Ante un inminente recorte presupuestal y luego de la reforma constitucional en materia de desindexación del salario mínimo, la desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) resulta necesaria y adecuada, afirmó la senadora Angélica de la Peña Gómez.
Al presentar en tribuna una iniciativa para derogar el tercer párrafo de la fracción VI del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la legisladora del PRD recordó que la CONSAMI fue creada en el contexto de los pactos económicos y sociales firmados por el gobierno federal en la década de los 80 del siglo pasado para, se adujo, proteger el poder adquisitivo de los trabajadores.
Sin embargo, abundó, el incremento al salario mínimo promulgado por la CONASAMI siempre ha sido rebasado por la inflación en los primeros cuatro meses de cada año, situación que ha llevado a que la pérdida acumulada histórica del poder adquisitivo sea -al día de hoy- de 78.66 por ciento.
La senadora de la Peña dijo que la CONASAMI solamente ha funcionado como un instrumento de política económica, cuyo objetivo ha sido mantener la estabilidad monetaria a través de contener la inflación, lo que a todas luces no ha tenido lo resultados esperados.
Además, explicó, su diseño tripartita favorece al Ejecutivo, ya que la representación de los trabajadores, ostentada por el sindicalismo oficial puede avalar o no los incrementos, pero eso es intrascendente en tanto los patrones y el gobierno mantienen el dominio de dos de los tres sectores que concurrentes, es decir, que el gobierno define los salarios mínimos mediante decisiones verticales del presidente de la República.
Resaltó que la experiencia internacional demuestra que un aumento al salario mínimo tiene mayores beneficios que costos, pues una política pública destinada a elevarlo moderadamente mejora los ingresos de los trabajadores ubicados en la escala salarial más baja e incentiva el mercado interno.
Finalmente, la senadora Angélica de la Peña apuntó que el Congreso debe generar condiciones para un gran acuerdo nacional político, económico y social, con empresarios y trabajadores a fin de crear condiciones que lleven a la recuperación salarial, “la labor en estos momentos es contribuir al fortalecimiento de la economía y una de las rutas es detener la caída salarial y su estancamiento, comenzando su recuperación de forma gradual pero sostenida, garantizando a los trabajadores los derechos adquiridos como lo es un reparto de utilidades justo. Esta es una reforma imprescindible, urgente y absolutamente pertinente para establecer nuevas estructuras de igualdad y equidad en el país”, detalló.
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