Presenta Zoé Robledo iniciativa para aplicar muerte civil a funcionarios que reincidan en actos de corrupción


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar una iniciativa en materia de muerte civil.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, senador presidente.

 

Compañeras y compañeros;

 

Los problemas, cuando son grandes, requieren de soluciones exactamente en el mismo tenor.

 

La corrupción en México es un lastre, quizá el más terrible que tiene nuestro país, como un carga que nos impide levantar el vuelo para el que los mexicanos nacieron.

 

A veces pareciera que nos hemos acostumbrado tanto a la corrupción que la entendemos como un ente abstracto que ocurre en otros lugares, como algo perverso pero sin relación a nuestras vidas.

 

La corrupción, sin embargo, hay que decirlo una y mil veces, nos afecta de manera directa en todos los aspectos de la vida cotidiana.

 

En estados pobres como Chiapas, como Oaxaca, como Guerrero, la corrupción es la que impide que las escuelas tengan baños, o que el drenaje y las alcantarillas funcionen; la corrupción es la que impide que haya calles o que hay elecciones libres, o simplemente que haya agua potable en las casas; es la corrupción la culpable de todo ello.

 

El dinero que se roba el poder, el dinero que toman las autoridades, lo que malversan, lo que desvían, lo que hurtan, era dinero que estaba destinado para asegurar esos derechos.

 

Por eso, no nos equivoquemos, los que roban o malgastan estos fondos están robando algo intangible, pero muy poderos, están robándole la oportunidad a millones de mexicanos de tener una vida digna, les están robando el futuro.

 

Por eso, para estos personajes, para este mal, se necesita construir figuras legales de punción efectiva. Por ello, hoy propongo aquí la muerte civil.

 

¿Qué significa la muerte civil? Un nuevo instrumento que sancione de manera proporcional a la corrupción que se ejerce desde el poder.

 

El Sistema Nacional Anticorrupción abrió la puerta identificar la corrupción, para investigar la corrupción; la muerte civil puede funcionar como su mejor castigo.

 

Somos muy intolerantes, pero somos muy flexibles con el corrupto. Con el tiempo olvidamos si el corrupto se convierte en un astuto, en un hábil, en alguien capaz de burlar al sistema y hacer lo que le venga en su voluntad.

 

Esta iniciativa, por ello, pretende complementar los supuestos de sanción contenidos en el título décimos de los hechos por delitos de corrupción, del libreo segundo del Código Penal Federal, en lo que se refiere a reincidencias por delitos relacionados con hechos de corrupción.

 

Es común que el político que acaba en desgracia, al cabo de un poco de tiempo regresa a la vida pública, y la sanción fue solamente en los medios o la sanción fue solamente de carácter administrativo y la cárcel, cuando hubo casos de los pocos que ha habido en nuestro país, de políticos que la pisaron, se convierte en un proceso de permanente purificación, nuevo gobierno, nuevos gobernantes, nuevos tiempos y ahí sigue la corrupción y ahí sigue la impunidad en nuestro país.

 

Incluso ha tenido un perverso efecto en generar para algunos políticos una especie de aspiración a la corrupción, ir en contra de ella hasta que se alcanza; maldita corrupción hasta que se convierte en bendita corrupción.

 

No más, y por eso esta iniciativa propone la muerte civil para funcionarios que reinciden en un acto de corrupción. Hoy la pena máxima por un acto de corrupción es la inhabilitación por 20 años, con esta propuesta es que aquella persona que cometa por segunda ocasión un delito relacionado con un acto de corrupción sea inhabilitado permanentemente de la vida pública.

 

Muerte civil, se trata de una inhabilitación definitiva para desempeñar empleo, cargo o comisión pública, pero también para participar en adquisiciones, en arrendamientos u obras públicas, en concesiones, en prestación de servicios o de uso de bienes de dominio de la Federación.

 

De la misma manera como a un pirómano se le impide estar cerca de cerrillos y de encendedores, la muerte civil pretende impedir que un funcionario vuelva a estar cerca del dinero de los mexicanos.

 

Quien haya estado sentenciado por actos de corrupción, nunca más podrá volver a trabajar en el Estado, sea en el gobierno federal, estatal  o a nivel municipal. Igualmente procederá la suspensión de derechos para ejercer profesión, oficio, autorización, licencia o permiso relacionados con actividades relacionados con conductas ilícitas que dan origen a la condena.

 

Muerte civil pues, para mejorar la probabilidad de captura- hoy tenemos un andamiaje, que votamos aquí en el Senado por eso la propuesta es incrementar la severidad de la sanción.

 

Señores y señoras senadoras, son tiempos complicados para nuestro país y lo peor que podemos hacer es volvernos nuestros propios enemigos, la corrupción es la rapiña autodestructiva, es el canibalismo más vil, no podemos aceptar más este tipo de conductas.

 

La mejor manera de evitarlas es asegurándonos que haya desincentivos para aquellos que quieren corromper. Si el problema de la corrupción en México es severo, es hora de que su solución sea equivalentemente rigurosa y severa.

 

Muerte civil para que no le demos pronto también muerte a lo que entendemos hoy como Estado mexicano.

 

Es cuando, senador presiente. Muchas gracias.

 

 

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