Ciudad de México, 9 de noviembre de 2018
HACIENDA DEBE DEJAR DE AFECTAR CON GASOLINAZOS A POBLACIÓN DE MENOR INGRESO ECONÓMICO
- Si la gasolina y el diésel aumentan su precio, también incrementa el costo de los alimentos de la canasta básica, en razón al gasto que implica su transportación
- Plantea GPPRD, a través de un punto de acuerdo enviado a la Junta de Coordinación Política, que aumente el estímulo fiscal a ambos combustibles y exhorta a la SHCP para que transparente las razones que la han llevado a bajarlo en los últimos meses
- El país incrementó el ingreso por venta de petróleo al exterior, por ende la autoridad federal debería aumentar el subsidio para que las y los mexicanos reciban los beneficios
Es posible detener ya el precio de la gasolina, y es urgente hacerlo para dejar de afectar a las personas de menor ingreso económico en el país, porque el gobierno federal no considera que al incrementar el precio de los combustibles, ocasiona que aumente también la tarifa del transporte público y el precio de gran cantidad de alimentos, muchos de ellos productos de la canasta básica.
De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), un automovilista –en diciembre de 2012— requería 428 pesos para llenar el tanque de 40 litros con gasolina regular o Magna y en contraste –en octubre 2018— necesita 818 pesos con 40 centavos, lo que representa un alza de 91.21 por ciento.
Prácticamente todos los alimentos deben ser traslados en vehículos –la mayoría en camiones que funcionan a base de gasolina o diésel— para que la población los adquiera. De manera que si aumenta el precio de estos dos combustibles, quienes los venden incrementan también el precio de los productos, esto es, alimentos tan elementales como el huevo o la tortilla, por ejemplo.
Considerando esta afectación al bolsillo de las mexicanas y los mexicanos, a través de un punto de acuerdo enviado a la Junta de Coordinación Política, el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República –en voz de su coordinador Miguel Ángel Mancera Espinosa– demandó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) frene el precio de la gasolina y el diésel al realizar las siguientes acciones:
Uno, que aumente el subsidio a ambos combustibles y dos, que esta Secretaría informe bajo que fundamento determina cada semana el subsidio, esto es, que explique a detalle la fórmula que emplea para designarlo.
Y es que aunque la SHCP publique el acuerdo en el que refiere la metodología con las cantidades que utilizó para determinar el subsidio, la realidad es que la elección de sus indicadores no está explicada con claridad.
Además, el punto de acuerdo solicita considerar que aumentaron los ingresos por exportación en el petróleo y sus derivados, es decir, el dinero que México gana por exportar petróleo aumentó 28 por ciento, de mil 608 a 2 mil 544 millones de dólares.
Aumentó el ingreso petrolero para el gobierno federal –lo que exporta el país— pero no se incrementa el subsidio para que la población mexicana reciba los beneficios, dado que si se está vendiendo mucho más petróleo al exterior, se está ganando más.
Lo justo es que la autoridad federal compense a las personas en México, disminuyendo el IEPS. Por ello, otro de los argumentos en los que se sustenta este punto de acuerdo es que si se está ganando dinero por vender gasolina a otros países, lo consecuente es que debería costarle menos a las mexicanas y a los mexicanos.
La propuesta del GPPRD propone que el freno al precio de los combustibles sea inmediato, y no para el próximo Ejercicio Fiscal, como proponen el PRI y el PAN.
