Marihuana: Regulación y consumo – Milenio


El debate sobre la marihuana no se circunscribe a su uso con fines terapéuticos. Nos encontramos en un momento en donde deben analizarse con responsabilidad la regulación y el consumo de cannabis con fines médicos y lúdicos.

 

Se trata de definir una política pública de regulación y no de penalización; ni más ni menos, se trata de construir  un nuevo paradigma que afortunadamente comienza a ganar terreno en diversas partes del mundo. Hace unos días, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, firmó el decreto por el cual legaliza y regula la producción, comercialización y exportación de cannabis para uso medicinal.

 

El hecho de que un país con los antecedentes en la materia como Colombia dé este paso, debe llamarnos a la reflexión y a la acción. Se trata de un cambio de enfoque, de renovar estrategias y de adoptar nuevos senderos para enfrentar la problemática derivada del consumo de drogas y del fenómeno delictivo que provocan las acciones de los grupos criminales que controlan su tráfico.

 

¿Por qué pasar de un enfoque de penalización a uno de regulación en el tema de la marihuana? Simple: porque el enfoque de la penalización ha fracasado.

 

La marihuana es la droga por la que hay más sentencias por delitos contra la salud, particularmente, las conductas más penalizadas son la portación y el transporte.

 

De acuerdo a diversos estudios sobre casos internacionales, algunos países como China y Estados Unidos abordan el problema de las drogas desde la aplicación de la ley y luchan contra el tráfico; mientras que otros, como Países Bajos y Portugal, enfocan sus esfuerzos en apoyar a los usuarios para mitigar los efectos adversos del uso de drogas.

 

De acuerdo a estudios como el coordinado por el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, en el libro “Marihuana y Salud”, México tiene el derecho a experimentar nuevas vías para regular el consumo de drogas, particularmente la marihuana. La regulación legal del mercado de la marihuana puede considerarse una alternativa para enfrentar con mayor responsabilidad un asunto que requiere de aproximaciones científicas, sociales, jurídicas e integrales para que se atienda de mejor manera la realidad que vive el país en esta materia.

 

¿En qué momento se encuentra la discusión en México? El debate sobre el consumo terapéutico de la marihuana está resuelto. Iniciativas presentadas, como la del Jefe de Gobierno, de integrantes del  propio Grupo Parlamentario del PRI en el Senado, en la cual se propone reformar la Ley General de Salud y la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación en materia de uso medicinal de cannabis, o la del senador Mario Delgado, de nuestro Grupo Parlamentario, apuntan hacia un posible acuerdo en este sentido.

 

Sin embargo, mantener el debate sobre la marihuana en el nivel terapéutico equivale a ubicarse por debajo de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que, atinadamente, ubicó el tema en un asunto de libertades de individuos.

 

No hagamos “chiquita” la discusión sobre el consumo de la marihuana. El Senado ha iniciado un proceso de discusión y análisis que deberá desarrollar en todas sus aristas y ámbitos. El hecho de que el Presidente de la República haya expresado públicamente su postura respecto al consumo de la marihuana o que el Jefe de Gobierno haya presentado una iniciativa sobre su uso medicinal, no cancela un tema que es del interés de la población, que ha sabido ganarse espacio en la opinión pública y que en su esencia, entraña un asunto de libertades y de derechos.

 

ENTRESACADO: ¿Por qué pasar de un enfoque de penalización a uno de regulación en el tema de la marihuana? Simple: porque el enfoque de la penalización ha fracasado.