Debemos crear una cultura de la paz y de respeto a los derechos humanos: Miguel Barbosa


Discurso del senador Miguel Barbosa Huerta, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el seminario Violencia y paz: diagnósticos y propuestas para México, en el marco del Foro con Líderes Sociales por una Cultura de Paz.

 

Miguel Barbosa Huerta, (MBH): Gracias.

Bueno, no sería inaugural, estamos en el tercer día de trabajo de este foro.

Primero decirles que el instituto Belisario Domínguez se siente muy honrado con la presencia de ustedes, muy reconocido, del trabajo que desarrollan.

 

Y el Senado de la República en el Instituto Belisario Domínguez, y hoy con un coordinador Ejecutivo de Investigación como Gerardo Esquivel, está permanentemente alcanzando la labor académica que está desarrollándose en todos los centros de estudios del país.

 

El Instituto Belisario Domínguez es un instituto de investigación  legislativa, el más importante instituto de esta naturaleza en el país y genera insumos, genera productos para mejor legislar, pero también para construir políticas públicas, para construir hasta el espíritu de la ley que se plasma en el trabajo legislativo.

 

Y es muy importante, y celebramos por eso que este tercer día de seminario se lleve acá en el Senado de la República, los alojamos, de verdad, con mucho gusto, nos sentimos muy honrados con su presencia.

 

Destaco, desde luego, por tanto, la presencia del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, un acierto del Senado en el desempeño de esta función tan compleja, porque nosotros, como órgano del Estado identificamos, de verdad, el momento tan complicado que vive el país por asuntos y que se traducen en asunto de violencia.

 

Qué bueno que hoy en este día se confrontarán las realidades, entre la visión académica, de investigación, de análisis profundo, y las realidades que se viven en estado del país con una denominación impactante como lo ha hecho Sergio Aguayo al decir “la zona del horror”.

 

Así es que escucharemos esta confrontación desde la realidad con el análisis académico para poder generar una consciencia colectiva, sí, una consciencia colectiva.

 

No nos acostumbremos a la violencia, no seamos anuentes a aceptar que México debe de ser o será para siempre un país violento. Debemos de crear una cultura de la paz, una cultura de la paz que es una cultura de respeto a los derechos humanos.

 

Yo no tengo duda de que están asociados el respeto de los derechos humanos con la convivencia social, con la adecuada convivencia social.

 

Pero somos un país con enormes desigualdades, 120, 110 a 120 millones de habitantes enormemente desigual, y una desigualdad no solamente económica que es, nos lleva a una pobreza cada vez más creciente, sino desigualdades en accesos a la justicia, desigualdades en accesos a los servicios que son necesarios para un mediano bienestar y por tanto esta desigualdad genera un desorden y un desacomodo entre los integrantes de nuestra sociedad, de nuestro pueblo.

 

Así es que no dejaremos de hacer esfuerzos desde los órganos del Estado para mejor proveer a la vida del país, no dejaremos de hablar con crítica y autocrítica para poder tener una mejor relación entre el ejercicio del poder y la sociedad.

 

Con esa voluntad veamos a los senadores, véannos cada vez más no como una élite privilegiada, sino como servidores públicos que tienen que mejorar todo el tiempo y tienen que crear condiciones de una mejor percepción de ustedes, de la sociedad.

 

Bienvenidos a los asistentes, bienvenidos a quienes vienen de los estados que están aquí relatados, a todos los que tuvieron interés en poder escuchar los trabajos de este foro.

 

Gracias, Sergio, por compartirnos un día de este foro tan importante; gracias al Colegio de México; a Raymundo Campos, coordinador General Académico del Colmex; a Martha Tagle, senadora activa; Angélica de la Peña, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos acá del Senado; al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, le tenemos un profundo respeto y reconocimiento y de verdad mi reconocimiento a todo el Instituto Belisario Domínguez por el trabajo permanente que están desarrollando.

 

Gracias, buenos días, y no voy a inaugurar nada porque es el día conclusivo, solamente saludarlos, bienvenidos acá al Senado.

 

 

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