- Advierte que con esta reforma, en lugar de “despetrolizar” las finanzas públicas garantiza la dependencia financiera del petróleo
- La modificación legal desaparece los conceptos de austeridad y uso eficiente de los recursos. Aparece el criterio depredador y de un gobierno voraz
La reforma a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria busca que cuando caigan los ingresos, en lugar de que el gobierno federal revise y recorte gasto corriente no productivo y adopte diversas medidas de disciplina fiscal, ahora recurra a las reservas del Fondo Mexicano del Petróleo, denunció el senador Mario Delgado Carrillo.
Al presentar el posicionamiento del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD), el legislador advirtió que hay un largo debate para “despetrolizar” las finanzas y depender menos de los recursos petroleros. Con esta reforma, reiteró, en lugar de “despetrolizarnos” garantizamos que se mantiene la dependencia del petróleo.
Advirtió que dicha reforma genera incentivos perversos para que, al final del año, el gobierno “mande la cuenta de lo que le faltó” en la Ley de Ingresos del ejercicio siguiente. “Ese mecanismo es lo que hoy se pretende ya avalar de manera institucional, y cambia de golpe la naturaleza de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, tenemos que quitarle eso de responsabilidad, porque ya no tiene sentido”, sostuvo.
Recordó que existe un antecedente de esta modificación: El año pasado, como parte del proyecto de Ley de Ingresos enviado al Senado de la República, se solicitó ampliar el déficit fiscal para el año 2013, justo al final del ejercicio. Delgado Carrillo aseveró que esto respondió a que el gobierno federal no quiso recortar el gasto no productivo.
Con esta medida, el gobierno federal violó la ley y la Constitución, por lo que más de 40 senadores de la República presentaron una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que, por cierto, recordó, no ha sido resuelta.
El senador del PRD lamentó que ante una eventual caída del Producto Interno Bruto en el futuro, las familias tendrán que gastar menos, las empresas tendrán que ajustar sus planes de inversión, tal vez aumente el desempleo y todos los agentes económicos deberán ajustarse el cinturón, salvo el gobierno.
“Para el gobierno con esta ley nunca va a haber crisis, nunca va a tener necesidad de apretarse el cinturón. Desaparece cualquier concepto de austeridad y de uso eficiente de los recursos. Aparece otra vez el criterio depredador y de gobierno voraz, que pone por encima del bolsillo de las familias y las empresas mexicanas la caja del gobierno”, afirmó.
Lo que busca el gobierno federal al proponer esta reforma es tener más libertad en el ejercicio del gasto, que puedan gastar prácticamente lo que quieran y que, al final del año, simplemente pasen la cuenta y el Congreso se las firme, indicó.
Denunció la desaparición de una redacción en el artículo nueve de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria que condicionaba el aumento de deuda pública a que estuviera asignada a proyectos productivos que generen ingreso. Esto implica, añadió, permitir que la deuda pública financie parte del gasto corriente.
Se manifestó de acuerdo con sacar de los indicadores de gasto corriente y de inversión los montos que comprometen las empresas productivas del Estado. Sin embargo, advirtió que es indispensable elaborar un índice de sustentabilidad fiscal, a fin de que no sólo se difundan en las cuentas públicas las inversiones de las empresas públicas del Estado.
“No podemos ser omisos o escondernos, sobre todo por la puerta que ha abierto el Gobierno al empezar a registrar como deuda pública la gran cantidad de pasivos contingentes que tenemos, esa gran cantidad de deudas, de pasivos que se tienen escondidos hasta el momento debajo de la alfombra”, expuso el senador Delgado Carrillo.
Si se abre la puerta para la regularización, la misma lógica debe operar para los fondos de pensiones de los estados, de las universidades, de la banca de desarrollo y de todos esos pasivos contingentes que nos son visibles, pero sabemos que ahí están, consideró.
