Angélica de la Peña.
