Poner el derecho a la transparencia como un derecho humano es un asunto fundamental: Mario Delgado


Intervención en tribuna del senador Mario Delgado Carrillo, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse al dictamen con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Transparencia.

 

Mario Delgado Carrillo, (MDC): Con su venia, señor Presidente. Compañeros y compañeras:

 

Sin duda que es una reforma muy importante, sin duda que representa un avance fundamental para la vida de nuestro país, para la vida pública de nuestro país; representa un avance fundamental en la garantía que se le tiene que dar a los ciudadanos del uso y manejo de sus recursos públicos, de sus impuestos.

 

Poner el derecho a la transparencia como un derecho humano me parece un asunto fundamental; sin embargo, bueno, no sería la primera vez que se logran avances importantes, pero insuficientes en algunos otros.

 

¿Cómo vamos a medir el éxito de esta reforma?, ¿cómo vamos a medir el éxito de esta ley? Pues creo que muy sencillo, la ciudadanía, la sociedad lo que está esperando es que sea un instrumento fundamental en contra de la corrupción.

 

Si esta ley sirve para combatir la corrupción en México en esa medida tendrá su éxito. Ahora bien, ¿dónde está el mayor riesgo potencial que en este momento tiene nuestro país?

 

Sin duda que en el sector energético. ¿Por qué? Porque está ocurriendo la privatización de un activo que tiene un valor incalculable. Los contratos, las asignaciones que están en juego en el sector energético pues tienen un valor muy importante.

 

El potencial de corrupción en ese sector sin duda es el más relevante que existe actualmente en México.

 

El domingo pasado vimos en Brasil las mayores protestas de su democracia, y la petición fundamental, creo tal vez la más importante, es el combate a la corrupción. El cáncer de Brasil en el tema de la corrupción está últimamente en su sector energético, es algo de lo que deberíamos de aprender.

 

De tal manera que esta ley no permite margen de error en el área de energía, es decir, no podemos tener ninguna falla, y tenemos que irnos ahí a la mayor exigencia posible para garantizar que todo el proceso de contratación, asignación, sea absolutamente transparente, es la única posibilidad que tenemos de darle a los ciudadanos, de darnos a nosotros como mexicanos la seguridad de que no va a ser una fuente de corrupción, porque las tentaciones ahí son muy grandes. Ahí no tenemos margen de error ni podemos tener omisiones inocentes.

 

Desafortunadamente es claramente insuficiente lo que se está aprobando en el artículo 83. ¿Por qué digo esto? Porque no se va a transparentar el proceso de licitación ni los criterios de precalificación. Se podrá decir: “A ver, esa es una interpretación extrema, no es cierto que eso vaya a ocurrir porque hay más de 20 conceptos a los que se obliga transparentar, y eso que tú estás afirmado es falso”.

 

Creo que hay un buen ejemplo. Lo que ha ocurrido en días pasados en la Secretaría de Energía, donde reservan a los participantes de la Ronda Uno. ¿Qué pasa ahí? Que sabemos que ya hay empresas que están ya en una especie de negociación con el gobierno.

 

¿Cómo lo podemos saber? Porque el 2 de marzo pasado, en Londres, un alto ejecutivo de British Petroleum dijo: “Pues que los contratos de la Ronda Uno que había sacado el gobierno mexicano pues no les gustaban, tenían que flexibilizarlos un poco si querían que los capitales extranjeros vinieran al sector energético”.

 

Y bueno, más tarde, bueno, rapidísimo, en 4 días la Secretaría de Hacienda, el 6 de marzo, y la Secretaría de Energía sacaron los nuevos criterios para los contratos de Ronda Uno. Es decir, ya sabemos que hay una negociación con estos actores, de los cuales no tenemos información ni la podremos tener porque esta información está reservada por los próximos 5 años.

 

Entonces la pregunta es: ¿Por qué dejamos este tramo sin transparentar? ¿por qué no aprovechamos esta Ley General de Transparencia, que es donde debe de estar, para obligar a que esta parte del proceso también sea transparente y nos quietemos toda duda, nos quitemos cualquier sospecha de que vaya haber algún tipo de corrupción en esta etapa, en donde sí se están decidiendo cosas?

 

¿De qué nos va a servir tener toda la transparencia y toda la información a posteriori una vez que ya se asignó el contrato? Y ahí sí, del contrato sabremos todo, porque eso ahí si se cuidó en esta ley, que sepamos absolutamente todo del contrato, pero ya no podremos hacer nada.

 

¿Cómo se asignó?, ¿cómo fue el proceso de asignación? Ahí sí eso no será transparente, simplemente tendremos que apegarnos a decir: “Pues es que el gobierno decidió que estos serían los socios de PEMEX o estas serían las asignaciones, pero no sabremos por qué ellos y no otros”.

 

Y estamos enfrentándonos a un mercado internacional donde hay un altísimo incumplimiento de contratos, prácticamente la regla general de los contratos de petróleo, de empresas privadas con los gobiernos hay una alta incidencia a nivel internacional donde no se cumplen o donde tienen que ser modificados.

 

Y el modelo de recontratación en México, donde no prevé la reversión de campos asignados después de un periodo determinado por no cumplimiento de metas, nos obliga a que nos quedemos atados con esas compañías en los próximos 20 o 30 años sin que hayamos sabido nunca el proceso de selección de esa empresa.

 

Me parece que aquí no hay margen de error, aquí es una oportunidad que debemos aprovechar modificando el artículo 83 de esta ley, incorporando el concepto de la precalificación, la etapa de precalificación, criterios de precalificación y los procesos de licitación para que tengamos toda la cadena absolutamente transparente.

 

El éxito de esta ley se va a medir por su capacidad de combatir la corrupción, y el riesgo mayor actualmente en México es en el campo del sector energético.

 

Muchas gracias, señor Presidente.