En México se puede mentir diciendo que se tiene la verdad histórica, y no pasa absolutamente nada: Fidel Demédicis


Intervención en tribuna del senador Fidel Demédicis Hidalgo, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el debate por los hechos ocurridos en Iguala el 26 de septiembre de 2014

 

Fidel Demédicis Hidalgo, (FDH): Muy rápido. Con su venia, Presidente.

 

Compañeros Senadores, compañeras Senadoras:

Este debate que se está dando sobre el problema de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, es un debate necesario, es un debate en el cual lo tenemos que ver como la posibilidad de que el Senado de la República haga una aportación para que los hechos se esclarezcan, por supuesto que una de las facultades del Senado de la República es hacer leyes, eso aquí no lo desconoce nadie, pero también una de las facultades exclusivas del Senado es discutir los problemas nacionales, precisamente como este de Ayotzinapa.

 

Los compañeros del PRI efectivamente, con todo respeto, se ha dicho, pero nunca han priorizado los intereses del país por encima de sus intereses particulares o de grupo. El presidencialismo es así, cualquiera que desconozca esto remítase a un texto del maestro Carpizo, sobre el Presidencialismo en México, y vamos a entender la conducta de los compañeros legisladores del Partido Revolucionario Institucional, aquí lo que importa es lo que diga el Presidente no lo que le pase al pueblo de México.

 

La primera declaración que hace un alcohólico anónimo es reconocer que es un alcohólico y, en consecuencia, tiene un problema que resolver, lo que el grupo en el poder no reconoce es que si alguna institución está desprestigiada en este país es precisamente las que procuran justicia.

 

Díganme sinceramente compañeros Senadores, compañeras Senadoras si la Procuraduría General de la República cuenta con la confianza del pueblo de México para buscar verdades históricas como esta de la que tanto se ha hablado en este Senado.

 

Díganme si los señores policías ministeriales utilizan métodos científicos, métodos persuasivos que respetan los derechos humanos para poder encontrar la verdad histórica.

 

Acaba de entregar un informe el Relator, el responsable de la Comisión contra la Tortura de la ONU  en México, y eso generó una inconformidad muy fuerte del ciudadano Presidente Peña Nieto, manifestada a través del secretario de Relaciones Exteriores, qué dice el ciudadano responsable de esta Comisión de la ONU.

 

Dice. Ha sido, con mucho pesar que arribé a esta conclusión, pero lo he hecho bajo el entendimiento de que su gobierno  —refiriéndose  al gobierno de Peña Nieto— me invitó a conducir una visita para que realice una evaluación sincera de la situación, y no para minimizarla o presentarla bajo la mejor luz posible. Hubiera sido una falta de ética de mi parte haber sucumbido a presiones que recibí en ese primer momento para que cambiara de parecer, del mismo modo que sería una falta de ética cambiar mi parecer al redactar el informe, o incluso ahora, cuando toda la evidencia de que tengo a disposición solamente ratifica mi evaluación.

 

Juan Méndez expresa su preocupación al concluir que este texto, porque la discusión de mi informe se reduzca al uso de un adjetivo, tortura generalizada, un adjetivo que considero justificado, objetivo y justo por todas las razones ya mencionadas. Me preocupa aún más la discusión se centre ahora en mi ética e integridad profesional como si disparar contra el mensajero pudiera ocultar los problemáticos hechos que señalé a su gobierno, a pesar del lenguaje ofensivo que ha sido publicado en México para referirse a mi persona, quisiera asegurarle a usted, a su gobierno y al Consejo de Derechos Humanos que mantengo inalterable mi actitud de diálogo constructivo, en este sentido respetuosamente me permito pedir que le traslade a su gobierno mi interés en realizar una visita de seguimiento.

 

No es extraño que más de uno aquí se ha subido a desacreditar el informe de este grupo interdisciplinario de expertos internacionales. El león piensa que todos son de su condición. Yo le recuerdo y con esto concluyo.

 

Estas personas honorables de este grupo no se atreven a caer en el delito de perjurio porque saben que el perjurio en sus países, y más al organismo al que pertenecen, está sancionado no sólo con la pérdida del cargo, sino con una pena corporal y con el desprestigio absoluto a nivel internacional.

 

En México se puede mentir diciendo que se tiene la verdad histórica, y no pasa absolutamente nada.

 

Si realmente queremos honrar a estos jóvenes, la única posibilidad es que efectivamente se esclarezca la verdad y se haga justicia, que es lo que clama todo el pueblo de México para este caso de Ayotzinapa.

 

Por su atención, muchas gracias.

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