Instituto Belisario Domínguez, generador de insumos para que el Senado funcione bien: Miguel Barbosa


Discurso pronunciado por el senador Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado, durante la presentación del Informe Anual de Actividades del Tercer Año de Ejercicio de la LXII Legislatura del Instituto Belisario Domínguez en el Senado de la República.

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Acudo a esta sesión, a este acto para escuchar el informe de actividades de este Tercer Año de Ejercicio en el Instituto Belisario Domínguez, con mucho interés; con mucho interés por lo que para mí significa este Instituto.

 

Saludo la presencia y agradezco la presencia de los embajadores presentes.

 

De verdad habla de la buena relación que el Senado tiene con el cuerpo diplomático destacado en México.

 

Bienvenidos señores embajadores.

 

Saludo la presencia de senadores de la República, de la senadora Gómez del Campo y de los senadores, hombres, para no referirme a todos los que ya mencionó, al que nunca se le pasas uno, que es Emilio Gamboa.

 

Y desde luego acompaño a una persona que respetamos, respetamos como político, respetamos como senador, respetamos como una persona con una con una conformación que construye, una conformación personal que propone, que no obstruye y que siempre está en favor de que las soluciones sean las más adecuadas para el funcionamiento del Senado de la República y desde luego hoy como responsable del Instituto Belisario Domínguez.

 

Acompaño a mi amigo, el senador Fernando Herrera, a quien felicito por este Informe de Labores.

 

Yo quiero reflexionar sobre algunas de las tareas que en el Senado se desarrollan:

 

El Senado funciona bien. El Senado de la República es el órgano del Estado que tiene atribuciones constitucionales, que es colegisladora en un sistema bicameral, o Cámara de origen, también, y que desde luego además de desarrollar esas funciones constitucionales de legislar, desarrollar actividades de control frente a los otros poderes y desarrolla permanentemente actividades políticas.

 

De lo que se hace en el Senado se habla siempre, es una caja de resonancia. Desde acá se alimentan muchos temas, se construyen insumos no solamente para que el Senado funcione; sino para que otras áreas de la vida pública funcionen.

 

Esa labor también desarrolla el Instituto Belisario Domínguez: como alimentador, como generador de insumos para que el Senado funcione bien; pero también para que otras áreas, otras entidades tengan elementos para desarrollar sus actividades.

 

Al empezar este Legislatura, en el Instituto Belisario Domínguez se alojaban espacios que estaban reservados al control de las bancadas. Esto puede ocurrir, de hecho el parlamentarismo en todo el mundo funciona así: es producto de los acuerdos permanentes que se tienen entre las fuerzas políticas representadas en cada Cámara.

 

Pero tratándose de investigación, tratándose de cosas académicas, el control político era un asunto que no permitía el desarrollo de la institución. Y por un año, por un año se construyó la reforma orgánica y funcional del Instituto Belisario Domínguez.

 

La penúltima sesión del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones del Primer Año Legislativo, el Pleno de la Cámara aprobó las reformas en consenso, con la aportación de todas las fuerzas políticas.

 

Agradezco lo de entonces, la colaboración y disposición que tuvieron las bancadas del Partido Revolucionario Institucional y su coordinador, Emilio Gamboa Patrón; la bancada del Partido Acción Nacional y su entonces coordinador, Ernesto Cordero; de la bancada del Partido Verde Ecologista y su coordinador, Jorge Emilio González; y del Partido del Trabajo y su coordinador, Manuel Bartlett.

 

Así construimos esa reforma que provocó la gran transformación del Instituto Belisario Domínguez: no más control sobre la investigación legislativa de parte de los partidos políticos representados. Sí su intervención, sí se consolidó y desde luego también reconozco el valor de la aportación de quienes desde entonces, desde el arranque de esta Legislatura integraron el Comité de Senadores que forman este esquema de cúpula, de representación del Instituto.

 

Mi reconocimiento a Roberto Albores, al senador; al senador aquí presente, nuestro amigo Daniel; y al senador Benjamín Robles Montoya, del PRD. Con ellos construimos esta propuesta.

 

Apostamos a que los integrantes del Instituto Belisario Domínguez sólo fueran eso: investigadores, investigadores. Que fueran producto de concursos de oposición llevados a cabo por instituciones académicas.

 

El segundo año de ejercicio de esta Legislatura, se desarrolló todo este esquema de llevar a cabo concursos para la integración de las plazas.

 

Yo escucho lo realizado en este año y veo con satisfacción que se ha preservado la reforma; que esta Dirección del Instituto Belisario Domínguez y su Comité, preservó el sentido de la reforma, primero con Jorge Luis Preciado y hoy con Fernando Herrera.

 

Que el Comité de Senadores, el mismo que ha estado por los tres años, ha acompañado y ha preservado la reforma; y que la Junta Ejecutiva, la de los cuatro directores de área y del Coordinador Ejecutivo de Investigación, han preservado esta reforma.

 

De verdad, celebro que así haya sido; que se haya completado en este año la integración de las plazas de investigadores y que sólo sean quienes hayan aprobado y ganado los concursos de oposición respectivas. Así funciona el Instituto Belisario Domínguez.

 

Escucho con atención el planteamiento de Fernando Herrara, de dotarlo desde una nueva estructura administrativa, funcional; deberá ser motivo de análisis en los órganos del Senado.

 

Pero quiero decirles algo, también, sin hacer a un lado lo planteado por el Presidente Fernando Herrera, también lo que debemos de hacer del Instituto Belisario Domínguez es volverlo más cercano al día a día de las labores legislativas del Senado de la República.

 

¿Te acabas de incorporar, Angélica, verdad? Bienvenida, Angélica.

 

Volverlo más cercano; que acompañe más las labores del Senado de la República.

 

No se han podido eliminar ciertas prácticas de inconexión entre los órganos del Senado por lo que respecta a proceso legislativo.

 

La labor diaria de la Mesa Directiva y su visión de conducción estratégica de las labores del Senado a veces se apartan de la labor que hacen las comisiones.

 

Debiera haber más conexión para haber mejores resultados, y debiera haber más conexión del Instituto Belisario Domínguez para que los temas que son materia de proceso parlamentario fueran más tocados, más apoyados, más acompañados por el Instituto Belisario Domínguez.

 

Ya que está conformada esta planta de investigadores, el gran reto es cómo volvemos más cercano y más útil los trabajos del Instituto Belisario Domínguez con el día a día de los temas del Senado de la República.

 

¿Cómo nos volvemos más útiles desde el Belisario Domínguez para el trabajo legislativo nacional? Porque el Instituto Belisario Domínguez es el hermano mayor de todos los institutos de investigación legislativa del país.

 

¿Cómo lo hacemos?

 

¿Rediseño de áreas? Pensemos en eso.

 

Tiene que ser un trabajo de concertación, el que se lleve a cabo en el Instituto Belisario Domínguez para hacerlo cada vez más útil.

 

La consolidación del Instituto Belisario Domínguez es permanente.

 

El Senado de la República, su Mesa Directiva, la Junta de Coordinación Política ha apoyado en todo momento al Belisario Domínguez.

 

La constitución de las plazas de investigadores; la homologación de ingresos o de pago de honorarios, de dietas. Antes podía entrar alguien al Belisario Domínguez ganando cinco mil pesos y otro 10 mil y otro 15 mil, porque lo único que se cubrían eran los techos presupuestales; no, hoy hay homologación, porque todos son investigadores.

 

De verdad que se ha preservado esta reforma, pero esta consolidación y este apoyo que ha recibido el Instituto Belisario Domínguez de los órganos del Senado, porque representó un aumento presupuestal importante, importante, se debe de convertir en mayor eficacia, en mayor eficiencia de la que ya tiene.

 

Mi reconocimiento al Comité de Senadores; a Fernando Herrera; a los tres senadores que integran el Comité; a Daniel, el único presente; a Roberto Albores, Benjamín Robles Montoya, a la Junta Directiva, a todos ustedes, a los investigadores, hombres y mujeres que he podido tener algún contacto con ustedes como presidente, reconozco que son muy valiosos, que se puede sacar mucho más provecho acercándonos cada vez más al día a día de las labores legislativas que desarrolla el Senado de la República, a las actividades de definición política que desarrollan otras entidades públicas y a las labores legislativas que se llevan a cabo en los congresos locales.

 

De verdad mi reconocimiento y felicitación y me siento muy identificado con el destino de este instituto del que ustedes conforman su estructura y su alma.

 

Felicidades a todas y a todos.

 

Gracias.

 

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