Debemos discutir todos los aspectos que rodean el consumo legal de la marihuana antes de legislar: Angélica de la Peña


Intervención de la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD,durante la Mesa “La regulación y la responsabilidad por daños a terceros”, como parte de las audiencias públicas para las alternativas de la regulación de la marihuana.

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG): 

El tema “La regulación y la responsabilidad por daños a terceros”,  en primer lugar, la doctora Laura Atuesta del CIDE, nos señala que la prohibición, lo pone versus o algo diferente; el objetivo de la política prohibicionista hay que evaluarla, abrir el debate para saber qué queremos y lo que prevalece es, en todo caso, buscar algo diferente, pensar en qué sigue, analizar los costos y los beneficios de determinada política, o la política pública A si no funciona, entonces, pensar en una política B, pero no dejarlo a la deriva; debe evaluarse permanentemente en base a resultados, los impactos, comparando diversas alternativas.

 

El prohibicionismo y sus repercusiones, que es una de las preguntas que se hace, ¿ha reducido el consumo de drogas, o por el contrario, ha habido mayor violencia y no ha descendido el consumo, esto hay que verificarlo de manera formal, los datos que se tienen no son confiables porque se está hablando de un mercado ilegal; por lo tanto, insiste en que es necesario evaluar si el prohibicionismo no sirve, entonces, qué debemos pensar en su lugar, y qué hacer para su, en todo caso, legalización.

 

Entonces, pensar hacerlo bien a partir de la medición de los costos y de los beneficios, costos directos o asociados al ámbito económico y social; estos costos están relacionados con el prohibicionismo, ya los conocemos, porque lo que ha generado sin lugar a dudas es violencia.

 

¿Cuál es la alternativa? Sugiere que haya una permanente evaluación, una permanente revisión, en todo caso, de la posible regulación, etcétera, etcétera, si es que se ve en esta confrontación de prohibicionismo versus pensar en algo distinto, y permanentemente estar evaluando. Se necesita un debate más allá de la legalización, que se tiene que dar para medir realmente las consecuencias de esta determinación.

 

La doctora Alicia Beatriz Azzolini, de INACIPE, nos señala que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dejó en evidencia que el consumo no se castigaba, lo puso en término de derecho personal, entonces, lo que estamos obligados es a verificar que este derecho no podía llevarse a cabo de manera lícita a partir de esta determinación de la Suprema Corte.

 

El consumo genera alguna suerte de trastorno, como ya lo prevé la ley, y pone diversos ejemplos de lo que la ley señala;  disposición de aquellas conductas en estado de alteración voluntaria, que por cierto está, además del Código Penal Federal, en prácticamente todos los códigos penales respecto a una persona que se coloca a sí misma en una situación imputable, pero que no elude, en todo caso, la responsabilidad de su conducta.

 

Desde el aspecto laboral ocurre algo similar, también ya está previsto en la ley, no pueden consumir o no pueden llegar en una situación así a su trabajo, como acontece con otras drogas ilícitas y pone el ejemplo del alcohol; lo que tendríamos que ver es si un antidoping puede crear condiciones de discriminación de personas que consumen en sus ratos libres, lo pregunta como una reflexión.

 

El consumo, igual que pasa con el alcohol, nos lleva a asumir responsabilidades quizá no sólo para uso medicinal o fines recreativos y es necesario regularlo; la publicidad no puede exponer a quienes son personas menores de edad y deben definirse los lugares de consumo, lo que forma parte de lo que se tiene que discutir de manera amplia.

 

Aprender, ella señala, de países como Uruguay, mantener las políticas de prevención son básicas, de manera de contundente, en eso hay disposiciones en términos medicinas, revisar toda la legislación que prohíbe importar o elaborar medicinas con estos componentes; y si hay un estado de necesidad, debería prevalecer lo mejor…

 

..(inaudible)… Martín del Campo señala desde un punto de vista médico cómo un usuario puede afectar a terceros, para fines medicinales o recreativos para el caso pudiera ser prácticamente lo mismo; los efectos agudos son varios, habla de trastornos psíquicos, de los efectos de la cannabis, y en algunos casos de consumideros y de ahí la importancia de establecer controles que eviten daños a terceros, porque se afecta la percepción del color, hay lentitud del tiempo, de la concentración, de los tiempos de reacción, atención y memoria operativa; las funciones congnitivas se ven afectadas, la coordinación fin y gruesa, afecta en las primera s24 horas después del consumo; no se puede manejar maquinaria pesada, etcétera, etcétera.

 

La medicina tradicional presenta una perspectiva como conducta alterada y, por tanto, incapaz del desarrollo de actividades normales, lo ve en términos de afectación a terceros; señala que el sentido común diría no consumir cannabis; para él es claro que la legalización del consumo afecta a terceros porque el consumo es parte de una conducta social; sugiere medidas y para evaluarlas hacer pruebas que midan el estado en el momento de inicia de la actividad en riesgo.

 

Es cuanto, diputada.

 

 

 

 

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