La Causa y lo Causado: 12 Constituyentes para la Ciudad de México / Milenio


Para cualquier mexicano sería un altísimo honor ser uno de los integrantes del Constituyente de la Ciudad de México.

 

Los partidos y el Congreso están haciendo lo propio. Pronto, el Presidente de la República y el Jefe de Gobierno de la Ciudad tendrán que definir, con sus equipos o en soledad, a seis diputados constituyentes cada uno. En buena medida, estas designaciones determinarán el sentido y el alcance que los titulares del gobierno federal y del gobierno local desean imprimir en este importante proceso para la Ciudad.

 

Cien diputados constituyentes, 60 electos en urnas, 14 designados por la Cámara de Diputados, 14 por el Senado de la República, 6 por el titular del Poder Ejecutivo Federal y 6 por el Jefe de Gobierno.

 

¿Con estas designaciones, qué mensajes mandarán el gobernante federal y el local?  No se  trata designaciones menores o que puedan tomarse a la ligera. No es un botín que debe repartirse en cuotas o compromisos. Tampoco debe tratarse, únicamente, de orientar perfiles o nombres por lo que pueda venir en 2018.

 

El Jefe de Gobierno es el responsable de poner en las manos de los diputados un proyecto de Constitución, en el cual se está trabajando desde finales del año pasado; mientras que el Presidente es el encargado de velar por los intereses del Estado mexicano en todos sus aspectos, uno de éstos, la ciudad, sede de los poderes de la Unión.

 

Sería muy importante que el Jefe de Gobierno y el Presidente de la República designaran a mujeres y hombres más allá de lealtades, cuadros partidarios o intelectuales orgánicos. En primer lugar, en las designaciones debe existir equidad entre géneros. Resultaría positivo que entre éstas estuvieran voces de la sociedad, conocedores a fondo de la Ciudad y  expertos en procesos constitucionales.

 

Si bien la composición del Congreso delimita que los acuerdos sean aprobados por votaciones de dos tercios, esto no debe determinar que dichos acuerdos sean “chiquitos”. Nada de eso, los acuerdos deben orientarse hacia lograr que la Constitución de la Ciudad de México sea la más avanzada y progresista del país.

 

Un factor para lograr esto último son las designaciones que realicen el Presidente y el Jefe de Gobierno. Si bien las personas designadas deben simpatizar con sus visiones de Constitución, éstos no deben ser sus incondicionales o simplemente correas de transmisión de la voluntad de los mandatarios. Esto, de entrada, limitaría el debate y los alcances del proyecto constitucional.

 

La discusión en el Constituyente no debe girar en los posibles acuerdos o discrepancias entre el Presidente de la República y el Jefe de Gobierno. La opinión de la sociedad debe ser escuchada.

 

Tanto para el residente del Palacio Nacional como para el del edificio del Ayuntamiento, la tentación presidencialista es mucha; sin embargo, es el momento de elevar la mira.

 

De parte del Presidente y del Jefe de Gobierno, la ciudad necesita 12 constituyentes que sean precisamente eso, parte del selecto grupo de mexicanas y mexicanos que tendrán el gran privilegio y la responsabilidad de discutir y votar la Carta Magna, el pacto social de la capital del país. XXX TWITTER: @MBarbosaMX

 

ENTRESACADO: Sería muy importante que el Jefe de Gobierno y el Presidente de la República designaran a mujeres y hombres más allá de lealtades, cuadros partidarios o intelectuales orgánicos. En primer lugar, en las designaciones debe existir equidad entre géneros.