Senadores del PRD sostuvieron que los criterios generales de política económica únicamente profundizan la desigualdad y no significan un verdadero impulso para el crecimiento del país.
“Son una serie de acciones para transferir riqueza de la sociedad al 1 por ciento de la población más rica de México; se trabaja para unos pocos, se legisla en bien de unos pocos y se perpetúa la desigualdad”, dijo la senadora Dolores Padierna Luna.
Al participar en la reunión de las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos, Segunda, con diversos funcionarios federales para el análisis de la ley de ingresos, la senadora denunció la falta de transparencia en la presentación del paquete fiscal para 2016.
La vicecoordinadora del PRD en el Senado de la República señaló en primer lugar que la Secretaría de Hacienda omitió detallar los montos por cobertura petrolera, las cuales implican dinero que no pude quedarse en el aire para un uso discrecional de las autoridades; “no es aceptable al falta de transparencia”.
Condenó que los remantes del Banco de México constituyan un gran negocio a costa de las reservas internacionales, pues se le compraron dólares a Pemex a 13 pesos y se vendieron a 17 pesos, por lo que exigió que se den a conocer los cálculos de los remanentes y que el 70 por ciento vaya al pago de la deuda y a reducir el déficit.
Dolores Padierna consideró que si se aplicara la deuda en algunos proyectos de inversión que generaran su propio pago, “no tendríamos ningún problema en estarla pagando, el problema es que la usan para gasto corriente, violentando la Constitución”.
Apuntó que los recursos que no son recurrentes como las coberturas petroleras o los remanentes de Banxico deberían ir a la inversión física productiva del país o para los bonos de infraestructura educativa.
Reiteró que los criterios generales de política económica muestran un panorama de debilidad estructural de los ingresos y son decisiones recesivas que implican un comportamiento mediocre de la economía y un agotamiento del endeudamiento como una fuente complementaria para financiar el gasto público.
Por su parte, el senador Mario Delgado Carrillo Durante observó que en el paquete fiscal se plantea la posibilidad de que los remanentes de Banxico se puedan utilizar en el mismo ejercicio fiscal en el que se generan, lo que provocaría una bolsa adicional en la que el Congreso no estaría determinando su destino.
“Me parece que eso daría un exceso de discrecionalidad, aunque en un porcentaje, como lo están proponiendo iría al propio refinanciamiento del déficit presupuestario”; mencionó.
El legislador por el Distrito Federal solicitó información sobre el costo de los incentivos al ahorro y a la inversión, y si existe alguna relación entre la modificación que se está planteando al Impuesto Sobre la Renta en activos, con la propuesta que se plantea en Fibras.
Durante su participación, Delgado Carrillo también aseveró que la Secretaría de Hacienda no puede ser indiferente al cambio que aprobó la Cámara de Diputados en la Ley de Ingresos respecto al impuesto a los refrescos, pues el objetivo de incidir en materia de salud pública se logró.
“La evidencia nos muestra que sí hay una reducción por el efecto precio, hay de hecho un efecto sustitución deseable por agua, lo cual quiere decir que está cambiando la conducta del consumidor según el Instituto Nacional de Salud Pública, una reducción de 12 por ciento en el consumo a los refresco”, mencionó
En este sentido, dijo, es importante seguir multiplicando los beneficios en materia de salud pública, por lo que recomendó mantener el impuesto a los refrescos pero sobre una mayor carga tributaria.
Por otro lado, el senador Armando Ríos Piter cuestionó al subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher, y al jefe de Unidad de Planeación Económica, Luis Madrazo, sobre la atención brindada hacia los instrumentos de consumo de agua potable y el impacto de los bebederos instalados en las escuelas derivados del impuesto especial a bebidas saborizadas.
El legislador puntualizó que el beneficio como lo plantea la Cámara de Diputados de bajar el impuesto a las bebidas con menos contenido calórico no contribuye a disminuir el hábito del consumo de azúcar en los niños, pues las bebidas con menos cantidad de endulcorantes son las que van dirigidas hacia los infantes.
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