“Chapulinismo” falsea la representación política y perjudica la gobernabilidad: de la Peña Gómez


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Ciudad de México, a 27 de febrero de 2018

 

“Chapulinismo” falsea la representación política y perjudica la gobernabilidad: de la Peña Gómez

Intervención en tribuna de la senadora Angélica de la Peña Gómez  al presentar un proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 25 de la Ley General de Partidos Políticos y se adiciona el numeral 4 al artículo 11 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

 

 

Angélica de la Peña Gómez (ADLPG):

 

 

Muchas gracias presidente, con su venia.

 

Señoras senadores, señores senadores:

 

La presente iniciativa tiene como finalidad la de fortalecer nuestra vida democrática y que la ciudadanía al emitir su voto lo haga de manera informada, en libertad y con la certeza de que  quienes ocupan una candidatura, y sean postulados por los partidos políticos, garanticen el cumplimiento de sus responsabilidades sin que salten de un cargo a otro y/o salten de un partido a otro sin rendirle cuentas a la ciudadanía.

 

En los últimos meses hemos sido testigos de un fenómeno que viene a afectar fundamentalmente nuestra vida democrática, es decir la constante fuga o transfuguismo de militantes de un partido político a otro, o bien para hacerse llamar independientes o para dar un giro de 180 grados en sus concepciones políticas.

 

En la actual coyuntura estamos siendo testigos de esta nefasta práctica por parte de muchos que piensan que de acuerdo a las tendencias manifestadas por las encuestas, un partido seguramente ganará la Presidencia de la República en 2018, cuando en realidad falta mucho para que esto pueda suceder.

 

Muchos son los argumentos de quienes han recurrido a esta práctica, como son: El cambio de orientación ideológica de sus partidos, crisis interna, discrepancia con la dirección nacional, hasta el oportunismo o la búsqueda de mejores posiciones políticas. Por ello y con estos argumentos tratan de justificar el abandono de sus filas, pero es claro que este fenómeno tiene que ver, como sabemos todas y todos, tiene que ver con la temporada de candidaturas, es cíclico, y por su puesto con los tiempos electorales, como sabemos.

 

Algunos autores, por cierto no es un tema que preocupe a quien hoy está presentando esta iniciativa, es un tema que se ha estudiado en diversas partes del mundo, hay autores que se han dedicado al estudio de este fenómeno, y voy a enumerar de manera rápida algunos preceptos generales de lo que caracteriza esta conducta en la vida política.

 

Por ejemplo, falsean la representación política. En primer lugar falsean la representación política puesto que diputados o senadores, o cualquier otro encargo que fueron elegidos en la lista de un partido lo abandonan después para pasar a otro distinto. Esto significa que los electores que votaron por estas candidaturas por pertenecer a un partido X se quedan sin representantes, al pasar sus elegidos al partido Z, y  por consiguiente, podríamos decir que el transfuguismo, durante la misma legislatura, es sin duda una especie de estafa política, que va en detrimento del concepto de la representación en que se basa la democracia moderna.

 

  1. Debilita el sistema de partidos. El régimen democrático propio de nuestros días descansa en la existencia de un sistema de partidos, el cual se define porque el número de ellos, su ideología, su propuesta programática, su estructura interna y organizativa, sus dimensiones, sus apoyos sociales y sus formas de interacción aparecen como duraderos y gozan de cierta estabilidad. Ahora bien, con ello no se quiere decir que tales elementos se muestren petrificados, inamovibles y no evolucionen.

 

Perjudica la gobernabilidad. En efecto, desde el momento en que el gobierno de la nación, los gobiernos autonómicos, los ayuntamientos se deben basar, para llevar a cabo su tarea de gobernar en la existencia de mayorías estables, el transfuguismo, en sus actuales dimensiones, no sólo no lo favorece, sino que incluso puede cambiar la orientación inicial que ha salido de las urnas.

 

Otro elemento más: favorece a la corrupción. Si el resultado electoral, que configura una determinada relación de fuerzas, puede ser modificado después, mediante el aporte de votos, en los parlamentos o en los ayuntamientos, etcétera, etcétera, que se pasan a otro concepto, es claro que se está favoreciendo la corrupción. Fundamentalmente se trata de comprar los votos que se necesitan para evitar o propiciar una moción de censura o incluso para mejorar posiciones políticas. Y esta compra se puede hacer mediante la oferta de dinero o de cargos concretos, pues si un partido alcanza o se mantiene en el poder, dispone de múltiples recursos para compensar la tránsfuga.

 

Se podría pensar que esta disertación es puramente teórica, sin embargo, no es así como sabemos quienes nos dedicamos a la política. Por consiguiente, mientras que exista la posibilidad de que el transfuguismo siga siendo legal, como ocurre en la actualidad, no será factible acabar con la corrupción que afecta a gran parte de nuestra clase política.

 

Un elemento más: Deteriora la cultura política democrática.

 

Voy a decir por último, lo más grave de este fenómeno es que está deteriorando gravemente la cultura política en que se debe sustentar un régimen democrático.

 

Los y las electores no entienden cómo unos o unas políticas o políticos elegidos en unas listas de un partido pueden pasarse a otro distinto. Y entienden menos cuando no se toman las medidas necesarias para evitar que siga proliferando la corrupción a que el transfuguismo da lugar.

 

En opinión de organizaciones de la sociedad civil, el llamado chapulinazo, como se conoce comúnmente, es una medida que defrauda la confianza ciudadana depositada en el voto popular, lo que sin duda molesta a la sociedad y daña a la democracia.

 

Se trata de un modus operandi de la clase política, donde las licencias que se les conceden a los aspirantes a otro cargo de elección no cubren las formalidades esenciales de todo procedimiento y por tanto, han sido interpretadas en beneficio de un grupo de personas en perjuicio de la sociedad.

 

Aunque las y los políticos que se ven involucrados en este supuesto le llaman a esta práctica “profesionalización”, no pueden ocultar que el llamado chapulinazo sólo sirve, sólo sirve, sólo sirve a intereses personales y de partidos políticos.

 

Puedo abundar más, pero por obviedad del tiempo simplemente voy a  terminar señalando que es importante corregir este defecto, que de manera bondadosa no dice la ley, nunca lo analizamos cuando diseñamos estos preceptos en las leyes, particularmente en estas dos que hoy estamos tratando de enmendar.

 

Pero nos parece que es el momento, hoy en esta etapa en que todas y todos conocemos  hechos, casos, personas concretas en todos los espacios, de este tipo de fenómenos.

 

De tal manera que la propuesta en concreto que hoy pongo a su consideración para el estudio pertinente de las comisiones legislativas, refieren a la modificación a la Ley General de Partidos Políticos y también a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.

 

Muchas gracias por su atención.

 

 

 

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