El México del ‘Nosotros’ / Publimetro


  • La llegada de Trump a la presidencia de EU puede representar el punto de quiebre de una historia de victimización ante el “poderoso” vecino del norte

Frente a la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, México tiene una amplia gama de opciones sobre cómo reaccionar. Yo considero que lo que más nos conviene es entender esto como una ‘oportunidad’, que puede representar el punto de quiebre de una historia de victimización ante el “poderoso” vecino del norte.

Pero para aprovechar esta oportunidad es indispensable que México alcance finalmente la mayoría de edad. Pensemos que la diferencia entre un adolescente y un adulto recae, básicamente, en cómo entendemos la madurez y la responsabilidad.
Un adulto consciente construye su propio destino y asume las consecuencias de sus actos. Tiene una directa responsabilidad sobre sus acciones, y en él mismo recaerán las consecuencias, ya sean positivas o negativas.

En contraste, el adolescente aún no adquiere esta consciencia ni capacidad de planeación. El o ella, percibe que sus problemas normalmente son causados por situaciones ajenas y externas: “nunca tienen la culpa de nada”. Para los adolescentes, en general, asumirse como responsables no va con ellos, y esperan que alguien más llegue a solucionar sus problemas.

Pareciera que somos un país que nomás no alcanza la mayoría de edad. Pero, con todo lo que ello implica, ha llegado el tiempo de que este país adolescente crezca.

El ejemplo más claro de la irresponsabilidad que padecemos, es la forma en que se aplica la ley. Es una vergüenza que en pleno siglo XXI perdure eso de que si tienes dinero o te protege alguien con poder, te puedes salir con la tuya y hacer lo que quieras.

Si no cambiamos este tipo de vicios, jamás podremos ser un jugador global serio, porque seguiremos siendo vistos en el mundo como violadores de derechos humanos, corruptos y criminales. Hoy más que nunca el mundo nos exige un planteamiento firme, de otra forma personajes como Donald Trump nos van a seguir agarrando de su piñata favorita.

Y más grave aún, aquí en el país seguiremos por el camino de la desorganización y continuará el inacabable reparto de culpas.

Ya está bien de ver autoridades que corren como “gallinas sin cabeza” frente a las adversidades, en lugar de asumir una postura firme que agarre el toro por los cuernos, como es el caso de la incertidumbre que han dejado las elecciones de Estados Unidos.

Si queremos que nuestra economía crezca y la riqueza se distribuya mejor y alcance para todos; si pretendemos que la violencia se termine; y si queremos que se gaste bien el dinero público, de forma eficiente y transparente; pues es indispensable que la ley se cumpla para todos por igual.

La prosperidad y una vida digna no son casualidad ni fruto de la generación espontánea, así como no existe un ADN mexicano predestinado a la corrupción. La clave está en aprender de las mejores prácticas, tener una meta fija y sabernos adaptar a los cambios, pero acompañados de disciplina y compromiso.

Un gran paso para convertirnos en el país que la mayoría queremos, es tener a personas con probada integridad, con temple de acero, encargados de aplicar la ley. Por eso vamos a promover una alianza desde el Senado con el colectivo de organizaciones que se identifican con la campaña Designaciones contra la Corrupción y la Impunidad y el #VamosPorMás, para elegir al próximo Fiscal Especial Anticorrupción.

Por primera vez va a existir este puesto en México, y lo tiene que ocupar la persona más reconocida, íntegra y capacitada.

Además, tenemos que elegir al Fiscal General de la República, que sustituya al titular de la PGR, en el momento de que ésta se transforme en Fiscalía.

De estos nombramientos, depende el rumbo inmediato por el que avance nuestro país.

Trabajemos unidos. Llegó la hora de madurar. Y eso implica dejar de lado intereses mezquinos y prejuicios, para poder lograr metas que serían impensables desde la lógica del ‘yo’. Evolucionemos a la era del ´Nosotros´.