Seguridad, pobreza y justicia son los grandes pendientes que debemos enfrentar si queremos mejorar las condiciones de vida de todas y todos los mexicanos.
Es evidente que la seguridad es el reto más grande que enfrenta nuestro país. Cerramos 2014 con cifras alarmantes que detonan que el combate al crimen organizado no está dando resultados y siguen controlando estados como Michoacán, Guerrero y Tamaulipas, por poner tan sólo algunos ejemplos.
La pobreza que aqueja a más de 50% de la población es un detonante del nivel de inseguridad que se vive a lo largo y ancho del país, por lo cual, mientras no se generen políticas públicas eficientes para mejorar el nivel económico de la población, poco avance podremos tener en el combate a la delincuencia.
Por último, pero no menos importante, la justicia en México fue la gran ausente en el año que concluye. En 2015 acabar con la impunidad que impera en todos los niveles de Gobierno debe ser prioridad. Se debe castigar a los responsables de tantos crímenes violentos, como los ocurridos en Tlatlaya y Ayotzinapa, así como dar respuesta clara y contundente a los hechos de corrupción y los conflictos de intereses en torno a la Casa Blanca y la casa de Metepec.
Si no generamos acciones contundentes para dar solución a estos tres grandes retos, el panorama para nuestro país no será poco alentador sino alarmante.
La sociedad como nunca, se ha movilizado para demandar respuesta a la crisis del Estado por la que atraviesa México. Por ello, es obligación de todos, generar acciones que contribuyan a dar solución a estos tres grandes pendientes.
