Recibí buenos comentarios sobre mis dos anteriores participaciones en este espacio, lo cual es una atención que agradezco.
Eso me hizo pensar lo siguiente: que en el contexto actual de la vida social y política de Tabasco la gente está ávida por conocer y recordar la historia que la comunidad ha vivido. Sin una historia común o particular, nada somos.
Todos los años y períodos desde que Tabasco es Tabasco, son importantes, cada uno con sus particularidades y detalles.
En estos pequeños artículos trato de dejar un testimonio de ciudadano en el que se refleje mi interés por la historia de mi solar nativo. No soy un historiador profesional ni nada que se le parezca. Sé mis límites, pero al ir revisando mis notas de viejas lecturas y viejos apuntes me he sentido muy tonificado en mi identidad tabasqueña. Nuestra historia es rica como la del más rico de los territorios que forman México. Y ésto me llena de orgullo.
El primer gobernador real de la Revolución Mexicana fue el Dr. Manuel Mestre Ghigliazza, quien nació en San Juan Bautista el 15 de noviembre de 1870 y falleció en la ciudad de México el 2 de febrero de 1954. Vemos que el espacio que abarcó su vida fue muy dilatado para las medidas y esperanzas de aquellos tiempos, ese privilegio le permitió realizar una obra notable en los terrenos de la medicina, de la historia, del periodismo y de la academia, y de la vida social del Tabasco de inicios, del Tabasco que nos dejó Don Porfirio. Al comenzar este pequeño relato de la vida del Dr. Manuel Mestre me asalta una gran inquietud derivada de lo mucho que hay que contar sobre el personaje. Tengo una gran cantidad de notas personales, y conservo en la biblioteca en mi casa de Villahermosa los gruesos compendios en los que recopilo los más significativos documentos sobre la historia de Tabasco.
