México vive un momento que representa para el PRD una puerta para construir y convencer que hay otro futuro posible: Dolores Padierna


Discurso de la senadora Dolores Padierna Luna, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD, durante la inauguración de la 9° Reunión Plenaria del GPPRD.

 

Dolores Padierna Luna, (DPL): Muchísimas gracias a todas y a todos por su presencia, queremos presentar y saludar a nuestro querido compañero coordinador parlamentario, el Senador Luis Miguel Barbosa Huerta, felicitarlo por su esfuerzo y dedicación a las tares legislativas y políticas del grupo, sus inteligentes oficios han permitido que el PRD siempre esté en el primer plano, siempre en la palestra influyendo y tomando las decisiones más importantes en el Senado de la República.

 

Nos acompaña y agradecemos mucho la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el Doctor Miguel Ángel Mancera. Nos honra tenerlo en el Senado.

 

La Constitución de la Ciudad de México es producto de una larga lucha que culminó gracias a los afanes de alcanzar la autonomía política y administrativa  de  nuestra ciudad, le queremos agradecer ampliamente sus esfuerzos a este histórico esfuerzo y agradecer en todo lo que vale su presencia con nosotros, señor Jefe de Gobierno.

 

Desatacar la presencia del distinguido Gobernador del Estado de Tabasco, Arturo Núñez, agradecerle siempre su disposición de estar con nosotros y seguirse interesando por los asuntos del Senado de la República, del que él no hace mucho formó parte.

 

Destaco con alegría la presencia del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su sola asistencia a esta plenaria significa para nosotros la prueba de que no erramos quienes estamos empeñados en la unidad de las izquierdas, el Ingeniero Cárdenas nos enseñó que la integridad es el baluarte más importante de la izquierda. Su testimonio, su congruencia, su perseverancia más allá de los partidos, más allá de las coyunturas es por la defensa de un país justo, democrático y humano. Gracias, Ingeniero.

 

Saludamos la presencia de nuestra querida compañera senadora, senadora con licencia, ahora presidenta del PRD, a quien felicitamos por ostentar tan importante cargo, un aplauso a nuestra compañera, Senadora Alejandra Barrales. La felicitamos y deseando que logre sacar adelante al PRD y nos lleve al triunfo como partido político, buscando siempre la unidad de las izquierdas y el fortalecimiento de nuestro proyecto en nuestro país.

 

Nos acompaña también la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica Morga, a quien saludamos y reconocemos su gran empeño en la organización y en la estructuración del partido, la recibimos con cariño y nos enorgullece que el PRD tenga a dos mujeres muy capaces y muy inteligentes al frente de nuestro instituto.

 

También queremos agradecer la presencia de quien estará aquí con nosotros en un rato y que cuando nos acompañe la presentaré. También quiero presentar a quien está como invitada especial, la Senadora con licencia Lorena Cuéllar Cisneros, nuestra querida compañera que hizo una campaña ejemplar al gobierno de Tlaxcala y que, aunque todas las cifras le dan el triunfo pretende torcerse la voluntad popular, ella está dando una batalla muy importante para impedir este fraude; sabes que te queremos, que estamos juntos en esta batalla y que nunca has estado sola.

 

Está también, por decirlo de alguna manera especial, el Senador Camacho Solís, él dejó un vacío muy grande, muy difícil de llenar, lo recordamos,  lo reconocemos siempre como un senador estratega y fundamental en este Senado; en su presencia están las tres hijas del Senador Manuel Camacho: Isabel, Leonor e Inés Camacho.
Quiero reconocer ampliamente el trabajo extraordinario, ¿por qué no decirlo así?, de nuestro personal técnico, de nuestros asesores y de todos los que nos ayudan a hacer nuestra labor como Senadoras y Senadores, muy especial reconocer a Blanca Báez como coordinadora de asesores; a Sandino Luna como secretario parlamentario;  y a Hugo Rosas en la secretaría técnica del grupo, muchas gracias por su trabajo.

 

Pues agradecer la presencia de doña Ifigenia Martínez, una mujer fundadora del PRD, una mujer muy querida, reconocida y congruente cuya lucha siempre ha enriquecido la labor de nuestro instituto político.

 

Desde luego están nuestros senadores y senadoras, Luis Sánchez Jiménez vicepresidente del Senado, muchas gracias, Luis. Está el Senador Alejandro Encinas Rodríguez, la Senadora Alejandra Roldán, la Senadora Angélica de la Peña, el Senador Armando Ríos Piter, el Senador Benjamín Robles Montoya, el Senador Fernando Mayans Canabal, el Senador Mario Delgado Carrillo, la Senadora Luz María Beristain Navarrete, el Senador Luis Humberto Fernández, el Senador Raúl Morón Orozco, el Senador Zoé Robledo, la Senadora Iris Vianey Mendoza, el Senador Isidro Pedraza, muchas gracias.

 

Pues sin más, doy unas palabras de bienvenida, de introducción.

 

Crisis es una palabra gastada. La hemos empleado al menos durante el mismo tiempo en que México ha vivido –sobrevivido en realidad– bajo el dogma neoliberal.

 

Sin exageración alguna, vivimos al filo de una crisis del régimen político, que se expresa en tres vertientes coyunturales: una crisis de representación, es decir, política; una crisis social y de derechos humanos; y una del modelo económico.

 

La crisis política se ha profundizado debido a la torpe gestión de las reformas estructurales –la educativa es el ejemplo más gráfico pero de ninguna manera el único–, es acompañada por una crisis social que se expresa crudamente en terribles daños a los derechos humanos y a las libertades.

 

Apenas ayer la SHCP redujo de nueva cuenta la expectativa de crecimiento económico a una media de 2.3 por ciento e informó que en el primer semestre de 2016 la economía tan sólo creció 1.93 por ciento.

 

El desplome económico se deriva de que la minería, el petróleo y la industria están en franca desaceleración que está llevando a la economía al punto de la recesión.

 

A nosotros, como oposición de izquierda, la crisis representa como un momento decisivo, una puerta para construir y convencer que hay otro futuro posible, hay alternativa y que debemos entrar a la fase postneoliberal.

 

Hoy no tenemos ni salvación petrolera, ni economía estable, ni normalidad política y la prolongada estrategia de combate al crimen organizado, fallida por demás nos ha sumido en una tragedia nacional de derechos humanos a la que se suma un gobierno incapaz de construir consensos, recurre al expediente de la represión para atender conflictos sociales.

 

La insurgencia magisterial ha puesto en evidencia el anunciado fracaso de la reforma Educativa que el gobierno quiso llevar adelante desde las oficinas y la televisión ignorando a las escuelas y estigmatizando a los docentes.

 

La falta de viabilidad de esta reforma, nos obliga desde el Senado de la República a buscar los cambios más urgentes que contribuyan a una salida democrática al conflicto y a la vez aporten a una verdadera transformación de la educación en nuestro país.

 

Muchos serán los temas que nos imponen nuevos retos en este periodo legislativo que está a punto de comenzar.

 

En lo que toca al Sistema Nacional Anticorrupción, habremos de impulsar la eliminación del fuero, mecanismos más certeros para el juicio político e imponer sanciones graves al servidor público que mienta bajo juramento de decir verdad en las Cámaras del Congreso.

 

Los nombramientos de magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberán expresar con claridad su independencia, capacidades técnicas, de fuero político, evitando cualquier conflicto de interés.

 

Compañeras y compañeros, estimados invitados e invitadas.

 

El modelo neoliberal ha comenzado a hacer agua, incluso desde el norte soplen vientos que apuntan a una retractación del neoliberalismo. La postura de Trump y el viraje de Clinton tienen fuertes repercusiones política para el Senado, debe implicar que se abandone o redacte de otra manera el Tratado de Acuerdo Transpacífico y la probable revisión del tratado de Libre Comercio con América del Norte.

 

Si el neoliberalismo toca tambores de retirada, es hora de ganar el futuro y plantar un horizonte postneoliberal en el que recuperemos nuestro rumbo propio como país, un rumbo de libertad, de igualdad y de democracia.

 

Muchas gracias.

 

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