Hay temas que se pueden mejorar en el Sistema Nacional Anticorrupción: Ríos Piter


Intervención en tribuna del senador Armando Ríos Piter, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar una iniciativa que reforma los artículos 61, 108, 111 y 112 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de fuero constitucional y responsabilidad de los servidores públicos.

 

Armando Ríos Piter, (ARP): Con su permiso señor presidente. Compañeras y compañeros senadores, la iniciativa que a nombre de mi grupo parlamentario, me permito poner a consideración de ustedes, sin duda alguna aparece en este cuerpo colegiado en un momento de alto significado político.

 

Hemos venido discutiendo en las recientes semanas, una minuta que nos fue presentada por la Cámara de Diputados, que tiene que ver con el Sistema Nacional Anticorrupción.

 

Y precisamente en este contexto nos ha tocado escuchar un debate a través de los medios, que nos parece que debe de motivar una reflexión profunda; me ha tocado escuchar a miembros de las bancadas del PRI y del Partido Verde, señalar que la minuta en cuestión tiene que ser aprobada en los términos en que nos fue entregada por parte de la Cámara de Diputados.

 

Y quiero convocar a partir de esta iniciativa a que hagamos una reflexión sobre lo que tiene que ser el Sistema Nacional Anticorrupción, sin duda alguna –y yo lo reconozco- este sistema por lo menos lo que está establecido en la minuta, tiene avances, tiene cuestiones positivas que permiten empezar a construir un nuevo entramado institucional, para combatir el que sin duda alguna es el principal flagelo en nuestra sociedad, de cara o en revisión, en escrutinio de la clase política, que es la corrupción.

 

Sin embargo, cuando uno revisa esta minuta, y uno se pone a analizar la complejidad del entramado institucional, uno se da cuenta de que hay temas pendientes, y que hay temas que tienen que analizarse en paralelo, porque si no se analizan, sería imposible verdaderamente pensar que estamos construyendo un sistema que logre blindar, no solamente de manera combativa, de manera sancionatoria, sino especialmente de manera preventiva el contexto que actualmente permite que la corrupción se dé en nuestro país.

 

Y por eso hablar del fuero es especialmente significativo, es especialmente importante, el fuero que tiene su origen en las Cortes de Cádiz en nuestro país, y que ha venido presentándose a partir de la Constitución de 1857, y que ese es el contexto, el antecedente, que le da origen en la Constitución del 17, ha cambiado radicalmente la forma de ser percibido, e incluso la forma de ser usado por parte de la clase política.

 

¿Qué es lo que opina hoy la gente del fuero? Opina que el fuero en lugar de ser un instrumento para defender tal vez, o para proteger a los legisladores de sus dichos en la tribuna frente al autoritarismo que pudiera tener el Poder Ejecutivo, o incluso de proteger a un Poder Ejecutivo de una asamblea que busque quitarlo –ese es el origen del principio de la defensa del fuero- se ha convertido en una imagen de impunidad, se ha convertido en una suerte de privilegio, de cual gozan senadores, senadoras, del cual gozan diputados, diputadas, o del cual goza el presidente de la República.

 

Frente a un deterioro como el que actualmente existe en nuestra sociedad de la imagen de la clase política, y frente a una discusión de un sistema que lo que busca es eso: combatir la corrupción, deberíamos de preguntarnos si no vale la pena, analizarlo en paralelo y dictaminar de manera conjunta sobre el tema del fuero.

 

Porque los temas que hoy se debaten son: los moches en la Cámara de Diputados, los temas que hoy están en la mente del ciudadano común y corriente es, la casa blanca y la relación de Higa con el presidente de la República.

 

De tal manera que el debate lo tenemos que dar en esa dimensión, y en esa altura, compañeros y compañeras.

 

Por eso yo me he rehusado a manifestar que tenemos como colegisladora que aceptar de manera indeclinable que el debate del Sistema Nacional Anticorrupción, solamente sea inercial.

 

Es importante, si en este momento el Senado de la República verdaderamente quiere hacer un análisis a fondo de los instrumentos institucionales para combatir la corrupción, que vayamos a revisar de fondo el tema del fuero, y si se le quita el tema del fuero a los diputados, a las diputadas, a los senadores, a las senadoras, también tenemos que revisar quitárselo al presidente de la República.

 

Porque hoy el presidente de la República por lo pronto, como está planteado en términos de nuestra Constitución, sólo puede ser durante el tiempo de su encargo, acusado por traición a la patria, o por delitos graves del fuero común. Esto está totalmente alejado de la dinámica de una realidad democrática como la que queremos alcanzar.

 

De un sistema de partidos en el que hoy la alternancia es posible porque el voto, buscamos que siendo libre y secreto, permita que sean cualquier fuerza política la que pueda ganar si es que conquista la voluntad ciudadana.

 

Entonces, si hemos alcanzado esa dimensión en términos de participación ciudadana, a partir del proceso electoral, tendríamos que preguntarnos si no tenemos que dar avances mucho más contundentes, en términos del equilibrio de poderes necesario y fundamental, en el cual no podemos seguir manteniendo los privilegios que hasta la fecha se mantienen.

 

Y son tantos y tantos los casos que pareciera ser que cuando se habla de corrupción, pues solamente la ciudadanía está esperando cuál es el nuevo tema que viene.

 

Tal vez la semana pasada que fue Semana Santa, el tema que está latente es el tema del helicóptero de la CONAGUA; un recurso público utilizado por parte del director de la CONAGUA, en beneficio de trasladar a su familia, para un viaje privado, para irse de vacaciones.

 

Bueno, pues compañeros y compañeras, si aquí tanto se habla de la importancia que tiene el Sistema Nacional Anticorrupción, entonces tendríamos que tener en mente y en tesitura, ese tipo de problemas.

 

Si tanto se habla del combate a la corrupción, entonces tendríamos que ponernos a ver qué tan importante es quitar el fuero, si cuando lo que hablamos de que hay  diputados y diputadas, legisladores, que lo que hacen es involucrarse en la programación presupuestal para etiquetar recursos que al final de cuentas terminen dándoles dinero, que debiendo ser en beneficio de la ciudadanía, se acaba yendo al bolsillo de un funcionario, se acaba yendo al bolsillo de un legislador.

 

Esos son los temas, sobre los cuales hoy quiera la sociedad que hablemos. Y precisamente por eso, compañeros y compañeras es importante esta iniciativa que presentamos; estamos planteando hacer reformas al artículo 61, al artículo 108, y al artículo 111 de nuestro texto constitucional.

 

¿Para qué? Para que tengamos mucha claridad en cuál es el proceso en el cual puede quitarse el fuero.

 

Si es que hay involucramiento en actividades delictivas ¿por qué se le va a mantener ese privilegio al legislador? ¿Por qué se le va a mantener ese privilegio al presidente de la República? Incluso como lo proponemos en nuestra iniciativa, una vez que el Poder Judicial, tenga como hecho juzgado un hecho delictivo, no tendría que pasar por el proceso político de las Cámaras.

 

Eso es el nuevo equilibrio democrático que urge en este país. Si hoy los poderes públicos: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo o el Poder Judicial, presentan o se encuentran en una crisis de percepción frente a la gente, lo que tenemos es que renovar la vida pública, a través de renovar los formatos de coordinación y de pesos y contrapesos entre nuestros poderes públicos.

 

Por eso, cambiar el artículo 61, de tal manera que los diputados y senadores, son inviolables por las opiniones que manifiesten durante el tiempo en el que desempeñen sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos, procesados ni juzgados por ellas.

 

Pero también el presidente de la República, y demás representantes de elección popular –así lo planteamos en el artículo 108- pues podrá ser procesado si es que así lo considera un dictamen del propio Poder Judicial.

 

Y exponemos en el artículo 111, todo el formato, el planteamiento procesal en el cual, tanto las Cámaras como el Poder Judicial, puedan estar involucrados.

 

En síntesis, compañeros y compañeras, hay un debate trascendente en este momento. El Sistema Nacional Anticorrupción, hay quienes piensan que la Cámara de Diputados, como ya va a cerrar la cortina, entonces nosotros tenemos que de manera inercial, no hacer la parte que nos toca como colegisladora, y decir: ya está bien la minuta, aprobémosla en sus términos y cerremos también nosotros también la cortina frente al tema que más le preocupa hoy a la gente.Si no vean las encuestas recientes de Reforma, que plantean que la corrupción aparece como uno de los principales flagelos en la percepción del ciudadano.

 

Entonces, si queremos enfrentar temas como el de Iguala y Ayotzinapa, uno de los peores casos de corrupción, donde policías, siendo funcionarios públicos entregaron a jóvenes a criminales, donde los moches representan una participación corrupta en la elaboración del presupuesto del Poder Ejecutivo, o donde  el tema de la casa blanca implica un conflicto de intereses por parte del titular del Poder Ejecutivo, si queremos estar a la altura de la demanda y la crítica ciudadana, entonces compañeros hagamos un debate de nivel, no caigamos en inercias y revisemos entre otras cosas profundas importantes, el fuero del que hoy goza la clase política.

 

Es cuanto señor presidente.