El municipio no es la causa de todos los problemas de seguridad: Fidel Demédicis


Intervención en tribuna del senador Fidel Demédicis Hidalgo, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse a las acciones anunciadas por el Ejecutivo federal en materia de combate a la corrupción e inseguridad.

 

Fidel Demédicis Hidalgo, (FDH): Muchas gracias. Con su venia, compañero Presidente.

 

Compañeros senadores;

 

Compañeras senadoras:

 

Los que han aguantado el debate, y que están interesados verdaderamente en el problema que hoy aqueja al país, y que da como resultado una propuesta del ciudadano Presidente para corregir este gravísimo asunto de la violencia y la inseguridad en el país.

 

El Canal del Congreso está televisando la Sesión del Senado de la República, y no creo que, sinceramente no creo que los electores les guste ver escaños vacíos.

 

Se han de preguntar ¿Por qué los senadores no están en la sesión, si estamos discutiendo una propuesta del Ejecutivo, que desde su visión puede resolver  –dice él–  el problema de la inseguridad y la violencia en México?

 

Dije: “Los que todavía están, qué bueno, los felicito”.

 

Al grito de: ¡Todos somos Ayotzinapa!

 

Dice el ciudadano Presidente: “Como sociedad debemos tener la capacidad de encausar nuestro dolor e indignación hacia propósitos constructivos”.

 

Felicito al ciudadano Presidente, porque ante la desaparición de 43 jóvenes normalistas, hoy también siente dolor por ellos.

 

Pero no sintió dolor por las causas que originaron la manifestación de los estudiantes de Ayotzinapa en Iguala.

 

Y, ¿cuáles son las causas? Las condiciones infames en que viven los normalistas del país. Eso debiera de causar dolor y debiera de darle vergüenza al país.

 

Cincuenta pesos diarios de beca alimenticia para un estudiante normalista: 16.60 para el desayuno; 16.60 para la comida, y 16.60 para la cena.

 

Para colchones no alcanza, porque duermen en cartones. A la mejor el gobierno lo está haciendo porque en Ayotzinapa es una zona muy caliente, y quizás piensa que si le ponen colchones, los muchachos van a estar incómodos.

 

Estas son las causas que originaron, y siguen originando manifestaciones al interior del país de los normalistas de Amilcingo, de Ayotzinapa, y de otras normales, de Mactumatza de muchas otras normales del país, ni para tortilla con chile les alcanza a los normalistas.

 

Y ¿Cuál es la respuesta del ciudadano Presidente? Un atentado a lo más importante de la república, que es el municipio.

 

Ahora resulta que el origen de todos los males en cuanto a violencia, en cuanto a narcotráfico, en cuanto a delincuencia organizada es por la vinculación de los policías y de las autoridades municipales con el crimen organizado.

 

Revisemos, compañeros senadores, compañeras senadoras, el tema que tiene que ver con la consignación de policías federales ante los ministerios públicos.

 

Revisemos el tema de lo que tiene que ver con la consignación de policías estatales ante los ministerios públicos.

 

Revisemos lo que tiene que ver con los exámenes de control de confianza.

 

¿Quién reprobó más, los federales o los municipales? Ahí están los datos, son duros.

 

Y entonces, el ciudadano Presidente dice: “Que hay que exonerarlos, hay que librarlos de toda culpa”, a pesar de que existen evidencias contundentes de que la Federación y sus policías, las entidades federativas y sus policías, están igual de involucrados, que las autoridades municipales.

 

El Senado no puede dar salvoconductos, mal haríamos, si damos salvoconducto, compañeros senadores, compañeras senadoras.

 

Ayotzinapa desnudó, en toda su crudeza, la inoperancia de los sistemas de seguridad en México.

 

Se puede o no se puede aceptar, ese es otro asunto.  Pero si 43 jóvenes no es suficiente para atender el problema de fondo, no creo que el gobierno federal esté esperando que haya más Ayotzinapa en el país, para verdaderamente hacer una propuesta que ataque de fondo el problema de la inseguridad en México.

 

¿El pueblo que exige? El pueblo no va a permitir que una salida política resuelva el problema de Ayotzinapa, ni los problemas de la inseguridad en México.

 

El pueblo exige justicia, que nos quede claro a todos.  El pueblo exige justicia.

 

Y créanme que conociendo al pueblo de México, no lo van a parar hasta que lo logren.

 

Si alguien piensa que con esta propuesta, los deudos de Ayotzinapa van a tranquilizarse, se equivocan.

 

Y otra vez, como en la reforma energética, les vamos a decir: si los dijimos, se los dijimos. Pero poco caso se hace.

 

Han dicho que no descalifiquemos las propuestas del ciudadano Presidente. Para eso las mandó aquí al Senado para que abramos  el debate.

 

O si pensó que las iba a mandar al Senado, para que todos levantáramos el dedo de manera dócil, pues veo algunos senadores que no están dispuesto a hacerlo, y que bueno. Otros quizás sí, vayan a levantar el dedo.

 

No descalificamos, solamente exigimos que se cumpla con el Estado de derecho.

 

¿Por qué decimos que se cumpla con el Estado de derecho? Y como educador quisiera ser muy pedagógico, muy didáctico, a la hora de explicar por qué decimos que se viola el Estado de derecho.

 

Y ojalá, y los compañeros senadores, sobre todo del partido o de los partidos que apoyan al gobierno, podamos debatir en serio y modificar.

 

Estamos de acuerdo en que hay que combatir la delincuencia organizada. Estamos de acuerdo en que hay combatir la violencia. Estamos de acuerdo en que hay que combatir al narcotráfico, pero con una propuesta como ésta, es complicado, complicado resolver el problema de fondo.

 

Como entidad de derecho público, el municipio, su personalidad le sirve para ejercer su potestad de mando y coacción para llevar a cabo sus atribuciones de carácter impositivo y en las actividades enderezadas a la prestación de servicios públicos.

 

Aquí se han insistido hasta el cansancio. Que si a un gobierno se le quita su capacidad de coacción, para que sus ordenanzas se cumplan, entonces se convierte en un hazmerreír del pueblo.

 

Es algo parecido en los municipios con las autoridades auxiliares. Las autoridades auxiliares, es decir, los ayudantes municipales, pues no tienen capacidad de coacción.

 

Y algunos ciudadanos les hacen caso, otros no les hacen caso, porque no tienen el derecho al uso de la fuerza, para obligar a que se cumpla cuando se viola la ley.

 

Yo les quiero preguntar, cuando dicen, que solo los municipios. ¿Quién metería las manos al fuego, por los policías federales?  Que levanten la mano, ¿quiénes meterían las manos al fuego, por los policías federales? ¿O por los policías estatales?

 

Es importante que aquí se diga. Se habla de la desaparición de los ayuntamientos.  Por indicios, en México hemos establecido el principio de la presunción de inocencia, para el sistema de justicia en nuestro país, y el que señala tiene la obligación de probar, ah, pero basta un indicio del ciudadano fiscal, de la Procuraduría General de la República, para decirle al secretario de Gobernación, que hay indicios; hay indicios, secretario de Gobernación, pero no son suficientes los indicios, se requiere las pruebas contundentes de la vinculación, y si no, se está atentando contra los derechos fundamentales de los seres humanos, que se ven involucrados en esto.

 

Se pone la panacea al Mando Único, como la panacea. Ya el senador Luis Sánchez hablaba del estado de México. En Morelos se nos vendió el Mando Único como la panacea para resolver el problema de la delincuencia.

 

¿Y qué tenemos?  Somos primer lugar en extorsiones. Somos segundo lugar en secuestros.

 

Tenemos una población aterrorizada e irritada. Pero el Mando Único no resuelve. Lo único que hace es atemorizar a la población.

 

Por último, déjenme decirles, que coincido con mi compañera Angélica De la Peña, cuando dice que el PRD no está dispuesto en un período extraordinario, tratar estos temas, a menos que, con responsabilidad y atendiendo de manera integral el problema, pudiéramos entrarle a la discusión.

 

No compartimos la idea, de que el municipio es la causa de todos los males en México.

 

Ante este escenario, déjenme decirles compañeras senadoras, compañeros senadores, que nos quede claro. Mientras no haya justicia para todos los mexicanos y mexicanas, que a gritos le exigen en la calle, el gobierno, el gobierno no tendrá paz.

 

Por su atención, muchas gracias.