Error ratificar nombramientos sin análisis y sin comparecer ante comisiones: Benjamín Robles


Benjamín Robles

Intervención en tribuna del senador Benjamín Robles Montoya, del grupo parlamentario del PRD, para presentar voto particular al dictamen que ratifica los nombramientos de los consejeros independientes para el Consejo de Administración de la Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos y de los miembros independientes del Comité Técnico del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo

 

Benjamín Robles Montoya, (BRM). Gracias, senador presidente.

 

Buenas tardes, compañeras, compañeros senadores: Como seguramente muchos lo saben, la Ley de Petróleos Mexicanos, señala que será el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos, el órgano facultado para designar al auditor interno de la institución.

 

Es más, los transitorios del decreto reformador, les otorgan un plazo de 30 días a los consejeros, para efectuar dicho nombramiento.

 

Y traigo esto a colación, senadoras y senadores, porque yo quiero preguntarles y también eventualmente preguntarle a las personas propuestas hoy como consejeros y miembros independientes de los Consejos de Administración de Pemex y también en lo que toca de CFE y del propio Fondo Mexicano del Petróleo.

 

En uso de esa facultad señalada, ¿se prestarían ustedes a designar al auditor o a cualquier otro funcionario que así les mandate la ley, sin antes haber estudiado sus antecedentes, sin haber verificado cautelosamente su perfil y principalmente haberlo tenido ante ustedes compareciendo y respondiendo sus dudas, las preguntas legítimas, que sin duda, podrían hacerles como consejeros independientes?

 

Pregunto, ¿se prestarían ustedes a votar, sin antes haber evaluado a la persona que se les propone?

 

¿Votarían a ciegas?

 

Lo digo, porque algo idéntico, señoras y señores, algo idéntico le están pidiendo hoy al Senado de la República.

 

Nos están solicitando votar a ciegas. Nos están pidiendo designar a los consejeros, que en la práctica, regirán los organismos administradores del patrimonio nacional, sin antes haberlos conocido en persona —cuestión no menor— y haber comparecido como corresponde.

 

Y no es, lo quiero señalar, no es que dejemos de reconocer la trayectoria o el trabajo de algunos de los consejeros propuestos. Muchos de ellos honorables y conocedores de este sector.

 

No. Lo digo porque en asuntos tan delicados, como éste, se requiere profundizar, tanto en opiniones, pero también en trayectoria; se requiere valorar cuidadosamente, inclusive, sus posturas intelectuales, sus convicciones éticas.

 

En decisiones como éstas, compañeras y compañeros, no se trata, y lo digo con respeto, pero no se trata de ver si escriben artículos brillantes o solo de verificar si provienen de centros de investigación de avanzada.

 

No. Se trata de considerar premisas de contexto, que son determinantes para aprobar o no dichas designaciones.

 

Me refiero, por ejemplo, a dos asuntos que no debiésemos dejar pasar por alto.

 

Uno, por ejemplo, que gran parte de los recursos de este país, estarán en manos de esos consejeros. Es más, los recursos más significativos de esta nación, estarán en manos de esos consejeros, vaya, menudo asunto como para tomarlo a la ligera.

 

Y el otro punto, que se trata de la materia de mayor polémica y desazón que se ha causado en la historia del México contemporáneo, y ello requiere, requiere respeto, como aquí lo han ya  comentado algunos oradores, a un inmensa mayoría de mexicanos que no está, ni estará de acuerdo con la reforma energética aprobada.

 

Aprobada, hay que aclararlo, por los legisladores, no, no por la gente. Hay cientos de encuestas que avalan lo que estoy diciendo.

 

Porque no me van a negar ustedes, compañeras y compañeros, que la reforma energética se aprobó sin el consentimiento de las mujeres y de los hombres de México, y que esa sola acción, ha puesto en duda, inclusive, la  viabilidad del sistema de representación popular del Estado mexicano.

 

Quienes aprobaron, aquí mismo la reforma energética, deben recordar que con su determinación, han afectado las bases mismas de nuestro Estado democrático, votando a espaldas de la gente e inclusive, inclusive, en contra de la gente.

 

Y en ese contexto, si bien en ningún caso los procesos de designación o aprobación en el Senado deben apresurarse. En el caso específico, específico de los consejeros relacionados con el sector energético, requieren de una atención muy, muy particular.

 

Senadoras y senadores: Los estados de la república a los que representamos no soportarían, ni merecen una segunda equivocación, tampoco la democracia, pues los procesos de designación, el método encierra en sí mismo valores que la propia Constitución y la ley exigen resguardar, y es que en la democracia práctica los valores son la democracia misma.

 

Es decir, los procedimientos bien cumplidos al pie de la norma y del sentido común legitiman las decisiones del pueblo o de un cuerpo colegiado, como el nuestro, y en la pulcritud de los procedimientos está el arte de la certidumbre, de la confianza y de la legitimidad. Por eso, compañeras y compañeros, nos hemos empeñado en contar con procedimientos limpios y transparentes en casi todos los órdenes de la vida nacional desde los electorales, hasta los relativos a la solución de controversias judiciales porque sabemos precisamente que la transparencia, la legalidad y la certeza son principios que deben ser inquebrantables.

 

Pero en este caso, señoras y señores legisladores, se pretende flexibilizar procedimientos que nunca, como ahora, deben ser completamente rígidos. De nada sirve en las graves y actuales circunstancias del país, señoras y señores legisladores, ser laxos, dejar pasar, ser indiferentes.

 

No, señores, este proceso debiese ser ejemplar hasta sus últimas consecuencias llevando hasta el límite los dictados de la ley. Es más, traigo a colación el propio estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, sobre el gobierno corporativo de PEMEX multicitado por ustedes mismos, senadoras y senadores que aprobaron esta reforma, durante el debate de la misma, de esta reforma energética.

 

Ese documento señala que uno de los principales problemas de Petróleos Mexicanos es su estructura corporativa, víctima, dice el documento, de un sistema perverso de incentivos. Y cito, también en este momento el decreto enviado en su momento por el Presidente de la República, que a la letra dice: “El proceso de nombramiento de sus consejeros, además de fomentar que cada uno dé prioridad a los intereses que representa por virtud de su designación sobre los de la propia empresa no garantiza que aquellos cumplan con los requisitos técnicos mínimos de preparación y experiencia profesional que demanda la industria. Estas y otras causas, dice el mismo documento, el mismo decreto del Presidente, han propiciado que un consejo, que el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos se haya convertido en un obstáculo para el organismo”.

 

Pues bien, senadoras y senadores, es nuestra responsabilidad, nuestra responsabilidad remediar esta circunstancia, no agravarla ni repetirla. Debemos verificar con lujo de detalle cuáles son los intereses que representa cada uno de los consejeros propuestos, debemos formularles las preguntas que sean necesarias, debemos poner en una urna de cristal sus trayectorias y sus haberes, de tal manera que ni a nosotros, ni a ninguno de los mexicanos le quede el resquemor sobre su idoneidad y competencia, pero sobre todo sobre su honestidad.

 

El Senado de la República tiene la responsabilidad de quitar los obstáculos institucionales que se requieran, y principalmente tiene la responsabilidad de no ponerlos. Evitemos, senadoras y senadores, la tentación de obstaculizar el desarrollo de los organismos hoy a debate y hagamos las cosas aún mejor de lo que exige la norma.

 

Ustedes nos proponen hoy obstaculizar el desarrollo del sector energético queriendo nombrar sin análisis a los consejeros propuestos, eso, senadoras y senadores, es obstaculizar porque se obstruye la confianza social de vida y la certidumbre pública. Al final, senadoras y senadores, las instituciones se hacen de personas, se operan con personas; avanzan sin duda si hay personas eficaces ejecutando las políticas y conduciéndose con honestidad y probidad, y si las instituciones son personas, entonces la de hoy es una decisión crucial para el buen funcionamiento del sector energético de México, y no podemos tomarla sin escrúpulo o aprisa.

 

Por lo anterior, Senador Presidente, y con esto concluyo, hago un llamado a este Senado a actuar con responsabilidad, pero también por qué no, hago un llamado a los hombres propuestos, porque además hago notar que no hay ninguna mujer entre ellos, con lo cual también la paridad de género que hemos impulsado desde la izquierda también la han hecho a un lado ustedes.

 

Pero, insisto, a los hombres propuestos les planteo, a ellos mismos les solicito como una prueba de su sensatez, de su compromiso con los principios democráticos que he mencionado, que se detenga el procedimiento de designación hasta que se hayan satisfecho todas las dudas razonables y los cuestionamientos de los representantes populares, si los hubiere, de los propios ciudadanos.

 

Ninguna responsabilidad es mayor, Senador Presidente, señoras y señores consejeros propuestos, que actuar con el ejemplo, háganlo, lo digo con respeto pero con firmeza, háganlo como una prueba de que desean lo mismo que todos nosotros, que la confianza social se fortalezca y que el sector energético no se diluya en dudas o en controversias. Es tiempo de hacer las cosas bien, es tiempo de congruencia.

 

Gracias por su tolerancia, Senador Presidente.