Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez para referirse al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Angélica de la Peña Gómez (ADLPG):
Con su venia señor presidente, Señoras, señores.
La violencia es un comportamiento aprendido que tiene sus raíces en estructuras sociales que determinan comportamientos culturales, formas de ser que definen en el caso de la violencia contra las mujeres, también la exaltación de lo masculino y la definición de que lo femenino tiene que estar supeditado a esta jerarquización.
De ahí que la causa de la violencia contra las mujeres nos cueste mucho trabajo deconstruirla, reconstruirla, porque son culturas que derivan de estos comportamientos que son aprendidos generación por generación durante cientos y cientos de años, que nos llevan a enfrentar situaciones muy complicadas en primerísimo lugar, de explicárnoslas para entenderlas, y en segundo lugar para poner en marcha todo lo que tenemos que hacer para que esta situación cambie.
En estos años, y sobre todo a partir de que Naciones Unidas determino que el veinticinco de noviembre sea el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, efectivamente recordando a tres mártires, las hermanas Miravalquines fueron asesinadas por Trujillo en la República Dominicana y como en honor a ellas tres, a Minerva Patria y María Teresa, recordamos esta fecha en todo el mundo como el día en el que tenemos que hacer una revisión de qué es lo que hicimos para cambiar la situación de las mujeres y las niñas.
Es importante señalar que en esa revisión, todavía en nuestro país, las cifras nos reflejan que tenemos que prender los focos de alerta puesto que todavía sigue una de cada cinco mujeres siendo maltratada física o sexualmente.
En México cada quince segundos una mujer es agredida; en uno de cada tres hogares ha habido maltrato emocional, intimidación abuso físico o sexual. Cada seis horas en nuestro país ocurre un asesinato de una mujer, un día de cada cinco días de trabajo que pierden las mujeres precisamente se debe a los estragos de la violencia de género que sufre.
El cuarenta por ciento de los asesinatos de mujeres ocurren en su hogar, cada nueve minutos una mujer es violentada sexualmente.
Cuatro de cada cinco mujeres separadas o divorciadas, reportaron situaciones de violencia durante su unión y el treinta por ciento continua padeciéndola por parte de sus ex parejas.
Más de ochenta y cinco por ciento de casos de agresión contra mujeres que son denunciados en México, señoras y señores, quedan inmunes, impunes del total; de las mujeres casadas o unidas sesenta por ciento ha sufrido algún tipo de violencia patrimonial, ya sea por algún familiar u otro tipo de persona.
Lo que acontece en México por desgracia también se vive a nivel internacional y la ONU Mujeres nos define claramente que la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial que toma diversas formas y en ese aspecto conviene recordar datos básicos en el mundo respecto a que una de tres mujeres sigue sufriendo violencia física y sexual; dos terceras partes de los países han prohibido ciertamente la violencia doméstica, sin embargo parece que esto es insuficiente para detener los estragos de la violencia de género.
Sólo cincuenta y dos países ahora tienen de manera explícita penalizada la violación al interior del matrimonio y más de dos mil seiscientos millones de mujeres y niñas viven en países en los que la violación conyugal no está explícitamente penalizada.
En ese aspecto es importante señalar que en el marco de esos dieciséis días de activismo que comienzan el veinticinco y terminan el Día de los Derechos Humanos que es el diez de diciembre, es importante señalar que hemos emprendido en el marco de esta lucha contra la violencia de las mujeres también luchar contra el matrimonio infantil.
Tomando consideración que más del noventa y cinco, noventa y siete por ciento de quienes se casan antes, antes de los dieciocho años de edad son niñas, niñas algunas de ellas se embarazan antes inclusive de los quince años y el problema del embarazo, el problema del embarazo en nuestro país denota por supuesto también violencia sexual de tal forma que no podemos hoy estar conmemorando este día y el inicio de estos dieciséis días de activismo sin que tomemos relevancia de la principal lucha que tenemos que dar en nuestro país, es garantizar la aplicación de la ley que aquí dictaminamos, es decir la prohibición de que las niñas menores de dieciocho años se casen, de tal manera que es importante que los congresos locales que no han revisado su código civil o familiar, se pongan a trabajar para que vayan en la dinámica que nosotros impulsamos cuando hicimos la ley de protección de los derechos de las niñas y de los niños.
Es cuanto y solamente termino recordando que esperaremos que el próximo año que en este día en el Senado de la República las cifras no sigan reflejando todos los pendientes que pareciera que es imposible resolverlos, eso significa que hay que esforzarnos más, hay que hacer más, hay que trabajar más, hay que hacer todas las sinergias, impulsar todas las acciones que nos permitan que completamente trabajemos hacia la eliminación de todas las formas y tipos y modalidades de violencia contra las mujeres de todas las edades.
Muchas gracias a todos ustedes por su atención.
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