La reforma constitucional y las leyes secundarias en materia energética no dan autonomía a Pemex y confirman lo que ya se veía venir, la transformación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la autoridad suprema del sector energético, sostuvo el senador del PRD, Benjamín Robles Montoya.
Señaló también que el Ejecutivo federal y quienes los apoyan proponen una reforma energética que se aleja del sentido común bajo una lógica de empoderamiento de ciertos actores donde las personas con poder tendrán más poder.
El senador por Oaxaca mencionó que las leyes plantean que la Secretaría de Hacienda mantenga el control de las empresas productivas del Estado, ordenándoles que pospongan sus operaciones de financiamiento, determinando el dividendo estatal al que se tendrán que apegar y dando voz y voto al titular de SHCP en la designación de los integrantes de sus consejos de administración y asignación de sus salarios.
No obstante, dijo, se pretende contrarrestar el control de esta secretaría con la ociosa creación de un comisario que será propuesto por el Ejecutivo y que únicamente le restará la facultad de asignar un auditor externo.
“Hacienda seguirá autorizando la creación de filiales y evaluará el desempeño de los consejos de administración y de sus comités, así como también intervendrá en las políticas de recursos humanos”, explicó.
Robles Montoya destacó que si bien la ley se permite a Pemex organizarse a su conveniencia, en un transitorio se le obliga a fusionar sus organismos y crear empresas productivas subsidiarias.
Finalmente, recordó que el PRD propuso una reforma concreta en la que se fortalece a las empresas del Estado y no a las extranjeras.
“Hacienda podrá quebrar cuando quiera a los sectores, a las empresas públicas, por eso sostengo que con estas leyes se confirma el debilitamientos de Pemex y CFE, apuntalando hacia su desmantelamiento”, concluyó.
