Intervenciones del Senador Armando Ríos Piter, en la comparecencia del Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray como parte de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno – salario mínimo


Armando Ríos Piter

·         Hoy viven 7 millones de personas con un salario mínimo, pero el dato es escalofriante cuando uno revisa la Coneval y señala que 3.5 millones de mexicanos, tienen una percepción de un salario mínimo, no tienen con este salario mínimo la capacidad de tener la ingesta calórica diaria. 
·         Ha crecido la productividad laboral; en este caso del 91 al 2013, sin embargo el salario mínimo se mantiene constante, no tiene ningún crecimiento. 
·         Pasar de los 67 pesos que significa el salario mínimo actualmente al día, a los 82 pesos, que significaría por lo menos un 20 por ciento. Y así progresivamente alcanzar los 171 pesos en seis años, que garanticen la canasta de bienestar que señala la Coneval. 
·         Si no logramos que el salario mínimo se convierta en un instrumento de distribución de la riqueza, y al final del día en una política social mucho más contundente que las políticas sociales, parecería que estaríamos teniendo una visión muy limitada. 
·         Pareciera ser que hay condiciones políticas en este cuerpo colegiado para hacer una ley que permita el incremento, no nos esperemos al debate electoral del 2015 

  • Armando Ríos Piter: Con su permiso señor presidente, señor secretario Doctor Luis Videgaray.

El día de ayer en la Cámara de Diputados, usted frente a varios cuestionamientos, señaló que el crecimiento pues a todas luces insuficiente: el 2.7 por ciento sin duda alguna, no solamente este año sino las últimas décadas, demuestra la incapacidad de una economía del tamaño, de las dimensiones de México, de tener el crecimiento que requiere la gente para satisfacer especialmente los empleos que se necesitan en este país.

A mí me gustaría, dado que el paquete es un paquete inercial que ha sido presentado recientemente, pues por lo menos escuchar de parte del Secretario de Hacienda, cuáles son las opiniones respecto a dos temas que creo que son indispensables, no solamente el tema de los ingresos, es el tema de cómo garantizar que el gasto sea mucho más eficiente, mucho más contundente y no se trata solamente de adelantar el ejercicio del gasto, sino cómo hacer que sea un gasto con mucho mayor calidad.

Y al mismo tiempo, si el combate a la corrupción y la rendición de cuentas, temas que hemos comentado, no logra aterrizar de manera contundente, pues podremos tener un contexto de mayores ingresos para el Estado Mexicano, para el gobierno, pero a final del día no habrá el desarrollo o el crecimiento que se requiere.

Yo creo que ahí hay una pregunta implícita de cómo se pase del 3.9 por ciento al 2.7 por ciento de crecimiento. Pero no es mi intención que ese sea el foco de la pregunta.

Revisando los datos del índice de competitividad del Foro Económico Mundial, cuestión que ya comentó mi compañero Mario Delgado, en el cual perdemos ocho espacios; seis del año pasado al presente, y dos del 2012 a la fecha, entiendo que son ocho los espacios que hemos perdido.

Y pensando en el contexto de este debate de salarios mínimos, recordaba una participación que hace poco hizo Michael Porter, quien decía que aquellas economías que le apuestan a tener salarios bajos, digamos, como el principio competitividad pues es a todas luces algo insuficiente, es una mala decisión de política pública.

Entonces, la pregunta en este contexto señor secretario, la quiero hacer muy específica, para que sea una pregunta más bien de voluntad o de visión de la política económica para el debate de estos meses, y especialmente para los próximos años.

El poder adquisitivo ha tenido una pérdida del 75 por ciento, más menos, en las últimas tres décadas; es una pérdida contundente, lo decía yo hace rato en la presentación de la iniciativa del Grupo Parlamentario del PRD, hoy se puede comprar un kilo de tortillas con lo que hace algunos años, dos décadas, se compraban cuatro kilos de tortillas: pérdida del 75 por ciento de los ingresos.

Hoy viven 7 millones de personas; siete millones de personas con un salario mínimo, pero el dato es escalofriante cuando uno revisa la Coneval y señala que 3.5 millones de mexicanos, hombres y mujeres que trabajan al día, tienen una percepción de un salario mínimo, no tienen con este salario mínimo la capacidad de tener la ingesta calórica diaria, la canasta básica alimentaria.

Ese es un dato que por sí mismo a mí me parece escalofriante y creo que difícilmente deberíamos de dejar pasar así como así.

El jefe de Gobierno, usted ya lo comentó en su primera intervención, ha puesto a debate el tema del salario mínimo, se plantea, y por eso quise venirme de este lado –pásenme mi gráfica- esta gráfica que está aquí, solamente para tener una referencia, son los datos de la OCDE, no son datos que se hayan hecho en otro lado, en las consideraciones internacionales: esta gráfica la parte roja es la medida de productividad laboral, el salario mínimo real en la línea azul.

¿Cuál es el punto? Ha crecido la productividad laboral; en este caso del 91 al 2013, sin embargo el salario mínimo se mantiene constante, no tiene ningún crecimiento.

Entonces, alguien se está quedando con ese incremento de la productividad; alguien se está quedando señor secretario con este incremento en la economía ¿quién se lo está quedando? Pues seguramente las unidades productivas y no quiero hacer un contexto de lucha de clases, seguramente los dueños de las unidades productivas.

La mano de obra no está beneficiándose de este incremento de productividad un solo pesos. Pareciera ser que este 30 por ciento diferenciado –ahora sí muchas gracias- pues nos da un argumento económico suficiente para poder en la medida en la que el salario mínimo busque ser igual a la productividad marginal del trabajo, un elemento que nos dé condiciones técnicas, contundentes para buscar un incremento del mismo.

¿Cuál es la iniciativa que hemos presentado? Pasar de los 67 pesos que significa el salario mínimo actualmente al día, a los 82 pesos, que significaría por lo menos un 20 por ciento. Y así progresivamente alcanzar los 171 pesos en seis años, que garanticen la canasta de bienestar que señala la Coneval.

Nos parece que ese es el gran debate que hay que tener; no solamente el debate del crecimiento que por sí mismo es importante, y hay instrumentos que permitirían incrementar el crecimiento, pero si no logramos que el salario mínimo se convierta en un instrumento de distribución de la riqueza, y al final del día en una política social mucho más contundente que las políticas sociales, -como el Prospera que ahora se han anunciado- pues parecería que estaríamos teniendo una visión muy limitada de lo que requieren los trabajadores, los hombres y mujeres que hoy trabajan.

La pregunta es muy concreta: ¿Cuál es su opinión, de que por legislación, hoy que el PAN -y lo decía- ha salido con un planteamiento público de querer hacer una consulta popular sobre este tema? Hoy que hemos escuchado que el PRI está en esa lógica –termino señor presidente- de incrementar la parte del salario mínimo, pues pareciera ser que hay condiciones políticas en este cuerpo colegiado para hacer una ley que permita el incremento, no nos esperemos al debate electoral del 2015, sino que logremos una votación que nos permita pasar de 67 pesos a 82 pesos el salario mínimo, a partir del primero de enero.

Por su respuesta muchas gracias señor secretario.

Segunda Intervención – para comentarios

Armando Ríos Piter: Muchas gracias señor presidente.

La iniciativa que hoy presentamos señor secretario, considera ambas cosas; considera la parte de desindexación que compartimos plenamente, para evitar que por sí misma una decisión por decreto, impactara en términos inflacionarios en los créditos del INFONAVIT, por decir un ejemplo muy básico.

Yo le tomo la palabra sin duda alguna, creo que éste es uno de los debates más trascendentes, no es exclusivo de nuestro país -que bueno que el jefe de gobierno de la Ciudad de México lo puso en contexto- pero hoy en Estados Unidos lo están debatiendo, y a mí me preocupa, debo decirlo, que la primera respuesta por lo menos oficial que me tocó escuchar, que bueno que no vino de la Secretaria de Hacienda sino que vino de parte del Banco de México, que ha representado la visión conservadora durante los últimos treinta años, el pacto de estabilidad y crecimiento económico fue hace ya tres décadas y se mantiene el salario mínimo como un ancla de la capacidad de ingreso que tienen los trabajadores.

Entonces yo le reitero, le tomo la palabra, creo que el tema cuando se propone una visión gradual de una economía, que no necesariamente está en pleno empleo como es la nuestra y donde abunda la informalidad, por lo menos el dato recurrente, de que dos de cada tres empleos son informales, pues abre la puerta para una discusión de fondo, para una discusión que nos permita meternos en un debate y mejorarle las condiciones de vida a la gente, pero que tiene que ser oportuna.

Yo esperaría y en eso reitero y subrayo en tomarle la palabra, como seguramente varios de los compañeros y compañeras de todos los partidos políticos, a que saquemos un acuerdo sobre este tema en los próximos tres meses; creo que la economía familiar lo requiere y es verdaderamente una reforma de cambio de conceptos, pasar de la visión macroeconómica que ha imperado en el debate económico durante tantos años, a una verdadera puesta, que sea el bolsillo de los mexicanos la que tenga beneficios.

Es cuanto señor presidente, muchas gracias señor secretario.